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EL PRIMER DIA DE LES NOSTRES VIDES
Teresa Roig
Edicions Proa, Barcelona, 2010, 150 págs.
Anna Rossell
Es una delicia la lectura de esta novela de Teresa Roig (Igualada, 1975), merecidamente galardonada con el Premi Roc Boronat 2010. A lo largo de ciento cincuenta páginas de prosa fresca y ligera la autora nos regala un relato sencillo, una historia cotidiana, que tiene precisamente en el rompimiento de la rutina su razón de ser. Contada en primera persona –la del personaje masculino- y desde sus recuerdos transcurrido un año, dos vidas muy distintas –las de un hombre en la cincuentena y una joven veinteañera- se cruzan un día en que ambos, por diferentes razones, han tocado fondo. Este rasgo común les unirá durante veinticuatro horas, una convivencia breve pero intensa que cambiará su futuro. A Roig le interesan los escenarios discretos, la suya es una mirada sensible hacia el detalle, la intimidad del alma humana, hacia las cosas importantes de la vida, el sentimiento profundo, la relación tierna y sincera. Estos son los ingredientes básicos del universo que crea, los únicos capaces de redimir a quienes, sumidos en la desesperanza, lo han perdido todo, también el ánimo de seguir viviendo. El primer dia de les nostres vides es en realidad una historia de amor en el sentido más auténtico. Pero nada en ella es convencional. A pesar de la diferencia generacional y de carácter entre los protagonistas la autora traba una relación original sin caer en ningún momento en lugares comunes y construye con soberanía dos registros diferentes que reflejan con verosimilitud dos mentalidades y dos códigos lingüísticos distintos en función de la edad de cada uno de los personajes.
Bien conseguida está también la técnica narrativa que aplica la autora a su relato y que determina la estructura de la novela: arropada entre un preámbulo y un epílogo, que sitúan al protagonista en el momento presente, la narración discurre a partir del recuerdo de las vivencias del día del encuentro con el personaje femenino un año atrás. Al propio tiempo la memoria de otros recuerdos a partir del primero, por la asociación de situaciones y sentimientos, es la herramienta esencial que sirve a Teresa Roig para enlazar, casi de modo imperceptible, momentos del presente con otros vividos con anterioridad en su entorno familiar, que va desvelando con cuentagotas la historia previa del hombre, lo que permite al lector ir recomponiendo poco a poco y hacia atrás su semblanza. Esta contención y las incógnitas que rodean el pasado de la chica, que Roig permite sólo intuir a pinceladas, dotan además a la narración de un cierto suspense que mantiene más vivo aún el interés. Así la novela es también una historia de desamor, pues esboza las causas, propias de nuestro tiempo, que han podido llevar a la situación crítica de ambos e induce a la reflexión.
Ésta es su tercera novela, que confirma los comienzos de la que promete ser una brillante carrera literaria: la autora, también de cuentos, fue galardonada además en 2007 con el premio Setè Cel por L’herència de Horst (Alisis). En 2009 publicó la segunda, Pa amb xocolata (Alisis) –ambas indagan en la Guerra Civil española-. El blog de Lola Pons (Columna, 2011) es su último libro publicado.
© Anna Rossell
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