16 de octubre de 2011

CORRESPONDENCIA XEC MARQUÈS-ANNA ROSSELL

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CARTA DEL TEÒLEG I SALESIÀ XEC MARQUÈS A ANNA ROSSELL (29-09-2011) / CARTA DEL TEÓLOGO Y SALESIANO XEC MARQUÈS A ANNA ROSSELL (29-09-2011)
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Al texto catalán sigue su traducción al español
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Xec Marquès a la casa d'El Masnou (gener, 2011) / Xec Marquès en su casa de El Masnou (enero, 2011)

Conakry, 29 setembre 2011
Catalán
Benvolguda Anna:

Quina bona idea vaig tenir d’enviar-te la declaració de la comissió. L’has divulgada i m’hi deixes veure coses que jo no hi havia vist. T’apropes al text amb molt respecte i modèstia però també amb seguretat. Es el teu estil. Merci.

El diàleg entre les religions no hauria de ser més difícil que el diàleg entre cultures que consideren molt diversament la religió. Penso en el respecte amb el que Occident ha tractat des de sempre el Dalai Lama; molt més sincer que el degut al Rei del Marroc, “chef des croyants”.
Estic d’acord en la necessària separació entre la religió i la gestió de l’Estat (de les Res Publica) sense oblidar que la religió és també una “res publica”. Les raons que dones són prou convincents. Espanya té una experiència prou particular i cal temps i molta purificació, sobretot a l’interior de l’Església i en les mentalitats anticlericals, per a trobar nous equilibris.

La qüestió és si el model de democràcia occidental (que d’alguna manera la declaració posa en causa), que crea tants problemes als estat africans, no porta en ella aquesta separació i es fa “amalgama” entre aquest model i el respecte del lloc que la religió ocupa en la “mens africana”. El risc de manipulació és permanent i jo l’evoco en la meva reflexió però tu no en fas esment. Al Senegal es preparen les pròximes eleccions presidencials i cada camp busca a guanyar les simpaties dels ulemes de les grans confreries musulmanes. El mateix passa amb la realitat ètnica. Ningú nega que les darreres eleccions presidencials a Guinea es van resoldre amb rerefons de conflicte ètnic i que la base ètnica de cada partit hi juga molt. Al president actual se l’acusa d’etnocentrisme en la política de nominacions i promocions a l’administració pública. Estic d’acord en què el problema no és ètnic, el problema és la gestió del poder polític i de les seves avantatges. I no és perquè es sigui religiós que s’està immunitzat contra el gust del poder. Occident ha conegut les lluites entre la corona i triada, entre l’espasa i la creu. I l’occident modern neix de la separació dels poders i de l’autonomia de la gestió política de l’Estat i de la religió.
El problema és la manipulació. Si el religiós té capacitat de mediació és gràcies a la seva neutralitat i la seva capacitat de distància de la gestió del poder.

En el meu comentari parlava d’aquesta possible manipulació en termes explícits i sens desenvolupar, però és una de les meves preocupacions :

El president Alpha Condé sabrà les motivacions de la seva proposta. Tolvegada una composició més política de la comissió podria ser negativa per ell i el seu projecte polític. Tolvegada la situació actual demana per “la pau a casa” una dinàmica més espiritual que social o política... No ho sé.
És un risc, molt és en les mans de l’imam Salifou Camara i del bisbe Vincent Coulibaly. És una comissió provisòria. Hem d’esperar aviat proposicions : qui més serà en aquesta comissió. El primer comunicat fa pensar que es cridaran els “sages” dels diferents components ètnics del país; la societat civil ja està molt compromesa en les institucions de la transició; els partits polítics, massa confrontats entre ells.

M’has obert perspectives; jo era una mica pessimista a la meva primera lectura, el reflex enviat em dóna nous motius de confiança i noves perspectives de recerca.
Xec
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CARTA DEL TEÓLOGO Y SALESIANO XEC MARQUÈS A ANNA ROSSELL (29-09-2011) -Traducción al español de Anna Rossell)

Conakry, 29 septiembre 2011
Apreciada Anna:
¡Qué buena idea tuve al enviarte la declaración de la comisión!. La has divulgado y además me haces ver cosas que yo no había visto. Te acercas al texto con mucho respeto y modestia pero también con seguridad. Es tu estilo. Merci.

El diálogo entre las religiones no debería ser más difícil que el diálogo entre culturas que consideran la religión de modo muy diverso. Pienso en el respeto con que Occidente ha tratado desde siempre al Dalai Lama; mucho más sincero que el debido al Rey de Marruecos, "chef des croyants".

Estoy de acuerdo en la necesaria separación entre la religión y la gestión del Estado (de la Res Publica) sin olvidar que la religión es también una "res publica". Las razones que aduces son bien convincentes. España tiene una experiencia muy particular y se necesita tiempo y mucha purificación, sobre todo en el interior de la Iglesia y en las mentalidades anticlericales, para encontrar equilibrios nuevos.
La cuestión es si el modelo de democracia occidental (que de algún modo las declaración cuestiona), que crea tantos problemas a los estados africanos, no lleva consigo implícitamente esta separación y se hace "amalgama" entre este modelo y el respeto del lugar que que la religión ocupa en la "mens africana". El riesgo de manipulación es permanente y yo lo evoco en mi reflexión, pero tú no haces ninguna referencia a ello. En Senegal se preparan las próximas elecciones presidenciales y cada bando intentga ganar las simpatías de los ulemas de las grandes cofradías musulmanas. Lo mismo sucede con la realidad étnica. Nadie niega que las últimas elecciones presidenciales en Guinea se resolvieron sobre un telón de fondo de conflicto étnico y que la base étnica de cada partido juega un papel muy importante. Al presidente actual se le acusa de etnocentrismo en la ppolítica de nombramientos y promociones en la administración pública. Estoy de acuerdo en que el problema no es étnico, el problema es la gestión del poder político y de sus ventajas. Y la condición religiosa no conlleva que se esté inmunizado contra el gusto del poder. Occidente ha conocido las luchas entre corona y tríada, entre la espada y la cruz. Y el occidente moderno nace de la separación de los poderes y de la autonomía de la gestión política del Estado y de la religión.
El problema es la manipulación. Si el religioso tiene capacidad de mediación es gracias a su neutralidad y a su capacidad de distancia de la gestión del poder.
En mi comentario hablaba de esta posible manipulación en términos explícitos y sin desarrollar, pero es una de mis preocupaciones: 

El presidente Alpha Condé sabrá las motivaciones de su propuesta. Quizá una composición más política de la comisión podría ser negativa para él y para su proyecto político. Quizá la situación actual pide por "la paz en casa" una dinámica más espiritual que social o política. No lo se´.

Es un riesgo, mucho está en manos del imán Salifou Camara y del obispo Vincent Coulibaly. Es una comisión provisional. Debemos esperar pronto propuestas nuevas: quién más formará parte de esta comisión. El primer comunicado permite pensar que se llamará a formarla a los "sages" de los diferentes componentes étnicos del país; la sociedad civil ya está muy comprometida en las instituciones de transición; los partidos políticos, demasiado confronados entre si.

Me has abierto perspectivas; yo era un poco pesimista en mi primera lectura, el reflejo que me has mandado me da nuevos motivos para confiar y nuevas perspectivas de enfoque.
Xec

FILOSOFÍA EN CLAVE DE NOVELA NEGRA

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Friedrich Dürrenmatt
La promesa,
Trad. del alemán de Artur Quintana
Viena Edicions, Barcelona, 2011, 176 pp.
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por Anna Rossell

Quienes conozcan a Friedrich Dürrenmatt (Konolfingen, 1921-Neuchâtel, 1990 –Suiza-) saben que La promesa no es su única novela policíaca. El dramaturgo y narrador suizo cultivó el género como una herramienta idónea para plasmar su concepción del mundo y de la realidad, así como también su obra teatral se acerca de algún modo a este registro. Sus novelas negras y sus obras dramáticas reúnen muchas características comunes que las hacen fácilmente intercambiables: los crímenes, el suspense, los inspectores de policía, el clímax, el elemento sorpresa, la casualidad, lo irracional, las magníficas sentencias contundentes que cierran capítulos o escenas como preludio enigmático de alguna clave, el giro inesperado… no son típicos únicamente de sus novelas sino también de su dramaturgia. Sin embargo se llevarán a engaño quienes se acerquen al autor buscando a un genuino representante del género policíaco. Porque Dürrenmatt rompe a conciencia las reglas que tradicionalmente lo definen. Él mismo lo anuncia en el subtítulo de la versión original de la obra que nos ocupa: das Versprechen. Requiem auf den KriminalromanLa promesa. Requiem para la novela policíaca-, que escribió en 1958 desarrollando el guión que había escrito para la película Es geschah am hellichten Tag –Sucedió a plena luz del día-, del que no había quedado satisfecho.

En La promesa el lector encontrará todos los ingredientes de la obra dürrenmattiana: personajes, arquitectura y acción sirven al autor para construir su universo y su filosofía, su concepción del ser humano y su visión pesimista sobre la evolución del mundo. Buen conocedor de la teoría del teatro épico de Brecht, discípulo y detractor del autor alemán al mismo tiempo, Dürrenmatt utiliza el V-Effekt -efecto de distanciamiento- del materialismo dialéctico brechtiano para demostrar precisamente todo lo contrario de lo que pretendía su maestro. Con razón la historia del teatro de expresión alemana contrapone las dramaturgias de ambos autores. Si Brecht -marxista convencido- se sirve del efecto de distanciamiento, utilizando el extrañamiento y la sorpresa, para subrayar la dialéctica en que puede basarse cualquier acción, sugiriendo así que el ser humano rige su propio destino y el del mundo, Dürrenmatt echa por tierra esta visión positiva para afirmar todo lo contrario: que -como en la teoría del caos- cualquier imprevisto, una causa banal, la casualidad o la locura de una mente determinan en realidad los acontecimientos, lo cual nos aboca a la catástrofe segura. Lo grotesco y el sarcasmo son sus aliados favoritos, y el marco en el que sitúa la acción es casi siempre su Suiza natal, fácilmente reconocible aun con topónimos ficticios, que le ofrece la magnífica oportunidad de desquitarse con su país, de naturaleza y sociedad supuestamente idílicas, y presentar en él el microcosmos asfixiante y amenazador en que retrata el mundo entero. Contrariamente a Brecht, el autor suizo no es el pintor de lo deseable virtual sino de lo que es real, y está destinado a romper moldes que no se atengan estrictamente a ello.

Así, ya al principio de la novela se nos invita a reflexionar sobre el género negro a través de la conversación que sostiene el narrador -un escritor de novelas policíacas- con el jubilado jefe de policía del cantón de Zúric, el doctor H, trasunto del autor, que polemiza con aquél poniendo en tela de juicio el estilo clásico de escribirlas. La crítica del policía contiene algunas de las claves esenciales: […] si haig de dir la veritat no en faig gaire cas, de les novel·les de detectius […] amb aquestes històries de lladres i serenos encara hi ha un altre engany. […]. L’acció hi és perfectament lògica, tot hi passa com en una partida d’escacs: vet aquí el criminal, la víctima, el còmplice i el qui se n’aprofita; només cal que el detectiu conegui les regles del joc, repeteixi la partida, i ja té localitzat el criminal i ha col·laborat al triomf de la justícia. Aquesta ficció em posa frenètic. Amb lògica només es pot copsar la veritat en part. […] hi ha tants factors de pertorbació que ens fan trampes en el joc, que ben sovint només la pura sort i l’atzar fan decidir les coses a favor nostre. ([…] si he de serle sincero no hago mucho caso de las novelas de detectives […] en estas historias de ladrones y serenos hay aún otro engaño. […]. La acción es absolutamente lógica, todo sucede como en una partida de ajedrez: he aquí el criminal, la víctima, el cómplice y quien se aprovecha; sólo es necesario que el detective conozca las reglas del juego, repita la partida, y ya tiene localizado el criminal y ha colaborado en el triunfo de la justicia. Esta ficción me pone frenético. Con lógica sólo se puede captar la verdad en parte. […] hay tantos factores de perturbación que nos ponen trampas en el juego, que muy a menudo sólo la pura suerte y el azar ponen las cosas a favor nuestro.).

Y nuestra novela responde en todos sus detalles a la teoría del jefe de policía.

Pero no por anunciada la sorpresa dejan de ser sorprendentes los acontecimientos, Dürrenmatt domina el arte de esparcir pistas aquí y allá, cuyo verdadero significado no se desvela hasta el final, obligándonos a volver entonces la mirada hacia atrás para hilvanarlas. El principio se entiende sólo con el fin de la historia, ambos forman el marco en que se encuadra.

Verdaderamente la novela no es una novela policíaca cualquiera, su concepción da fe de la formación de su autor como teólogo, filósofo y científico. No se trata simplemente de resolver con maña y astucia un asesinato, sino mucho más de lanzar a la palestra pública un tema de reflexión mucho más profundo, existencial. Por ello el autor desplazó el acento, que en el guión cinematográfico inicial recaía sobre el crimen, a la persona del comisario que lo investiga, a su modo de actuar, al proceso y al resultado de su actuación. Un procedimiento genuinamente brechtiano. Para llegar a la conclusión contraria. Además de esta versión catalana, disponemos de la española de Xandru Fernández (Ed. Navona, 2008).

© Anna Rossell