REFLEXIONES SOBRE LA GRIPE A , por Nani Vall-Llosera
Desde que el 22 de abril se hizo público el primer caso de gripe A, hemos asistido al goteo continuo de cifras de afectados y fallecidos a causa del nuevo virus. Hasta hoy el número de casos confirmados es de 5.728, con 61 fallecidos en todo el mundo (www.who.int).
Hay que recordar que durante las epidemias invernales habituales de gripe en nuestras ciudades la afectación oscila entre el 5 y el 20% de la población general y puede alcanzar a más del 50% de las personas internadas en instituciones cerradas, estando relacionada con aproximadamente 3.000 muertes anuales en España, fundamentalmente entre personas mayores con factores de riesgo preexistentes (Departament de Salut, Generalitat de Catalunya).
Este hecho suscita múltiples reflexiones desde puntos de vista variados. El tratamiento informativo de la noticia ha sido y todavía es en muchos casos efectista. Durante varios días nos ha sido retransmitida la escalada en los niveles de alerta de pandemia de la OMS, sin informar del significado real de esos niveles, en cuanto que simplemente constituyen una clasificación epidemiológica de la distribución geográfica de la infección. Cada nivel de la clasificación conlleva la adopción de determinadas medidas de salud pública. Existe una importante desproporción entre la alarma y el protagonismo inicial otorgado a la noticia por los medios de comunicación, y el número y gravedad de los afectados a escala mundial. Cabe preguntarse también si la pérdida de protagonismo informativo de los últimos días se corresponde a una situación real de control de la pandemia.
También hay que cuestionar el papel de algunos científicos, que se han aventurado a dar como ciertas predicciones basadas en modelos estimativos, dejando de lado la prudencia deseable y exigible en estos casos. La realidad es que hoy por hoy se desconoce el comportamiento que va a tener la infección. Por lo menos sí parece que la OMS ha aprendido de los errores cometidos con la gripe aviar en 2005 cuando contribuyó a la alarma general con previsiones catastrofistas que no se cumplieron. En esta ocasión la ponderación y la mesura rigen sus declaraciones.
Observando los mapas que la OMS actualiza a diario, llama la atención que no hay ningún caso confirmado en el continente africano. No sabemos si es que África está inmunizada o es que no hay sistemas de detección. Sin duda alguna África está afectada por otras gripes, las de siempre, con nula repercusión mediática. Desde principios de año, más de 1.900 personas han fallecido a causa de la meningitis en el área del África Subsahariana conocida como el “cinturón de la meningitis”, en la peor epidemia de los últimos años. Sólo en Nigeria, Níger y Chad, se han registrado más de 56.000 casos (www.msf.es). Cada año hay 2,7 millones de nuevos casos de infección por el VIH y 2 millones de fallecimientos relacionados con el SIDA. El África subsahariana soporta el 72% de las muertes y el 67% de las personas que viven con el VIH en todo el mundo (informe UNAIDS 2008). Allí la malaria mata a 900.000 personas al año, el 85% niños y niñas menores de 5 años. Desde que empezó la pandemia por gripe A han muerto por malaria 75.000 menores (3.000 muertes diarias, www.who.int). Estos datos no son portada de nuestros telediarios, ni ocupan espacio en nuestros periódicos porque no interesan.
(Nani Vall-llossera está trabajando como médico en el Hospital de Goundi (Chad, África del Oeste) desde julio de 2009).
Más información sobre la gripe A en:
http://www.youtube.com/watchv=nTgyakGAddM
i
http://vimeo.com/6790193
No Habrá Guerra de Troya, Jean Giraudoux
Hace 15 horas