21 de noviembre de 2010

QUADERN MALIÀ / CUADERNO DE MALÍ

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Traducción al español a continuación
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El sol rebenta el dia al mateix lloc
on els carrers d'ahir s'han cobert ara
de colors que atrauen un eixam atapeït
de gent. Entrebancats per verds, vermells i grocs
circulem per boles de sabó i grapats de peix
fumat estès a terra sobre un drap on seu descalç
un venedor endormiscat acompanyat de mosques.
Tires de goma negra, recipients de plàstic
i alumini, salsa de cacahuet, erugues cuites,
bunyols fregits i carn, herbes medicinals picades
i senceres.

I un nen que ho carrega tot en bosses.

(Sikasso, 21-11-2010)

© Anna Rossell

Español

El sol revienta el día en el mismo lugar
donde las calles de ayer se han cubierto ahora
de colores que atraen a un gentío denso. Entre verdes,
rojos y amarillos vamos a trompicones por bolas
de jabón y pequeños montones de pescado ahumado
extendidos en el suelo sobre un trapo donde dormita sentado,
con las moscas, un vendedor descalzo.
Tiras de goma negra, recipientes,
plástico y aluminio, salsa de cacahuete, orugas fritas,
buñuelos aceitosos, carne, yerbas medicinales picadas
y enteras.

Y un niño que lo carga todo en bolsas.

(Sikasso, 21-11-2010)

© de la traducción Anna Rossell

4 comentarios:

Pedro F. Báez dijo...

¿Pudiste comer orugas fritas? ¿Es cierto que tienen sabor a mantequilla y nuez? Eso me he leído en algún relato de viajes y comidas exóticas. Besos.

Unknown dijo...

Pedro, poder pude, pero no comí. No te puedes imaginar lo aprensiva que puedo llegar a ser..., cosa enormemente incómoda y pobre de espíritu. Me encantaría poder superar esta aprensión que me machaca y me impide una relación importante con la gente (y que me hace perder tantas oportunidades en relación también con lo gastronómico), pero no lo consigo por más que me esfuerce. Cuando tengo que hacerlo porque la situación humana me obliga como lo que sea -lo he hecho en algunas ocasiones-, pero si soy yo quien puede decidir, me cuesta una enormidad. Y lo que más lamento es lo que este obstáculo puede frenarme en relación con el contacto con la gente. Richard Kapuzcinsky, el famoso periodista polaco, tan buen conocedor de África, decía en su libro "Ébano" que para relacionarte con la gente y entrar de verdad en su vida hay que comer lo mismo que la gente. Y estoy completamente de acuerdo con él, aunque sea aprensiva en estas cosas. Tenía toda la razón, y yo misma he hecho esta experiencia. Si comes y bebes lo que la gente del lugar te ofrece, ella te ve como una de los suyos. Así es. Bueno, una hace lo que puede. Si llego a probar las orugas, te lo cuento. Eso que me dices, que saben a mantequilla y nuez, no lo sabía. Ahora me pica la curiosidad.

mayde molina dijo...

Ostres Anna, t’entenc perfectament. En sembla que jo tampoc seria capaç de menjar-les, precisament erugues... Si que vaig provar, bastant reticent de fer-ho, un cop formigues en a Barcelona, en una festa d’amics que curiosament les havien comprat a la boqueria. Tenien gust com a pipes salades... però erugues en temo que mai no podria menjar-les.
Un petonàs

Unknown dijo...

Sí, és curiós, Mayde; això ho diu molta gent de la nostra zona cultural: som més capaços de menjar formigues, però erugues...; en canvi, bé que mengem cargols. A mi m'agraden força. M'agradaria ser capaç de provar una eruga... Ja t'ho explicaré. Si ho faig, em demanaré un diploma-certificat on se'n doni constància. Ha de quedar enregistrat per a la postaritat.