ENFERMEDAD CRÓNICA
Abrió y cerró la puerta tras de sí. El cuerpo encogido, casi acurrucado, en un rincón sombrío del comedor y la mirada de espanto de su mujer le revelaron que el terror la había vuelto a poseer, como sucedía tan a menudo desde hacía años. Los episodios de pánico habían empezado en seguida, casi inmediatamente después de casarse, y eran cada vez más frecuentes. Él seguía queriéndola, pero debía reconocer que aquella enfermedad había alterado sustancialmente su relación. Ella se había convertido en un ser asustadizo e inútil, no hacía nada del derecho y él tenía que soportar aquella carga que ya empezaba a pesarle demasiado. Sintió un golpe seco y contundente en la nuca y se desplomó como un saco. En la ambulancia, camino del hospital, retumbaba en su cabeza la voz cargada de odio de su hija: “¡Nunca más volverás a ponerle una mano encima! ¡Nunca más volverás a maltratarla! ¡Nunca!”
© Anna Rossell
© Anna Rossell
3 comentarios:
Muy buen micro, aparentemente el argumento te va llevando por un sentido de la narración, pero el desenlace lo dota de otro, totalmente inimaginable. Gracias por tu dedicatoria, Anna
Fernando Gracia
Saludos.Muchas gracias por dedicarnos este relato breve.
La verdad es que a mi me ha pasado lo mismo, he empezado a leer y en mi mente se formava un escenario que al llegar al final se derrumba y se construye otro. Al volverlo a leer te das cuenta de lo lógico que es el último escenario, pero la primera vez te imaginas cualquier cosa menos la que es. Me encanta. Que más quisiera yo escribir de esta manera. De nuevo gracias y nos continuaremos leyendo.
Jaume Carreras (Jacacos)
Gracias a vosotros, Fernando y Jaume. Me parece enriquecedor cualquier intercambio con opiniones críticas. Os espero con asiduidad.
Sí, este efecto sorpresa del giro radical en la interpretación de los lectores me parece importante, y veo por lo que decís causa este efecto: la narración parte del punto de vista de la mente enferma del maltratador y al final aparece la voz narradora (objetiva) que introduce el otro punto de vista. Pero así se hace justicia a ambos en el sentido de que se desvela al maltratador como un enfermo.
Gracias por aportar y un abrazo.
Anna
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