22 de julio de 2009

Ernst-Wilhelm Händler, Ciudad con casas (por Anna Rossell)

ERNST-WILHELM HÄNDLER

Nace en 1953 en Múnich y vive a caballo entre esta ciudad y Ratisbona. Estudia economía de la empresa y filosofía en Munich y después de doctorarse ejerce profesionalmente de empresario en la mediana empresa familiar heredada de su padre. A partir de 1995, año en que debutó como escritor literario con el libro de relatos Ciudad con casas [Stadt mit Häusern], con el que supo despertar las expectativas de la crítica, Händler se dedica paralelamente a la escritura literaria. Desde entonces ha publicado, además, cinco novelas a un ritmo de producción remarcable: Congreso [Kongress, 1996], Caso [Fall, 1997], Tempestad [Sturm, 1999], Cuando muramos [Wenn wir sterben, 2002] y La mujer del escritor [Die Frau des Schriftstellers, 2006]. Ha obtenido los premios de literatura Erich-Reger (1999) y el Hans-Erich-Nossack (2006).
Las obras de Händler vienen a llenar temáticamente un vacío que arrastraba la literatura alemana y que cumplía colmar, sobre todo desde el desmoronamiento de la Unión Soviética y la consiguiente reestructuración y extensión de la economía capitalista a los países de su antigua área de influencia. Se instalan así en aquella tradición literaria alemana que desde el naturalismo ha dirigido su atención hacia el mundo del trabajo y ha seguido su evolución histórica, marcando los acentos correspondientes del momento en la República de Weimar o en las dos Alemanias de los años sesenta con el “Grupo 61” por un lado o la que partió de las consignas del Bitterfelder Weg por el otro. Händler retoma el testigo de esta tradición y la pone brutal y contundentemente al día, como corresponde al signo de su tiempo: los personajes que pueblan sus novelas ya no son los peones de la primera industrialización, los representantes de la incipiente pequeño-burguesía, ni los obreros de las cadenas de montaje de las fábricas, sino esa casta de ejecutivos producto del capitalismo más salvaje: abogados, arquitectos, agentes inmobiliarios o medianos empresarios son las piezas recambiables de una maquinaria que parece haber devenido absolutamente autónoma, obedientes al poder absoluto del dinero, que lo mueve y lo rige todo. Si ya Nietzsche había decretado la muerte de Dios, ahora ya no queda la menor duda acerca de quién ocupa su lugar y determina los destinos de esas criaturas, las humanas, que no son más que autómatas que se accionan y mueven a voluntad y capricho de su nuevo señor . Por más que el panorama sea crudo Händler no juzga ni toma partido; más bien al contrario, desarrolla un estilo heterogéneo y perspectivista donde la voz del narrador tiende a desaparecer y se cede a todos y cada uno de los personajes, a menudo en la forma de monólogo interior. Sin ser en absoluto cínico, Händler es sin embargo incisivo, distante y corrosivo. Sus textos se resisten a una clasificación en tanto que el autor hace de la literatura un campo para la experimentación, gusta de cambiar radicalmente de registro y es amante de novedosas combinaciones, con lo que desorienta al lector y consigue efectos inesperados. Si bien sus novelas tienen una acción, no es tanto la acción lo que interesa, sino el universo y la atmósfera global que de ellas se desprende. El empresario y el filósofo son las dos sólidas columnas en las que Händler sustenta su edificio literario: buen conocedor de la práctica empresarial y de los negocios del siglo XXI, nos introduce en las interioridades de la empresa de hoy, en el mundo de los frenéticos y golosos cierres, anexiones y fusiones, el de la insaciable ambición de sus actores que, sin embargo, van quedando atrás en el camino como elementos ya inservibles. Sus novelas son al mismo tiempo una constante reflexión filosófica sobre la existencia humana, la autonomía del individuo, la libertad y la objetividad, pero esta reflexión no se da sólo como tópico sino que está instalada en la arquitectura general de la novela, a veces haciendo de su desarrollo el campo de demostración de una determinada teoría. Aunque con un objetivo diferente y forzando siempre la elucubración filosófica hasta la exageración, la escritura de Händler pretende poder compararse en lo formal con la de Winfried Georg Sebald: es enciclopédica por la enorme cantidad de conocimientos que maneja y sabe entretejer en la filigrana de unos textos muy cerebralmente construidos, que podemos calificar de palimpsestos en la medida en que gusta de reescribir personajes de autores, que así se revelan como sus más admirados -Thomas Bernhard, Gert Hofmann o Paul Wühr- y los ecos literarios y filosóficos que no cesan de resonar entre sus líneas: Kafka, Wittgenstein, Benjamin, Schopenhauer o Tipler, entre tantos otros.


Ciudad con casas [Stadt mit Häusern, 1995]

Con este libro, que reúne once textos breves, Ernst-Wilhelm Händler se da a conocer como escritor literario. Se trata de una verdadera tarjeta de presentación en el sentido literal, pues viene a ser una especie de muestrario que el autor despliega ante el lector, un escaparate donde se nos ofrecen los temas que interesan al autor en una variada gama de registros y que, a modo de aperitivo, anticipan las novelas que ha ido publicando después, como sucede con Morgenthau [Morgenthau], claro precedente de Caso [Fall], y con Los nuevos señores [Die neuen Herren], que lo es de Cuando muramos [Wenn wir sterben]. La amplitud de estilos que Händler propone en su paleta hace difícil la clasificación de su escritura bajo un común denominador genérico. Los textos son en su mayoría narraciones breves, quizá sea el cuento el género más adecuado para definirlos; sin embargo esta denominación excluye alguno de ellos, que pertenece más bien al ámbito de la reflexión y el juego filosóficos, como anuncia uno de los títulos, Demiurgo [Demiurg].
Aunque la formación filosófica de Händler se hace notar en todos y cada uno de los textos y en la vastedad temática de su campo de interés, que no parece excluir nada relativo a la naturaleza humana, tendencialmente en sus novelas el autor muestra preferencia por diseccionar los entresijos del mundo empresarial del más nuevo cuño, el comportamiento de los individuos en la llamada nueva economía, la de los grandes negocios, cuya monstruosa y ambiciosa maquinaria engulle a los actores que la han creado o han contribuido activamente a crearla. No es pues casualidad que sea en el año 1995 cuando Händler debuta como escritor. Un lustro después del desmoronamiento de la Unión Soviética, con la consiguiente caída del Muro en Alemania y bajo la consigna de la globalización, el capitalismo más desenfrenado ha tenido tiempo suficiente de mostrar su funcionamiento más frío y aséptico, aquél que no obedece sino al objetivo del engorde económico, quede quien quede tirado en el camino, porque el dinero es lo único que cuenta. Sin embargo la escritura de Händler no parece apuntar a la denuncia, o al menos no en primera línea; el laconismo distante de que se reviste se asemeja más bien al del cronista que escribe con la exactitud y el detalle exacerbados de quien conoce a la perfección el ambiente desde dentro, los nuevos mecanismos empresariales y la mentalidad y la psicología de sus nuevos servidores. Es pues de esperar que alguno de los escenarios de sus cuentos sea la Alemania oriental en los primeros tiempos de la reunificación, campo abonado para los buitres de la nueva economía.
De los once textos sólo uno, el primero, se desarrolla en un escenario del este de Alemania, poco después de la caída del Muro. Su título, que es a su vez el que da nombre al libro, Ciudad con casas [Stadt mit Häusern] hace referencia concreta al negocio por excelencia que caracterizó allí el boom económico del momento: el de la expropiación ventajosa, el de la compra y venta de terrenos para la construcción, el de la obtención de información privilegiada a golpe de soborno, en resumen, el de la especulación pura y dura a gran escala. Händler utiliza en esta ocasión la técnica narrativa de la corriente de la conciencia, que le viene aquí como anillo al dedo para el fin que persigue: dibujar el retrato del prototípico empresario producto y agente de los tiempos. Así la voz narradora brilla por su ausencia; desde la primera línea y hasta el final el lector se instala en la mente del protagonista, un abogado de Alemania occidental dispuesto a apurar hasta los últimos resquicios el negocio inmobiliario que se le acaba de poner en bandeja gracias a la nueva situación política. Sus pensamientos transcurren ocupados casi única y exclusivamente en torno al modo de sacarle el máximo partido a las golosas posibilidades que se le presentan; sólo en contadas ocasiones hace alguna que otra digresión sobre la amante de última adquisición, con acento en el otro único tema que ocupa su mente: el del sexo y las conversaciones que se improvisan en el antes o el después, que en este caso (ella es estudiante de filología alemana) se relacionan con disquisiciones acerca de qué es o no la literatura. Y todo ello en un lenguaje que hasta hace poco tiempo hubiéramos asociado con el de la mafia más genuina y que el autor maneja a la perfección. La radiografía que obtenemos no es sólo la del alma del empresario, sino la de una época que ya hace tiempo se venía anunciando y que ahora se ha desatado a la carrera, los tiempos en que las relaciones humanas ya no existen sino en función del negocio y para el negocio. Todo es ya sólo dinero, y sexo para el placer.


Bibliografía

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« Die Zukunft des Kapitalismus. Der Firma Deutschland fehlt der Auftrag », Ein Gespräch mit dem Schriftsteller und Unternehmer Ernst-Wilhelm Händler (geführt von Thomas E. Schmidt und Christof Siemens), Die Zeit (nº 27), 30-06-2005.

Köhlmeier, M., « Meister der querschlagenden Sätze. Ernst-Wilhelm Händlers ‘Stadt mit Häusern’, Neue Zürcher Zeitung, 5-12-1995.

Kühlmann, W., “Monologe eines Maklers. Ernst-Wilhelm Händlers Debüt, Frankfurter Allgemeine Zeitung (nº 235) (Suplemento literario de la Feria del Libro), 10-10-1995.

Mangold, I., “Die ganze Wirklichkeit soll es sein. Ernst-Wilhelm Händlers ‘Sturm’ ist zugleich nordische Künstlersage und Technologieutopie. Gesellschaftsroman und Sciencefiction, en Berliner Zeitung, 12-10-1999.

Schäfer, A., "Philosophiestunde des Papiertigers vor Akteschrank. Leider ziemlich unsexy : Ernst-Wilhelm Händlers Roman ‘Der Fall’ aus der Wirtschaftswelt über die Welt der Literatur und des Schreibens allgemein", en Berliner Zeitung, 14-10-1997.

Schulte, S., “Ernst-Wilhelm Haendler”, en Kritisches Lexikon zur deutschsprachigen
Gegenwartsliteratur
– KLG, ed. de H. L. Arnold, Múnich: Edition Text und Kritik.

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Werber, N., “Optimale Auslastung der Fickmaschine”, en Tageszeitung (nº 6865), 28-9-2002.


A. ROSSELL, en Manuel Maldonado Alemán (Coord.), La narrativa de la unificación alemana. Autores y obras, Peter Lang A. G., Berna, 2009, pp. 120-123. ISBN: 978-3-03911-706-2.

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