(Título del artículo, no es el comentario de la foto)
Miquel Bonet (derecha), con Xec Marquès (julio, 2008)
Por Miquel Bonet, Director Programa de Competencias de la Universidad de Barcelona y L3
De verdad que no quiero repetirme con el tópico del "no vamos bien", sólo asumo mi papel, aunque sea por deformación profesional, por algo, y muy humildemente, cumplo la bicefalia profesional de jurista y denunciante habitual y profesor de competencias, por tanto, proveedor o, cuanto menos, facilitador de conocimientos.
Lo malo es que el "poder" sigue en otro planeta, con trifulcas diarias con la oposición sobre "quien la tiene mas larga", parcheando los estatutos autonómicos, pero sin aportar soluciones a los problemas reales. Con lo fácil que sería hablar claro, en serio, ¿por qué no lo prueban? Vamos a ver:
La primera es que este país sólo funcionará asumiendo un modelo federal, o sea apréndanse aquello de "cada uno en su casa y Dios en la de todos", nada tan fácil como que cada uno se administre sus recursos y contribuya solidariamente con los servicios comunes.
La segunda: a los Bancos, cuerda tensa -aunque éstos aún tienen accionistas-, pero a las Cajas mucho más, porque estas suculentas plusvalías generadas en operaciones de riesgo ¿a dónde han ido a parar en estos años? ¿Quién controla esto? ¡Ah!, ¡que es obra social!, pero ¿para quiénes? Ya, pues nos lo vamos a creer...
La tercera: la reforma laboral, ¡para YA!, aunque sólo sea para ponerse al día, ahora tienen la oportunidad, o ¿no saben que somos un país de estacionalidad?, no se preocupen tanto por las palabras "contrato fijo", porque en el paro se está peor, pues al final de lo que se trata es de tener trabajo continuado y por tanto la estabilidad puede ganarse simplemente siendo "empleable", o sea, estando preparado y aportando valor a la empresa, favoreciendo su flexibilidad y competitividad, pues las que dan trabajo son las empresas, ustedes, los políticos, dan empleo público, pero eso hoy, sólo sirve para vaciar las arcas de todos y justificarse. El empleo en el mundo lo dan los empresarios, ¿lo sabían?
Un contrato indefinido, con una indemnización de veinte días, es mejor que los 8 días que hay ahora, ya que en la actual situación, nadie va a emplear a un trabajador con un contrato fijo de 45 días y 42 mensualidades, pues nadie sabe lo que va a pasar mañana y, si no hay dinero, no se pagan indemnizaciones ni se paga nada.
Naturalmente que debemos innovar para ser más competitivos y también necesitamos estimular el espíritu emprendedor, pero para que todos lo entiendan deberíamos empezar por mejorar el modelo educativo, pues cualquier innovación empieza con la "calidad del capital humano", ¿no les dicen nada los datos del fracaso escolar en secundaria?, ¿y que sólo el 60 % de los universitarios acabe la carrera? ¿o el "atraso social" al que se ha condenado la FP, ¿se han preguntado lo que nos cuesta que cada estudiante esté en la universidad pública? Pues sobre 7.000 €, para que luego menos de la mitad trabaje en lo que ha estudiado.
Como conclusión, es importante, urgente y necesario que se apliquen soluciones de raíz, que se identifiquen cuanto antes las capacidades y futuras competencias de los estudiantes, para conseguir que trabajen en aquello que se les da mejor, y creo que esto se mueve desde el poder público, siempre y cuando se lo crea, y empezando por los padres, a fin de que aprendan la lección de la crisis. Estimulemos a los emprendedores asumiendo riesgos y fracasos, pero facilitando medios al que anteponga el trabajo en equipo y la posibilidad de compartir conocimiento desde el inicio de la educación. Quizás por éste camino al final serán los propios políticos los que se contagiarán del sentido común. Si ello fuera posible.
Miquel Bonet (M. B. es abogado y profesor universitario de técnicas de la comunicación)
De verdad que no quiero repetirme con el tópico del "no vamos bien", sólo asumo mi papel, aunque sea por deformación profesional, por algo, y muy humildemente, cumplo la bicefalia profesional de jurista y denunciante habitual y profesor de competencias, por tanto, proveedor o, cuanto menos, facilitador de conocimientos.
Lo malo es que el "poder" sigue en otro planeta, con trifulcas diarias con la oposición sobre "quien la tiene mas larga", parcheando los estatutos autonómicos, pero sin aportar soluciones a los problemas reales. Con lo fácil que sería hablar claro, en serio, ¿por qué no lo prueban? Vamos a ver:
La primera es que este país sólo funcionará asumiendo un modelo federal, o sea apréndanse aquello de "cada uno en su casa y Dios en la de todos", nada tan fácil como que cada uno se administre sus recursos y contribuya solidariamente con los servicios comunes.
La segunda: a los Bancos, cuerda tensa -aunque éstos aún tienen accionistas-, pero a las Cajas mucho más, porque estas suculentas plusvalías generadas en operaciones de riesgo ¿a dónde han ido a parar en estos años? ¿Quién controla esto? ¡Ah!, ¡que es obra social!, pero ¿para quiénes? Ya, pues nos lo vamos a creer...
La tercera: la reforma laboral, ¡para YA!, aunque sólo sea para ponerse al día, ahora tienen la oportunidad, o ¿no saben que somos un país de estacionalidad?, no se preocupen tanto por las palabras "contrato fijo", porque en el paro se está peor, pues al final de lo que se trata es de tener trabajo continuado y por tanto la estabilidad puede ganarse simplemente siendo "empleable", o sea, estando preparado y aportando valor a la empresa, favoreciendo su flexibilidad y competitividad, pues las que dan trabajo son las empresas, ustedes, los políticos, dan empleo público, pero eso hoy, sólo sirve para vaciar las arcas de todos y justificarse. El empleo en el mundo lo dan los empresarios, ¿lo sabían?
Un contrato indefinido, con una indemnización de veinte días, es mejor que los 8 días que hay ahora, ya que en la actual situación, nadie va a emplear a un trabajador con un contrato fijo de 45 días y 42 mensualidades, pues nadie sabe lo que va a pasar mañana y, si no hay dinero, no se pagan indemnizaciones ni se paga nada.
Naturalmente que debemos innovar para ser más competitivos y también necesitamos estimular el espíritu emprendedor, pero para que todos lo entiendan deberíamos empezar por mejorar el modelo educativo, pues cualquier innovación empieza con la "calidad del capital humano", ¿no les dicen nada los datos del fracaso escolar en secundaria?, ¿y que sólo el 60 % de los universitarios acabe la carrera? ¿o el "atraso social" al que se ha condenado la FP, ¿se han preguntado lo que nos cuesta que cada estudiante esté en la universidad pública? Pues sobre 7.000 €, para que luego menos de la mitad trabaje en lo que ha estudiado.
Como conclusión, es importante, urgente y necesario que se apliquen soluciones de raíz, que se identifiquen cuanto antes las capacidades y futuras competencias de los estudiantes, para conseguir que trabajen en aquello que se les da mejor, y creo que esto se mueve desde el poder público, siempre y cuando se lo crea, y empezando por los padres, a fin de que aprendan la lección de la crisis. Estimulemos a los emprendedores asumiendo riesgos y fracasos, pero facilitando medios al que anteponga el trabajo en equipo y la posibilidad de compartir conocimiento desde el inicio de la educación. Quizás por éste camino al final serán los propios políticos los que se contagiarán del sentido común. Si ello fuera posible.
Miquel Bonet (M. B. es abogado y profesor universitario de técnicas de la comunicación)