28 de diciembre de 2012

CORRESPONDENCIA XEC MARQUÈS - ANNA ROSSELL

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CARTA DEL TEÒLEG I SALESIÀ XEC MARQUÈS A ANNA ROSSELL (24-12-2012)
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CARTA DEL TEÓLOGO Y SALESIANO XEC MARQUÈS A ANNA ROSSELL (24-12-2012)
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Al original catalán sigue su traducción al español
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Conakry, 24-12-2012
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Xec Marquès (centre) amb els seus dos companys de comunitat a Conakry (2012) / Xec Marquès (centro) con sus dos compañeros de comunidad en Conakry (2012)

Un dels recursos de la espiritualitat cristiana és el que diem el “misteri de l’encarnació”: Déu s’ha fet homo; el Verb s’ha fet carn. I una de les primeres batalles que la fe cristina naixent va lliurar és per consolidar i afirmar aquesta doctrina de “la unió hipostàtica”. L’antropologia cristiana és marcada per aquesta visió de la naturalesa humana i de la naturalesa divina en Jesús. M’hi has fet pensar quant parles a la teva carta del 30 d’octubre de la separació entre els valors materials i els valors espirituals. Els dualismes –[les alternatives excloents]: o l’un o l’altre- sempre són temptadors i l’antropologia cristiana n’ha estat durant molt temps víctima, gràcies a la filosofia de Plató. Però mai ha renunciat a proclamar des de la fe el misteri de l’encarnació.
Quan diem “valors” no necessitem separar el material de l’espiritual. Sense necessitat de la teologia podem afirmar que l’art és espiritual i sense la matèria no es pot expressar de cap manera. El millor dels cants no és possible sense cordes vocals, la millor música no es pot produir sense fils, metalls o trossos de pell...
Per comprendre, per captar millor la realitat necessitem separar, aïllar, i quan parlem de mínims materials estem separant, però quan identifiquem estem pervertint. Trobo que un valor no pot dependre d’un mínim de condicions materials, no se li poden posar mínims. Els mínims són d’un altre ordre; de l’ordre dels drets i dels deures (que canvien i evolucionen amb el temps). El mínim és, idò, de l’ordre de la justícia. Per definir-los s’ha de definir el que és just en aquest moment i per a aquesta realitat. 
Els valors es poden expressar en un ordre injust. La persona empresonada injustament, que viu amb un esperit de llibertat i plena consciència de la seva innocència, n’és un exemple clar.
Però també, al mateix temps, el valor té vocació de crear justícia. La llibertat de l’innocent en presó és llavor de justícia. Quan afirmes que sí, que a Catalunya hi ha escoles que eduquen en valors, trobo que [això equival a sembrar] la resistència necessària. Una escola són infants, educadors i pares ; s’ha de resistir, goso pensar que són la majoria dels educadors i mestres que viuen de valors i pels valors.
Però, com ens preguntàvem ja una altra vegada, on són aquesta gent i la seva influència al moment de votar, de decidir qui governa, de com governa i per a què governa.
He començat amb la teologia cristiana i acabo amb ella. Malgrat tantes contradiccions històriques d’aquesta veritat evangèlica en l’Església que els porta: els valors no són mai evidents en l’instant de la història i no són mai portats pels signes del poder polític o econòmic. Però son els veritables motors de la història, no sense màrtirs.
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CARTA DEL TEÓLOGO Y SALESIANO XEC MARQUÈS A ANNA ROSSELL (24-12-2012)
Traducción al español de Anna Rossell

Conakry, 24-12-2012
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Uno de los recursos de la espiritualidad cristiana es lo que llamamos "misterio de la encarnación": Dios se ha hecho hombre; el Verbo se ha hecho carmne. Y una de las primeras batallas que la fe cristiana naciente libró fue para consolidar y afirmar esta doctrina de "la unión hipostática". La antropología cristiana viene marcada por esta visión de la naturaleza humana y de l naturaleza divina en Jesús. Me has hecho pensar en ello cuando en tu carta del 30 de octubre hablas de la separación entre los valores materiales y los valores espirituales. Los dualismos -[las alternativas excluyentes]: o uno u otro- siempre son tentadores y la antropología cristiana ha sido víctima de ello durante mucho tiempo por causa de la filosofía de Platón. Pero nunca ha renunciado a proclamar desde la fe el misterio de la encarnación.
Cuando decimos "valores" no necesitamos separar lo material de lo espiritual. Sin necesidad de la teología podemos afirmar que el arte es espiritual y sin la materia éste no se puede expresar de ningún modo. Lo mejor de los cantos no es posible sin cuerdas vocales, la mejor música no puede producirse sin cuerdas, metales o trozos de piel...
Para comprender, para captar mejor la realidad necesitamos separar, aislar, y cuando hablamos de mínimos materiales estamos separando, pero cuando identificamos estamos pervirtiendo. Pienso que un valor no puede depender de un mínimo de condiciones materiales, no se le pueden poner mínimos. Los mínimos son de otro orden, del orden de los derechos y de los deberes (que cambian y evolucionan con el tiempo). El mínimo es, pues, del orden de la justicia. Para definirlos debemos definir lo que es justo en este momento y para esta realidad.
Los valores pueden expresarse en un orden injusto. La persona encarceloada injustamente, que vive con un espíritu de libertad y con plena conciencia de su inocencia, es un ejemplo claro de ello. Pero también, al mismo tiempo, el valor tiene vocación de crear justicia. La libertad del inocente encarcelado es simiente de justicia. Cuando afirmas que sí, que en Cataluña hay escuelas que educan en valores, pienso que [ello equivale a sembrar] la resistencia necesaria. Una escuela son niños y niñas, educadores y padres; debe resistir, me atrevo a pensar que se trata de la mayoría de los/as educadores y maestros/as que viven de los valores y por los valores.
Pero, como ya nos preguntábamos en otra ocasión, ¿dónde está esta gente y su influencia en el momento de votar, de decidir quién gobierna, de cómo gobierna y por qué gobierna?
He comenzado con la teología cristiana y termino con ella. A pesar de tantas contradicciones históricas de esta verdad evangélica en la Iglesia que los transporta: los valores nunca son evidentes en el instante de la historia y nunca los conducen los signos del poder político o económico. Pero son los verdaderos motores de la historia, no sin mártires.

13 de diciembre de 2012

VENDER LA PIEL DEL OSO ANTES DE CAZARLO

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Martin Mosebach, El príncipe de la niebla,
Trad. de José Aníbal Campos,
Acantilado, Barcelona, 2012, 357 págs.


 
por Anna Rossell
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Tomando como punto de partida un hecho histórico de la Alemania Guillermina y ubicando la acción en los últimos años del siglo XIX, Martin Mosebach (1951, Frankfurt del Meno, Alemania) pergeña una fábula que es a la vez un retrato de época y de todos los tiempos, en tanto que saca a la palestra actuaciones universales del comportamiento humano. Éste es el mayor mérito de una novela que airea los entresijos de la mentalidad y la actuación del prototipo del estafador moderno, tan real en los años de aquel cambio de siglo como en la actualidad. El príncipe de la niebla, sobrenombre del protagonista Theodor Lerner, muestra los mecanismos más clásicos de hacer negocio a base de la especulación. Condensando en su nombre la esencia de su personaje –lerner significa en alemán aprendiz- Mosebach construye en el dueto de los principales protagonistas –la señora Hanhaus y Theodor Lerner- una relación maestra-alumno de la estafa. Ella, una mujer frívola de oscuro pasado, vividora a la caza y captura de cualquier negocio imaginable, consigue captar para sus fines al pupilo Lerner, un periodista ocasional cuya ingenuidad y ambición maneja a su placer. Así es como ambos se embarcarán en la aventura de hacerse con la propiedad de la Isla del Oso, un arrecife situado al norte de Noruega, con la expectativa de hacer allí negocio con el carbón y con lo que se pueda. Este objetivo sirve a Mosebach para sacar a la luz el funcionamiento de la actuación especulativa, que vende la piel del oso antes de cazarlo (nunca mejor dicho) y se sirve de los medios que sean necesarios utilizando a este fin la imagen de exotismo y el espíritu de aventura fomentado por las revistas y diarios de la época colonial: con la excusa encubridora de un rescate humanitario uno consigue la financiación de su viaje, aprovechando la laguna legal se apropia de una isla desconocida que supuestamente se encuentra en el camino, se inventa riquezas del subsuelo y una empresa explotadora para la que sabe atraer algunos capitales, mueve políticos a través de sobornos y relaciones y así sucesivamente. Los trazos básicos de la conducta de los personajes están diseñados con realismo y también está lograda la connivencia de la prensa en la creación de los tópicos que alimentan un imaginario de lo exótico, que es capaz de igualar el Sáhara con el Polo Norte. Ello queda bien retratado con claro ánimo crítico y humor sutil en una escena de circo en que una mujer de color culmina un espectáculo de nieve con osos polares incluidos. Sin embargo la novela muestra algunas carencias que, si bien en algunos casos pueden ser entendidas como una virtud al logrado servicio de la economía narrativa, en otros impide entender situaciones y relaciones entre los actores de la historia, lo cual repercute en la coherencia y la credibilidad y puede poner en entredicho la concesión al autor del Premio Georg Büchner 2007. Las razones del jurado, que adujo "esplendor estilístico“, son difícilmente comprobables en la traducción y hay en la crítica alemana quien opina lo contrario –para Sigrid Löffler, en una entrevista en la emisora Deutschlandradio el 5 de octubre del mismo año, su léxico es afectado, ampuloso y anticuado-. La historia se lee como un caso de tantos de suprema actualidad en el marco de la imperante Nueva Economía neoliberal, y la novela podría ser calificada como aguda crítica social si no fuera porque acaba con el encarcelamiento de alguno de los actores y el fracaso estrepitoso de la estafa, lo cual no casa con la expectativa que el autor ha ido creando, ni con la realidad.

De Mosebach, autor prolífico, que cultiva casi todos los géneros, se han publicado, además, en España, en el sello El Tercer Nombre, El temblor (2008) y La luna y la niña (2009).

© Anna Rossell

 

9 de diciembre de 2012

CORRESPONDENCIA XEC MARQUÈS - ANNA ROSSELL

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CARTA D'ANNA ROSSELL AL TEÒLEG I SALESIÀ XEC MARQUÈS (08-12-2012) /
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CARTA DE ANNA ROSSELL AL TEÓLOGO Y SALESIANO XEC MARQUÈS (08-12-2012)
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Al original catalán sigue su traducción al español 
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Català
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El Masnou, 08-12-2012
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Amb amics i amigues poetes, presentació del poemari de Martha Cecilia Cedeño Pérez (primera per l'esquerra) / Con amigos y amigas poetas, presentación del poemario de Martha Cecilia Cedeño Pérez (primera por la izquierda)
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Estimat Xec,

com m’ha agradat la teva última carta... També jo, en llegir la teva, imagino el que vindrà a continuació, tan gran és la sintonia.

Reprens el fil d’algun dels punts de la meva, quan feia referència al divorci entre l’escola i la societat i dius que et fa pensar “en una nova mena de noces que viu l’escola i la societat ... sobre tot les Universitats ...”. I escrius:

“El lema no és ‘eduquem el seu fill’, sinó ‘assegurem al vostre fill una formació que li assegurarà una bona feina i un bon sou’”.

Sí, els valors de l’educació de la persona com a ésser humà, en la seva dimensió social apte per a la convivència en el respecte i la justícia, han estat substituïts i destruïts per els de la formació en asèptics coneixements tècnic-buròcrates de la gestió i la aplicació d’unes actuacions al servei de l'individualisme, de la suposada supervivència immediata del/de la gestor/a que les aplica com un autòmata, sense cap mena de consciència crítica, sense demanar-se en cap moment les conseqüències del seu capteniment.

Una definició del concepte “educació” per part dels últims governs espanyols fa veure la diferència abismal de concepció ideològica de l’un i de l’altre:

Preámbulo de la LOE (2006): “Las sociedades actuales conceden gran
importancia a la educación que reciben sus jóvenes, en la convicción
de que de ella dependen tanto el bienestar individual como el
colectivo. La educación es el medio más adecuado para construir su
personalidad, desarrollar al máximo sus capacidades, conformar su
propia identidad personal y configurar su comprensión de la realidad,
integrando la dimensión cognoscitiva, la afectiva y la axiológica.
Para la sociedad, la educación es el medio de transmitir y, al mismo
tiempo, de renovar la cultura y el acervo de cono­cimientos y valores
que la sustentan, de extraer las máxi­mas posibilidades de sus fuentes
de riqueza, de fomentar la convivencia democrática y el respeto a las
diferencias individuales, de promover la solidaridad y evitar la
discri­minación, con el objetivo fundamental de lograr la nece­saria
cohesión social. Además, la educación es el medio más adecuado para
garantizar el ejercicio de la ciudada­nía democrática, responsable,
libre y crítica, que resulta indispensable para la constitución de
sociedades avanza­das, dinámicas y justas. Por ese motivo, una buena
edu­cación es la mayor riqueza y el principal recurso de un país y de
sus ciudadanos.”

Primer párrafo del Anteproyecto de la LOMCE (2012) (Ley Wert): “La
educación es el motor que promueve la competitividad de la economía y
las cotas de prosperidad de un país; su nivel educativo determina su
capacidad de competir con éxito en la arena internacional y de
afrontar los desafíos que se planteen en el futuro. Mejorar el nivel
de los ciudadanos en el ámbito educativo supone abrirles las puertas a
puestos de trabajo de alta cualificación, lo que representa una
apuesta por el crecimiento económico y por conseguir ventajas
competitivas en el mercado global.”

No és que jo pensi que el govern socialista persegueix un model de societat gaire diferent que la que propugna el Partit Popular, però sí que  es veu una diferència important en la filosofia que transmet en el paper escrit i que deixa entreveure, si més no com a últim indicio, el respecte que li mereix al partit socialista el concepte “educació”.

I el més greu, com es fa clarament palès en el que dius tu en l’última carta, aquesta substitució de valors l’han assumits les institucions suposadament guiades per l’espiritualitat, com ho hauria de ser l’ “Université Catholique de l’Afrique de l’Ouest” que dius que en el seus programes de formació ofereix “management, politique internationale, commerce, informatique...”. I és que s’ha imposat de manera generalitzada que “prestigi” va lligat directament i exclusiva a aquests continguts que ofereix la Universitat Catòlica de l’Àfrica de l’Oest de Conakry, com tantes altres institucions, que no tenen la valentia ni la personalitat per oferir programes propis i fonamentats al marge de l’esnobisme. L’ultra-liberalisme-econòmic-mestre-del-món, com tu bé els saps batejar, s’ha imposat fa temps.

Però també és cert que les situacions extremes –les crisis-, si alguna cosa tenen de bo, és precisament que remouen les consciències. El moviment dels “Indignats” –el 15 M-, que va començar aquí a Espanya i es va anar estenent per Europa i fins als EEUU, va fer aflorar un corrent subterrani d’inconformistes, que han necessitat viure la condició extrema de la pèrdua de valors per sortir al carrer i organitzar-se. No és, com molta gent pensa, que abans no estiguessin disconformes amb el curs que prenia la societat i només s’hagin començat a moure quan els toca les pròpies butxaques, sinó que potser no sabien com fer-ho per emprendre una acció conjunta a la contra. Ara no se’n sent a parlar tant dels 15 M, però això no vol dir que no treballin, ben al contrari, aquell moviment ha donat un seguit d’associacions i una sensibilització que segueixen actives i potser ara molt més que no pas en el moment que va sorgir, perquè sense fer tant soroll fa més feina seriosa: la plataforma que treballa per impedir els desnonaments de tantes famílies va sorgir llavors. I aconsegueixen coses.

També dius:

“... una de les batalles, també malmenada, de l’Estat (o dels semblants a l’Estat) és polaritzar el debat sobre la confessionalitat de l’escola. El Rouco [Varela], escola confessional amb catequesis; l’Estat, escola pública laica i anticlerical”.
M’ha sorprès llegir aquesta associació que fas entre laïcisme i el suposat anticlericalisme de l’escola pública que dius que propugna l’Estat. En el context que ho escrius –parles del Rouco [Varela]- sembla que et vulguis referir a Espanya. I aquest no és el cas d’Espanya, perquè a Espanya aquesta diferenciació, si és que existeix tal com tu la planteges, no es pot atribuir a l’Estat, sinó a un partit polític, segons governi el Partit Socialista o el Partit Popular-Rouco [Varela]. Però feta aquesta apreciació, jo no crec pas que es pugui dir que el Partit Socialista hagi volgut fer una escola pública “anticlerical”, sinó només laica. D’altra banda, tenint en compte quina és l’alternativa de l’escola laica a Espanya –la del Rouco Varela-, crec que no podem desitjar sinó que sigui com més laica millor. Tu ho expresses molt bé amb les teves paraules: l’alternativa del Rouco és una escola “confessional amb catequesis”, es tracta d’una escola que no pretén educar, sinó ensinistrar, una escola que busca inculcar uns valors que només són pretesament espirituals però que no tenen res a veure amb l’espiritualitat, sinó que llauren i preparen el camí per consolidar l’estructura jeràrquica del poder inamovible de l’Església Catòlica Institucional. I aquest és el problema. Comparada amb la guerra i les influències que han desplegat i despleguen el Rouco i el seu seguici de mafiosos per imposar el seu model d’escola i de societat, la del pobre Partit dels Socialistes no ha estat res. Però aquesta guerra encara continua: ahir vaig escoltar la notícia que el ministre Wert ha eliminat l’assignatura (que havien introduït els socialistes) “Educació per a la ciutadania” i l’ha substituït per una altra on hi vol embolicar la religió estil franquista. I així anem... Fins quan ha de durar aquesta polèmica que ens retrotrau a situacions properes a la guerra civil? Qui l’alimenta?

Una de les reflexions que m’han agradat més de les que fas a la teva carta és aquesta:

“Em pregunto què s’ensenya en economia a l’escola. Sobretot als adolescents i als joves. Hi ha assignatures que tracten de la qüestió: s’ensenya l’economia liberal o es donen elements que fan comprendre als joves i adults de demà que hi ha molta trampa i opcions ideològiques? Tinc més por del sentit que es doni a aquesta matèria, que si s’ensenya confessió, religió, espiritualitat o transcendència”.
He volgut ressaltar amb negreta allò que em sembla més fonamental. Hi estic tant d’acord, que no ho sabria formular millor. I és que quan hi ha vivència de valors, els valors no cal donar-los com assignatura, es transmeten com qui diu “ben sols”, es transmeten amb cada gest, en cada rerefons dels continguts, fins i tot en les matèries tècniques s’hi reflecteixen, perquè no és el mateix desenvolupar una maquinaria pensant només en la producció, que dissenyar-la tenint en compte mecanismes de seguretat per protegir d’accidents la persona que la manipula. Tot en la vida està impregnat d’una filosofia de rerefons que marquen uns valors determinats (o la seva absència). Tu ho dius molt bé: “la primera gran mentida a desvetllar és que hi ha trencament entre l’ànima i les ciències”.

També m’ha semblat molt encertada aquesta idea teva d’una “nova separació de poders. L’escola és un poder, i com el poder judicial, necessita dels mitjans necessaris per mantenir la seva independència i definir clarament les seves opcions ... una mena de poder suprem educatiu ... “.

I segueixes:

“No acabo d’estar d’acord amb això dels impostos com a eina per a redistribuir la riquesa. Els impostos els gestionen els polítics. El que s’han de baixar són els salaris. Al Txad, fa vàries setmanes que els funcionaris són en vaga. Demanen que s’apliqui una decisió d’augment dels seus salaris. A RFI [Radio France Internationale], que proposava un debat, un txadià intervenia per a dir que no hi estava d’acord: pujaran els salaris, pujaran els impostos, i els que no som funcionaris pagarem la pujada”.
Certament, estic d’acord amb tu que el que s’han d’abaixar són els salaris. Però aquesta afirmació cal posar-la en un context adequat: s’han d’abaixar els salaris i els preus. No té sentit la idea del creixement il·limitat: on volem anar a parar? Cada vegada més consum? Més i més deixalles? Més i més ambició? Hem d’aprendre a viure molt més senzillament, amb molta més tranquil·litat, amb molt menys materialisme, amb més espiritualitat, amb més capacitat d’observació de l’entorn i de l’altre, amb més calma. Fora de context aquella afirmació és perillosa, perquè justifica la política actual de les retallades dels serveis socials més bàsics i elementals que estan aplicant els polítics a molts països d’Europa, sobre tot a Grècia, a Portugal i a Espanya, sense que aquests mateixos polítics que ho decideixen per a als ciutadans i ciutadanes del carrer es rebaixen ell@s mateix@s ni un euro del seu sou i segueixin cobrant oficialment (i de sotamà) primes desorbitades. Ell@s i els/les seus/ves sequaços, que en són una bona pila. Aquests sequaços (i ell@s) són els primers que evadeixen impostos, que obren comptes en paradisos fiscals i que protegeixen als seus amics de la màfia, no en tenen d’altres. I són aquests els que haurien de pagar més percentatge d’impostos. Això ha de ser així, fins i tot en una societat més humil, més espiritual i tranquil·la, perquè una societat igualitària absolutament és una utopia i serveis se’n necessiten en qualsevol societat, i aquests es construeixen a base d’impostos, no pot ser d’altra manera: els que més tenen han de contribuir en una mesura major.

I sí, l’escola ha d’alimentar l’ànima, i no només l’escola. Però l’escola ha de ser la font principal de l'aliment.
Una molt forta abraçada mentre espero la tornada,

Anna
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CARTA DE ANNA ROSSELL AL TEÓLOGO Y SALESIANO XEC MARQUÈS (08-12-2012). Traducción al español de Anna Rossell
El Masnou, 08-12-2012



Querido Xec,

cómo me ha gustado tu última carta... . También yo, al leer la tuya imagino lo que viene a continuación, tan grande es la sintonía.
 
Retomas el hilo de alguno de los puntos de la mía, cuando hacía referencia al divorcio entre la escuela y la sociedad y dices que te sugiere "una nueva especie de casamiento que viven la escuela y la sociedad ... sobre todo las Universidades ...". Y escribes:

"El lema no es 'educamos a su hijo', sino 'aseguramos a vuestro hijo una formación que le asegurará un buen trabajo y un buen sueldo". 

Sí, los valores de la educación de la persona como ser humano, en su dimensión social, apto para la convivencia en el respoeto y la justicia, han sido sustituidos y destruidos por los de la formación en asépticos conocimientos técnico-burócratas de la gestión y la aplicación de unas actuaciones al servicio del individualismo, de la supuesta supervivencia inmediata del /de la gestor/a que las aplica como un/a autómata, sin un ápice de conciencia crítica, sin preguntarse en ningún momento por las consecuencias de su comportamiento.

Una definición del concepto "educación" por parte de los últimos gobiernos españoles hace patente la diferencia abismal en la concepción ideológica de uno y otro:
Preámbulo de la LOE (2006): “Las sociedades actuales conceden gran
importancia a la educación que reciben sus jóvenes, en la convicción
de que de ella dependen tanto el bienestar individual como el
colectivo. La educación es el medio más adecuado para construir su
personalidad, desarrollar al máximo sus capacidades, conformar su
propia identidad personal y configurar su comprensión de la realidad,
integrando la dimensión cognoscitiva, la afectiva y la axiológica.
Para la sociedad, la educación es el medio de transmitir y, al mismo
tiempo, de renovar la cultura y el acervo de cono­cimientos y valores
que la sustentan, de extraer las máxi­mas posibilidades de sus fuentes
de riqueza, de fomentar la convivencia democrática y el respeto a las
diferencias individuales, de promover la solidaridad y evitar la
discri­minación, con el objetivo fundamental de lograr la nece­saria
cohesión social. Además, la educación es el medio más adecuado para
garantizar el ejercicio de la ciudada­nía democrática, responsable,
libre y crítica, que resulta indispensable para la constitución de
sociedades avanza­das, dinámicas y justas. Por ese motivo, una buena
edu­cación es la mayor riqueza y el principal recurso de un país y de
sus ciudadanos.”

Primer párrafo del Anteproyecto de la LOMCE (2012) (Ley Wert): “La
educación es el motor que promueve la competitividad de la economía y
las cotas de prosperidad de un país; su nivel educativo determina su
capacidad de competir con éxito en la arena internacional y de
afrontar los desafíos que se planteen en el futuro. Mejorar el nivel
de los ciudadanos en el ámbito educativo supone abrirles las puertas a
puestos de trabajo de alta cualificación, lo que representa una
apuesta por el crecimiento económico y por conseguir ventajas
competitivas en el mercado global.”

No es que yo piense que el gobierno socialista persigue un modelo de sociedad muy distinta de la que propugna el Partido Popular, pero sí que se aprecia una diferencia importante en la filosofía que transmite sobre el papel escrito y que deja entrever, al menos como último indicio, el respeto que le merece al Partido Socialista el concepto "educación".
 
Y lo más grave, como se hace claramente patente en lo que dices tú en la última carta, esta substitución de valores la han asumido las instituciones supuestamente guiadas por la espiritualidad, como debería serlo la "Université Catholique de l'Afrique de l'Ouest" a la que te refieres cuando dices que en su programa de formación ofrece "management, politique internationale, commerce, informatique...”. Y es que se ha impuesto de modo generalizado que "prestigio" va de la mano directa y exclusivamente a aquellos contenidos que ofrece la Universidad Católica del África del Oeste de Conakry, como tantas otras instituciones que no tienen la valentía ni la personalidad para ofrecer programas propios y fundados al margen del esnobismo. El ultra-liberalismo-económico-maestro-del-mundo, como tú bien lo sabes bautizar, se ha impuesto hace tiempo.
 
Pero también es verdad que las situaciones extremas -las crisis-, si algo tienen de bueno, es precisamente que remueven las conciencias. El movimiento de los/las Indignad@s -el 15-M-, que empezó aquí en España y que se fue extendiendo por Europa y hasta los EEUU, hizo aflorar una corriente subterránea de inconformistas, que han necesitado vivir la condición extrema de la pérdida de valores para salir a la calle y organizarse. No es, como mucha gente piensa, que antes no estuvieran disconformes con el curso que tomaba la sociedad y hayan empezado a moverse sólo cuando les ha tocado al propio bolsillo, sino que quizá no sabían cómo hacerlo para emprender una acción conjunta a la contra. Ahora no se oye tanto hablar de l@s 15 M, pero esto no significa que no trabajen, al contrario, aquel movimiento ha dado una serie de asociaciones y una sensibilización que siguen siendo activas y quizá ahora mucho más que en el momento en que surgieron, porque sin hacer tanto ruido hace un trabajo serio: la plataforma que trabaja para imperdir los deshaucios de tantas familias surgió entonces. Y tienen logros en su haber.
 
También dices:
 
"... una de las batallas, también mal llevada, del Estado (o de los similares al Estado) es polarizar el debate sobre la confesionalidad de la escuela. Rouco [Varela], escuela confesional con catequesis; el Estado, escuela pública laica y anticlerical".
 
Me ha sorprendido leer esta asociación que haces entre laicismo y el supuesto anticlericalismo de la escuela pública que dices propugna el Estado. En el contexto en que lo escribes -hablas de Rouco [Varela]- parece que te refieras a España. Y éste no es el caso de España, porque en España esta diferenciación, si es que existe como tú la planteas, no se puede atribuir al Estado, sino a un partido político, según gobierne el Partido Socialista o el Partido Popular - Rouco [Varela]. Pero hecha esta apreciación, yo no creo en absoluto que pueda decirse que el Partido Socialista haya querido hacer una escuela pública "anticlerical", sino sencillamente laica. Por otro lado, teniendo en cuenta cuál es la alternativa de la escuela laica en España -la de Rouco Varela-, creo que no podemos desear sino que sea cuanto más laica mejor. Tú lo expresas muy bien con tus palabras: la alternativ de Rouco es una escuela que no pretende educar, sino adiestrar, una escuela que busca inculcar unos valores que sólo son pretendidamente espirituales pero que no tienen nada que ver con la espiritualidad, sino que labran y preparan el camino para consolidad la estructura jerárquica del poder inamovibele de la Iglesia Católica Institucional. Y éste es el problema. Comparada con la guerra y las influencias que han desplegado y desplegan Rouco y su séquito de mafiosos para imponer su modelo de escuela y de sociedad, la del pobre Partido de los Socialistas es pecata minuta. Pero esta guerra aún continúa: ayer escuché la noticia de que el ministro Wert ha eliminado la asignatura (que habían introducido los socialistas) "Educación para la ciudadanía" y la ha substituido por otra en la que quiere camuflar la religión estilo franquista. Y así vamos... ¿Hasta cuándo ha de durar esta polémica que nos retrotrae a situaciones próximas a la guerra civil? ¿Quién la alimenta?

Una de las reflexiones que me han gustado más de las que haces en tu carta es la siguiente:
 
"Me pregunto qué se enseña en economía en la escuela. Sobre todo a los adolescentes y a los jóvenes. Hay asignaturas que tratan de la cuestión: ¿se enseña la economía liberal o se dan elementos que hacen comprender a los jóvenes y adultos de mañana que hay mucha trampa y opciones ideológicas? Me da más miedo el sentido que se dé a esta materia, que si se enseña confesión, religión, espiritualidad o trascendencia".

He querido destacar con negrito lo que me parece más fundamental. Estoy tan de acuerdo contigo en esto, que no conseguiría formularlo mejor. Y es que cuando hay vivencia de valores, no es necesario dar los valores como asignatura, se transmiten "solos", por así decirlo, se transmiten con cada gesto, en cada trasfondo de los contenidos, incluso en las materias técnicas se reflejan los valores, porque no es lo mismo desarrollar una maquinaria pensando sólo en la producción, que diseñarla teniendo en cuenta mecanismos de seguridad para proteger de accidentes a la persona que la manipula. Todo en la vida está impregnado de una filosofía de trasfondo que marcan unos valores determinados (o su ausencia). Tú lo dices muy bien: "la primera gran falacia que hay que desenmascarar es que hay rompimiento entre el alma y las ciencias".
 
También me ha parecido muy acertada esta idea tuya de una "nueva separación de poderes. La escuela es un poder, y como el poder judicial, necesita los medios necesarios para matener su independencia y definir claramente sus opciones ... una especie de poder supremo educativo ...".

Y sigues:

"No estoy de acuerdo del todo en esto que dices de los impuestos como instrumento para redistribuir la riqueza. Los impuestos los gestionan los políticos. Lo que hay que bajar son los salarios. En Chad, hace varias semanas que los funcionarios hacen huelga. Piden que se aplique una decisión de aumento de sus salarios. En RFI [Radio France Internationale], que proponía un debate, un chadiano intervenía para decir que no estaba de acuerdo: subirán los salarios, subirán los impuestos, y los que no somos funcionarios pagaremos la subida".
Ciertamente, estoy de acuerdo contigo en que deben bajarse los salarios. Pero esta afirmación hay que ponerla en el contexto adecuado: hay que bajar los salarios y los precios. No tiene sentido la idea del crecimiento ilimitado: ¿a dónde queremos ir a parar? ¿Cada vez más consumo? ¿Más y más basura? ¿Más y más ambición? Debemos aprender a vivir mucho más sencillamente, con mayor tranquilidad, con mucho menos materialismo, con más espiritualidad, con mayor capacidad de observación del entorno y del prójimo, con más calma. Fuera de contexto aquella afirmació es peligrosa, porque justifica la política actual de los recortes de los servicios sociales más básicos y elementales que están aplicando l@s polític@s en muchos países de Europa, sobre todo en Grecia, Portugal y España@s, sin que est@s mism@s polític@s que lo deciden para los ciudadanos y ciudadanas de a pie se rebajen ell@s mism@s ni un euro de su sueldo y sigan cobrando oficialmente (y bajo mano) primas desorbitadas. Ell@s y sus secuaces, que son un montón. Est@s secuaces (y ell@s) son l@s primer@s que evaden impuestos, que abren cuentas en paraísos fiscales y que protejen a sus amig@s de la mafia, no tienen otr@s. Y son ést@s los que deberían pagar más porcentaje de impuestos. Esto debe ser así, incluso en una sociedad más humilde, más espiritual y tranquila, porque una sociedad igualitaria absolutamente es una utopía y cualquier sociedad necesita servicios, que sólo pueden construirse a base de impuestos, no puede ser de otra forma: l@s que más tienen deben contribuir en una medida mayor.

Y sí, la escuela debe alimentar el alma, y no sólo la escuela. Pero la escuela debe ser la fuente principal de alimento.

Un abrazo muy fuerte mientras espero tu respuesta,

Anna