13 de marzo de 2009

Manifestaciones poéticas de la identidad en la literatura de autores neoalemanes: ¿A qué llamamos literatura intercultural? (por Anna Rossell)

Anna Rossell, Manifestaciones poéticas de la identidad en la literatura de autores neoalemanes: ¿A qué llamamos literatura intercultural? (por Anna Rossell)
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Manifestaciones poéticas de la identidad en la literatura de autores neoalemanes:¿ A qué llamamos literatura intercultural?

por Anna ROSSELL
Universidad Autónoma de BarcelonaDepartamento de Filología Inglesa y Germanística
mailto:Germanísticaannarossell@ya.com

RESUMEN
Como consecuencia de las migraciones y del exilio político la literatura en lengua alemana se ha visto enriquecida desde hace años por la producción poética de autores de estos colectivos que ha desencadenado una polémica en torno a su denominación. El artículo hace un repaso de la problemática e intenta analizar sus causas proponiendo un tratamiento más adecuado, al tiempo que estudia la cristalización de la identidad cultural en la literatura de Emine Sevgi Özdamar.Palabras clave: Literatura intercultural, Literatura multicultural, Literatura y migración, Estudios culturales, Identidad cultural, Identidad nacional.Poetical manifestations of identity on the literature of newgerman authors: What does intercultural literature mean?

ABSTRACT
As a consecuence of migration and political exile german literature has become richer since many years ago. Authors of these collectives write in german which has derived into a polemic about adequate terminology for this literature. The present article analyses the problematic and his causes, proposes a suitable treatment and studies the cristalisation of cultural identity on the basis of the literature of Emine Sevgi Özdamar.Key words: Intercultural literature, Multicultural literature, Literature and migration, Cultural studies, Cultural identity, National identity.

SUMARIO:
1. La problemática de la terminología. 2. La biografía individual como lugar de ubicación cultural. 3. Literatura neoalemana como término provisional. 4. Cristalización poética neoalemana en la escritura de Emine Sevgi Özdamar.

1. La problemática de la terminología

Cuando a finales de los años 70, al calor de la estética de la recepción, empezaron a acuñarse los términos intercultural o multicultural para hacer referencia a una manera supuestamente novedosa de mirar y pensar las culturas humanas y sus relaciones algunos albergábamos la esperanza de que, finalmente, la reivindicación de trato igualitario que subyace a estos conceptos llamara al menos a la reflexión sobre la deformación que supone la actitud colonizadora y prepotente de unas culturas sobre otras y sirviera de corrector o como mínimo de paliativo a tal situación.Desde entonces estos adjetivos –o sus correspondientes substantivos interculturalidad y multiculturalidad- se han puesto hasta tal punto de moda, que, en el ámbito de la actividad profesional en que nos movemos quienes trabajamos en la comunidad universitaria y hasta en otros de la vida cotidiana, no transcurre un solo día sin que nos topemos con la palabra en los contextos más diversos: Ahora sabemos que en Europa existe una sociedad multicultural, que como consecuencia de ello se produce una literatura intercultural, que la interpretación y la investigación literarias pueden y deben hacerse desde una perspectiva intercultural, que en la reforma de los planes de estudios universitarios conviene tener en cuenta el factor multicultural, que en las escuelas de enseñanza primaria hay que educar a los niños en la multiculturalidad, que el aprendizaje de lenguas extranjeras cuenta por fin con el método intercultural y hasta que hay una enseñanza intercultural de las civilizaciones y una comunicación intercultural. Para rematar y acabar de concienciarnos de la enorme trascendencia de esta súbita pluralidad mundial en este nuestro mundo, también súbitamente globalizado, asistimos a eventos como el Fòrum de les Cultures en Barcelona el año 2004. De repente el mundo adquiere conciencia de su pluralidad. ¿Es que no sabíamos antes que el mundo era plural?Sucede con estos términos que hacemos uso constante de ellos, como si su significado fuera obvio, como si sobrara cualquier definición. Sin embargo a poco que afinemos nuestro olfato filológico nos damos cuenta de que, al utilizarlos, cada uno se refiere a cuestiones muy distintas –la variopinta gama de substantivos que estas palabras adjetivan es un indicio de ello- y entendemos que, con frecuencia, se han convertido en un comodín con el que se sazona a discreción el discurso social, político o metodológico para darle el deseado toque de supuesta última actualidad.No quiero entrar en la discusión de la irresponsabilidad que supone la banalización lingüística, sobre todo cuando está en juego algo tan importante como las relaciones interpersonales, el respeto recíproco y el entendimiento entre todos los seres humanos. Este es un tema que nos llevaría por otros derroteros. Lo que aquí me interesa es reflexionar sobre la utilización más seria y ponderada de los conceptos multicultural e intercultural como adjetivos que se aplican a la producción literaria: ¿Qué se entiende por literatura intercultural?Cuando a finales de los años setenta, con la aparición de una serie de publicaciones literarias en alemán de autores “no alemanes”, el tradicional mundo literario en lengua alemana empezó a tomar conciencia de que existía en los países que hablan y escriben este idioma una literatura propia producida por “extranjeros”, se sintió la necesidad de una denominación adecuada para aquel nuevo fenómeno. Desde este momento los estudiosos de estas literaturas y los propios autores implicados en ellas sugirieron diversas denominaciones para referirse a los textos de ficción de escritores de ascendencia no propiamente alemana arraigados en estos países: Gastarbeiterliteratur, Literatur der Gastarbeiter, Literatur der Betroffenheit, Migrantenliteratur, Emigrantenliteratur, Immigrantenliteratur, Migrationsliteratur im interkulturellen Kontext, Deutsche Literatur von aussen, Literatur von innen, Multikulturelle Literatur, Multinationale deutsche Literatur, Literatur in der multikulturellen Gesellschaft, Literatur nationaler Minderheiten, Brückenliteratur, Literatur in der Fremde, nicht nur deutsche Literatur, Ausländerliteratur, Grenzüberschreitende Literatur, Literatur von Autoren nicht-deutscher Herkunft, Literatur der zweiten Migrantengeneration, kleine Literatur (como una de las fünf deutschsprachige Literaturen), Interkulturelle Literatur etc. La larga lista de propuestas que desde entonces se ha ido haciendo, así como el malestar y las apasionadas discusiones que ha desencadenado, dan una idea de las reticencias y la dificultad que encierra el intento de encontrar un calificativo único que aluda a los múltiples aspectos que desea evocar.Por un lado, ninguna de estas denominaciones cubre del todo la vasta realidad a la que pretende referirse, por lo que siempre se hiere la sensibilidad de uno u otro que no se siente completamente identificado con ellas. Por otro, la voluntad de etiquetar aparte a estos autores, que escriben en lengua alemana, se interpreta como un acto de segregación de éstos de la literatura en lengua alemana en general, que muchos ven confirmado en el hecho de que se haya constituido exclusivamente para ellos un premio literario, el Adalbert von Chamisso.

2. La biografía individual como lugar de ubicación cultural

En mi opinión, toda esta polémica oculta otra de mayor calado: ¿Qué entendemos por literatura alemana, por literatura española, catalana, vasca o gallega? ¿Existe una literatura bávara, renana, andaluza, extremeña o castellana? Naturalmente la pregunta está íntimamente relacionada con otra que aún nos complica más las cosas: ¿Dónde están los límites entre las culturas? ¿Cómo definirlas? ¿Era Manolo Vázquez Montalbán menos catalán por ser de ascendencia gallega, a pesar de haber nacido y crecido en el corazón de Barcelona y de publicar sobre todo en español y no en catalán? ¿Era por ello menos gallego? No se me ocurre que nadie polemizara hoy acerca del adjetivo toponímico más adecuado a la literatura de Kafka, de Fontane, de Chamisso, Nabokov, Ionesco o Conrad, por poner sólo ejemplos obvios. ¿Son ellos motivo de un apartado especial en las historias de la literatura?Todo ello en definitiva nos obliga a reflexionar sobre los criterios a partir de los cuales clasificamos o conviene clasificar las literaturas. El conflicto se extrema cuando hablamos de literaturas nacionales según el país de procedencia del autor. ¿Qué es lo que determina esa procedencia? ¿El pasaporte? ¿El lugar de nacimiento? ¿Su lengua materna? ¿Su lengua de adopción? ¿La lengua que ha hecho suya y en la que se expresa literariamente? ¿Su cultura? Y, sobre todo, ¿cuál es su cultura?Muchas de estas preguntas tienen fácil respuesta: Localizo inmediatamente mi número de pasaporte, sé cuál es mi lugar de nacimiento, también puedo responder sin excesivos titubeos a la cuestión acerca de mi lengua materna y, si es el caso, a la de cuál es mi lengua de adopción. Pero ¿mi cultura? ¿Alguien puede responder fácilmente a la pregunta de cuál es su cultura? Y a pesar de todo, es indudable que la literatura tiene mucho que ver con ella, con ella y con la lengua que la refleja, la transporta, la transmite y la renueva; porque lo que desde luego nadie duda es que la cultura tiene que ver con la vida, con el pasado y con el presente; con lo que heredamos y con lo que vivimos, con lo que fuimos, somos y devenimos; en resumen, con nuestra biografía personal; ella configura nuestra identidad y ésta es, por definición, estrictamente subjetiva e íntima. Por esto, cuando se le pregunta a un “extranjero” del país acerca de su identidad, acerca de cuál es la cultura que siente como más genuinamente suya, la reacción es de perplejidad, incertidumbre o hasta de indignación.[1]En un artículo relacionado con el tema Harald Weinrich[2] hace referencia a una novela del escritor Akif Pirinçci, nacido en Alemania de padres turcos y educado en este país, y se pregunta qué queda de turco en su libro. Yüksel Pazarkaya[3] le da la razón cuando, por su parte, asegura que el protagonista no tiene de turco más que el nombre. Sin embargo, el alegato, implícito en ambos, en favor de la consideración de esta literatura sencillamente como literatura alemana, pone en evidencia que ambos manejan una idea preconcebida de qué es alemán y qué es turco. Probablemente sea imposible a corto plazo liberarnos de nuestra enfermiza y generalizada propensión a dividir los infinitos matices de la experiencia, las creencias y el conocimiento humanos en parcelas bien delimitadas y acotadas. Estamos demasiado hechos a la obsesión compulsiva de dar rienda suelta a nuestro imaginario de prejuicios –que siempre se nutren de la ignorancia-, en cuanto avistamos a un interlocutor cualquiera, por la simple razón de su aspecto externo, de su género, de su sexo o su procedencia geográfica, aun cuando no sepamos siquiera ubicar en el mapa este lugar de procedencia. Quizá algún día nos acerquemos a la utopía de que las relaciones humanas se basen en el conocimiento mutuo y no en los prejuicios. Y mientras tanto, ¿qué hacemos?La conocida afirmación de Wilhelm von Humboldt “die wahre Heimat ist eigentlich die Sprache”, que hace suya todo aquél que ha vivido la amarga experiencia del extrañamiento y del exilio, nos facilita mucho la respuesta: si la verdadera patria está en la lengua, entonces la literatura de estos autores es literatura alemana o, al menos, literatura en lengua alemana -deutschsprachige Literatur- sin más. Muy probablemente el profesor y escritor Carmine Chiellino, de origen italiano, que utiliza el italiano y el alemán como lenguas literarias, no comparta del todo la opinión de Humboldt: En una entrevista al diario Berliner Morgenpost, Chiellino afirmaba refiriéndose al alemán como lengua de expresión: “Es ist eine Sprache, die eigentlich nur die deutsche Kultur in sich trägt. Nachdem ich gut Deutsch gelernt hatte, musste ich feststellen, dass ich in dieser Sprache nicht vorhanden war. Man redete nicht wirklich mit mir, sondern über mich”.[4] Sin embargo Chiellino hace esta afirmación utilizando la forma verbal del pasado y además añade a continuación “Inzwischen sehe ich aber, dass die deutsche Sprache sich für Minderheiten öffnet”. Supongo que el hecho de que él mismo utilice también el alemán como lengua de creación poética, no siendo su lengua materna, es la prueba más contundente de que está en lo cierto con esta última observación.Y es que la antigua y eterna discusión acerca de si es la lengua la que determina el pensamiento humano o, si, a la inversa, es el pensamiento humano el que condiciona la lengua, y por lo tanto también la cultura, siempre será eterna, porque pensamiento y lengua, lengua y pensamiento, conviven en íntima relación dialéctica. A la pregunta del entrevistador “Verändert diese literarische Bewegung die deutsche Sprache?” responde el propio Chiellino: “Ja, zum ersten Mal wird die deutsche Sprache Trägerin von Erfahrungen, Erinnerungen, Geschichten, die nicht der deutschen Geschichte angehören, die von auswärts kommen”. En lo esencial comparto esta opinión; disiento sólo en la afirmación que las experiencias y los recuerdos de estos escritores no forman parte de la historia alemana. Con independencia de las historias, de las experiencias y de las impresiones que nos cuenten estos autores, sus narraciones, sus poesías, sus ensayos y su teatro ya son parte de la historia alemana (y no sólo de la historia en lengua alemana), del mismo modo que la experiencia alemana y en lengua alemana constituye una parte esencial de la historia personal de cada uno de ellos.

3. Literatura neoalemana como término provisional

En toda la polémica acerca de la denominación de esta literatura me parece irrelevante, o al menos de importancia secundaria, si su contenido, los temas de que trata, transmiten una imagen cálida o crítica de Alemania, si se desprende de ellos un conflicto de identidad del protagonista o no. A pesar del evidente y justificado interés que pueda suscitar el estudio de dichos aspectos literarios, no es éste, a mi entender, un criterio que deba afectar la denominación genérica de la literatura: Aunque a menudo se detecten algunos rasgos temáticos comunes en algunos de estos autores (como por ejemplo metáforas que cifran el desgarramiento personal y la pérdida de la identidad), los temas de interés y la experiencia desde la que éstos se abordan difieren en función de la individualidad de cada uno, como sucede con todos los autores del mundo. Quizá la denominación de Literatura de autores neoalemanes o Literatura neoalemana podría reflejar esta realidad personal y literaria sin herir tantas susceptibilidades. Aunque es obvio que, en cualquier caso, el término está destinado a una muy pronta desaparición, pues la necesidad que se tenga de una denominación específica perdurará sólo los pocos años que aún subsista vivo el recuerdo de la procedencia “extranjera” de sus autores.De esta relación dialéctica entre lengua -esto es, entre cultura e historia- y pensamiento a la que me refiero da magnífico testimonio la evolución histórica de cualquier lengua; la lengua nos muestra su constante transformación en función de los cambios cotidianos que experimenta el colectivo de individuos que se sirven de ella para comunicarse. La necesidad de los historiadores de la lengua de acuñar conceptos tales como préstamo lingüístico y sus variantes Lehnwort, Lehnprägung o Lehnübersetzung ilustra lo que quiero decir. ¿Quién piensa hoy de las palabras españolas aceite, gandul, zanahoria, bellota, azúcar o tarifa que una vez fueron árabes? ¿Que limosna, bodega o tío proceden del griego, como la propia palabra palabra? ¿Que camisa, carro o cerveza eran vocablos célticos? ¿Que blanco, rico, guardar, falda o ropa proceden de lenguas germánicas? ¿Que peseta, clavel, faena, papel o esmalte son de origen catalán? Cabría seguir y seguir con tantas otras herencias adquiridas de tantas otras lenguas: del vasco, del provenzal, del francés, del italiano, de lenguas indígenas del continente americano, anglicismos, gitanismos, etc. Sólo los eruditos interesados en estos fenómenos y los historiadores de la lengua lo saben, sí ellos lo saben, pero ¿las sienten como palabras extranjeras? Está claro que no. La historia es por definición un constante devenir, se escribe día a día, la escribimos día a día con nuestra vida y nuestra actividad. Y si la literatura tiene que ver con la vida, ésta refleja de un modo u otro nuestra historia, nuestra identidad y nuestros problemas de identidad.

4. Cristalización poética neoalemana en la escritura de Emine Sevgi Özdamar

La escritura de la autora neoalemana Emine Sevgi Özdamar ilustra de un modo especialmente plástico la plural naturaleza de los materiales que conforman el conglomerado de nuestra cultura y es a su vez un claro ejemplo de cómo la lengua alemana es “portadora de experiencias, recuerdos e historias” –por decirlo con las palabras ya citadas del propio Chiellino-, que, a pesar de venir “de fuera”, forman parte del presente alemán y de la historia alemana, en tanto que es precisamente esta lengua la que acoge estas experiencias y estos recuerdos y en tanto que incide en primera línea en quienes acceden a esta lengua de comunicación literaria.Emine Sevgi Özdamar, nacida en 1946 en Malatya, el Kurdistán turco, viaja por razones personales a la República Federal a los diecinueve años. En Berlín vivirá y trabajará de 1965 a 1967. Persiguiendo su sueño de dedicarse al teatro regresa a Turquía. Estudia de 1967 a 1970 en la Escuela de Arte Dramático de Estambul. Tras el golpe de estado en Turquía dice sentirse “desgraciada en mi lengua” y afirma, refiriéndose a la lengua turca, que “las palabras están enfermas”. Es entonces cuando vuelve a la República Federal con la intención de conocer a fondo el teatro de Brecht. A partir de este momento se instala en este país. Trabaja con Benno Besson, Mathias Langhoff y Claus Peymann, ejerce de actriz en la Volksbühne de Berlín-Este, en París y en Avignon, y empieza su carrera literaria en 1982 con una obra de teatro, Karagöz in Alamania, que se estrenará en el Schauspielhaus de Frankfurt am Main bajo su propia dirección.Si bien al principio de su carrera literaria se sirve de la lengua turca, pronto adopta la alemana y se da a conocer precisamente con las novelas que escribe en alemán.Los títulos de sus dos grandes novelas ya me parecen sintomáticos:La primera, publicada en 1992, Das Leben ist eine Karawanserei. Hat zwei Türen. Aus einer kam ich rein. Aus der anderen ging ich raus[5], recoge en la metáfora del caravasar un concepto de la vida que refleja muy de cerca aquella idea del conglomerado cultural que constituye nuestra identidad en el continuo fluir y confluir unos con otros al que antes me refería: El caravasar, como posada que acoge caravanas viajeras, nos remite a la idea de la vida como lugar provisional donde coinciden por un tiempo breve viajeros procedentes de todas partes, que pronto emprenderán de nuevo su camino en direcciones distintas. El caravasar, como parada y fonda que es de viajeros, evoca la doble condición que tiene la vida de todo ser humano como lugar de encuentro y lugar extranjero (extraño) a la vez, y las dos puertas distintas -una de entrada, otra de salida- dan cuenta de las transformaciones que sufre el bagaje de cada uno de nosotros por nuestra convivencia con otras gentes en el caravasar.La segunda novela, publicada en 1998, Die Brücke vom Goldenen Horn[6], transporta en su título otra metáfora esclarecedora: El puente del Cuerno de Oro de Estambul, que comunica las partes oriental y occidental de la ciudad, como nexo que permite el encuentro y el transvase bidireccional entre oriente y occidente.En mis reflexiones sobre las manifestaciones de la identidad en la literatura de Emine Sevgi Özdamar quiero centrar mi atención en la primera de sus novelas Das Leben ist eine Karawanserei, porque es en este texto donde creo que mejor se manifiesta la cristalización de diversas fuentes culturales en una única personalidad identitaria:Podría considerarse esta obra como una novela de formación, un Bildungsroman interrumpido, porque la novela no muestra el desarrollo de la vida de la protagonista desde la infancia hasta la madurez, sino que nos hace testigos de su trayectoria desde su nacimiento hasta que llega a su primera juventud, cuando decide dejar su país y marcharse a Alemania. El libro termina precisamente cuando, sentada en el tren que la transporta a este país, la vida de la protagonista parece estar a punto de iniciar una nueva andadura.Para empezar, llama la atención que una novela narrada en primera persona y que glosa un periplo crucial de la vida de la protagonista -desde las primeras impresiones desde el vientre de la madre hasta los dieciocho o diecinueve años- no se sirva de la lengua turca, sino de la alemana. Alemania no tiene en este libro ni tan siquiera un papel secundario; únicamente se menciona en las diez últimas páginas de las casi cuatrocientas que tiene la novela. El lector es introducido en la Turquía de los años 50 por la voz narradora de la niña y acompaña a este personaje, durante su infancia y su crecimiento, sumergido en aquel ambiente; es testigo de los avatares de una familia kurdo-turca en su progresivo empobrecimiento como consecuencia de la inestabilidad política y económica del país y peregrina con ella en busca de un trabajo cuando el padre pierde su empleo de Estambul.La protagonista, que hace en la novela un recorrido paralelo al de la propia biografía de Sevgi Özdamar, es un claro trasunto de la autora: ¿No hubiera resultado más natural y apropiado escribir en turco? Ella ha afirmado que escribió el libro porque quería hacer revivir a quienes había perdido cuando abandonó su tierra natal. Emine Sevgi Özdamar tiene pues una fuerte relación emocional con los personajes y los lugares que convoca. Sin embargo, escribe en alemán.¿Cómo se las arregla Sevgi Özdamar para narrar con éxito los diecinueve años kurdo-turcos de su vida en la lengua alemana? Estoy convencida de que lo consigue porque -como dice Humboldt en aquella famosa frase- para ella “die wahre Heimat ist die Sprache”, concretamente “die [deutsche] Sprache”. En sus manos la lengua alemana se convierte en material maleable, que moldea a discreción según sus necesidades, de modo que, cuando en la lengua alemana no existe la expresión adecuada, ella se las ingenia para educarla; pudiera decirse que enseña a la lengua alemana a expresar cosas que hasta entonces no había expresado.La novela está preñada de frases hechas, refranes y dichos populares que la autora traduce sencillamente de manera literal al alemán: Una manifestación de buenos deseos hacia el interlocutor puede convertirse por ejemplo en un “Allah soll euch Gemütlichkeit geben” (p. 26), un personaje masculino al contemplar las olas del mar comenta: “Das Meer ist wie eine Frau. Wann sie hochkommt, wann sie sich zurückzieht, weiß man nie” (p. 15) , la abuela conmina a la niña para que se duerma del siguiente modo: “Komm, schlaf, wenn du nicht schläfst, wird die Nacht auch nicht schlafen und weckt ihre Geister” (p. 16), Mustafa, el padre, dice a su mujer para aplacar las sospechas de infidelidad hacia ella: “Schau, ich küsse den Koran, wenn ich lüge, soll Allah mir meinen Mund schief machen” (p. 30). Sumida en el relajamiento y la somnolencia de unas horas de asueto en los baños públicos, la tía de la muchacha exclama: “Heute klauen wir dem Schicksalsengel einen Tag” (p. 51 ); refiriéndose a las eternas penalidades con las que siempre tiene que bregar la gente humilde, el padre comenta: “Wie scharf die Zwiebel ist, weiß nicht der, der sie ißt, sondern der, der sie schneidet” o también: “Ach, die Welt ist eine Mühle, aus uns macht sie am Ende Mehl” (p. 77). Y en este mismo contexto, al expresar Mustafa su deseo de conseguir dinero prestado de hombres ricos, la abuela y el padre sostienen un pulso a base de dichos populares. Dice la abuela:Mustafa, große Männer geben auch große Backpfeifen. Mustafa sagte: Bei denen gibt es Geld wie Sand am Meer. Ayse sagte: Im Topf von Fremden kann man nicht kochen. Mustafa sagte: Bevor das Feuer das Dach erreicht, muß ich Hilfe holen. Ayse sagte: Mit dem Seil der Reichen kann man nicht den Brunnen runterklettern. Mustafa sagte: Wer ins Meer fällt und nicht schwimmen kann, muß die Schlange umarmen. Großmutter sagte: Das Geld der Reichen macht die Zunge der Armen nur müde. Mustafa sagte: Die Reichen werden ihr vieles Geld nicht mit ihrem Sarg in die andere Welt mitnehmen. Ich gehe Geld borgen […] (pp. 77-78).La abuela reprende las malas compañías de la nieta diciendo: “Wer mit Blinden schläft, wird schielend aufstehen” (p. 147). No es necesario que siga para que se entienda lo que quiero decir. Así se va tejiendo la novela hasta el final.Es interesante destacar que la autora contraviene constantemente y por principio las normas más elementales de cualquier manual de estudiante de primer curso de traducción, cuando vierte al alemán, de manera literal, todas estas máximas y consejos populares. Cualquier traductólogo aconsejaría despegarse de la letra y buscar lo que se denomina el correspondiente cultural en la lengua de llegada. Sin embargo, uno de los grandes atractivos que tiene la novela es precisamente que la autora convierte estos dichos turcos en propiamente alemanes y brinda al lector su acervo cultural personal; esto es: sus pensamientos en su lengua –la alemana- o al menos en una lengua que ha hecho suya. Aquí se manifiesta su historia y su cultura personal, ésta es su identidad. Significativamente, el lector tampoco tiene ningún problema de comprensión; hasta tal punto es universal este lenguaje metafórico[7].En ocasiones Özdamar echa mano de otros trucos, tales como el de hacer convivir la lengua alemana con la turca eligiendo el contexto de tal modo que de él se desprenda el significado de lo que se dice en turco, o bien explica el término parafraseando a renglón seguido lo que quiere decir a modo de comentario aclaratorio o traduce la expresión a la otra lengua, poniendo su equivalente entre paréntesis, cuando es estrictamente necesario:Así, cuando la niña regresa a Estambul, a la casa de sus padres, después de pasar las vacaciones con sus tíos, que viven en Anatolia, se produce una discusión entre la madre y la niña en los siguientes términos:Sprich nicht so, du mußt wieder istanbultürkisch, sauberes Türkisch sprechen […]. Wenn du so anatolisch sprichst, werden alle zu dir Bauer sagen […]. Ich machte wieder meine Arme auf, sagte: Mutter-Anacugum. Meine Mutter sagte: Sag: Annecigim! Nicht Anacugum. Ich sagte: Anacugum. Mutter sagte: Annecigim, ich sagte: Anacugum. Mutter sagte: Annecigim, ich sagte Anacugum […] zwischen uns diese Dialektmauer, setzten wir uns auf den Boden. Meine Mutter weinte […]: In der Schule werden sie dir das Leben wie einen engen Schuh anziehen (p. 53).O bien, cuando la abuela enseña a rezar a la niña y empieza con la palabra ritual “Bismillâhirahmanirrahim” (p. 55) su larga oración en árabe, una lengua que la pequeña no entiende. No será hasta tres páginas más adelante que la voz narradora de la protagonista aclara: “Dann habe ich im Buch geguckt, was Bismillâhrirahmanirrahim heißt: Im Namen Gottes, oder im Namen Allahs, der schützt und vergibt” (p. 58). O la otra variante: “Meine Großmutter sagte: ‘Mustafa, mein Sohn, mach doch fünfmal am Tag Richtung Mekka Namaz (Gebet)’” (p. 77), y a partir de este momento integra gradualmente la palabra turca cada vez más en el discurso; así por ejemplo cuando en la página siguiente escribe “Namaz” uniendo la palabra turca y la alemana con un guión: “Um Namaz-Gebet[8] zu machen, mußte man sich zuerst waschen und Bismillâhmanirrahim sagen” (p. 78) y da por concluido el proceso de integración escribiendo en adelante sólo “Namaz” cuando quiere referirse al rezo.Al español que lea esta novela en su original alemán le esperan además momentos doblemente gratificantes que, por añadidura, tienen la ventaja de plasmar el grado de complejidad que alcanza cualquier tejido cultural: ¿Qué español no reconocería como suyo el tratamiento vocativo cariñoso de “luz de mis ojos”, “alma mía” o “hija mía” en expresiones como “Mein Augenlicht” (p. 61) o “Weine nicht, meine Seele” (p. 105), o cuando un tendero se dirige a la protagonista diciendo: “Zucker ist alle, meine Tochter” (p. 186)? ¿Quién no descubriría la entrañable palabra “calabobos” detrás del comentario de la madre cuando, al referirse a la fina e insistente lluvia que les está calando hasta los huesos, aclara: “Dieser Regen heißt: Der den Dummen naßmacht” (p. 138).Los ejemplos desde luego no pueden en modo alguno substituir la lectura de una novela, cuyo atractivo va mucho más allá de los aspectos a los que acabo de referirme. Merece la pena sumergirse en ella y dejarse llevar por la voz de la narradora que con imparcialidad de una cronista nos permite viajar en alemán por diversos paisajes geográficos y sociológicos de Turquía.Si el número de aficionados a la literatura no fuera por desgracia tan escaso, muy probablemente más de uno de estos refranes populares pronto estarían en boca de la gente de la calle y formaría parte del más rancio refranero alemán.En una entrevista al diario Berliner Morgenpost[9] Emine Sevgi Özdamar declaraba: “Bei Heimat denke ich zuerst an Freunde und nicht an Länder”. Desde luego esto es seguro: Detrás de la última identidad de Özdamar hay una historia de amistad, hay amigos, hay la experiencia de una sociedad amable. Porque, cuando no la hay, la lengua, de modo semejante a un arma de una fuerza de ocupación, se convierte en instrumento de agresión y de rechazo, como bien dice Franco Biondi:Ein In-Frage-Stellen der Sprache als Instanz der Mehrheit hat mich immer mehr in der Auffassung bestärkt, daß die Fremde nicht so sehr in dem Menschen wohnt, der aus der Fremde kommt; primär wohnt sie in der Sprache selbst […] aufgrund der Tatsache, daß sie [die Wörter] durch die Mächtigen jeder Gesellschaft und durch die herrschende Meinung besetzt werden […], indem bestimmte Bedeutungen hineingezwungen und andere hinausgedrängt werden”.[10]

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[1] Remito al lector al artículo de Kelletat, A. F., “Wie deutsch ist die deutsche Literatur”, Jahrbuch Deutsch als Fremdsprache 21 (1995), 37-60.
[2] Weinrich, H., “Gastarbeiterliteratur in der Bundesrepublik Deutschland”, LiLi, Gastarbeiterliteratur, 16 (1986).
[3] Pazarkaya, Y., “Türkiye, Mutterland – Almanya, Bitterland… Das Phänomen der türkischen Migration als Thema der Literatur”, H. Kreuzer, P. Seibert (eds.), Zeitschrift für Literaturwissenschaft und Literatur (LiLi) 56 (1984).
[4] Berliner Morgenpost, edición del 3 – 5 – 2000.
[5] Özdamar, E. S., Das Leben ist eine Karawanserei. Hat zwei Türen. Aus einer kam ich rein. Aus der anderen ging ich raus, Köln: Kiepenheuer & Witsch 1994. Las citas de la novela hacen referencia a esta edición alemana.Edición española: La vida es un caravasar, trad. de Miguel Sáenz, Madrid: Alfaguara 1996. También con el título La vida es un caravasar: tiene dos puertas, por una entré, por la otra salí, Barcelona: Círculo de Lectores 1996.Edición catalana: La vida és un caravaserrall, trad. de Ramon Monton Lara, Barcelona: Proa 2003.
[6] Özdamar, E. S., Die Brücke vom Goldenen Horn, Köln: Kipenheuer & Witch 1998.Edición española: El puente del Cuerno de Oro, trad. Miguel Sáenz, Madrid: Alfaguara 2000.Edición catalana: El pont del corn d’or, trad. de Ramon Monton Lara, Barcelona: Proa 2000.
[7] En este contexto remito al lector al artículo de Benjamin, W., “Die Aufgabe des Übersetzers”, que reflexiona sobre la naturaleza de las lenguas y sobre la dicotomía ‘traducción libre’ vs. ‘traducción literal’. Citando a Rudolf Pannwitz, que en opinión de Benjamin ha hecho una de las mejores aportaciones a la teoría de la literatura que se han publicado en Alemania, escribe: “’unsre übertragungen auch die besten gehn von einem falschen grundsatz aus sie wollen das indische griechische englische verdeutschen anstatt das deutsche zu verindischen vergriechischen verenglischen. Sie haben eine viel bedeutendere ehrfurcht vor den eignen sprachgebräuchen als vor dem geiste des fremden werks ... der grundsätzliche irrtum des übertragenden ist dass er den zufälligen stand der eignen sprache festgält anstatt sie durch die fremde sprache gewaltig bewegen zu lassen. Er muss zumal wenn er aus einer sehr fernen sprache überträgt auf die letzten elemente der sprache selbst wo wort bild ton in eins geht zurück dringen er muss seine sprache durch die fremde erweitern und vertiefen man hat keinen begriff in welchem masze das möglich ist bis zu welchem grade jede sprache sich verwandeln kann [...].” Y más adelante afirma el mismo Benjamin: “Wo der Text unmittelbar, ohne vermittelnden Sinn, in seiner Wörtlichkeit der wahren Sprache, der Wahrheit oder der Lehre angehört, ist er übersetzbar schlechthin.”, Walter Benjamin. Gesammelte Schriften, IV. I, Frankfurt a. M.: Tillman Rexroth, Suhrkamp 1981, 20 y 21 respectivamente.
[8] La negrita de las citas es mía.
[9] En el suplemento cultural del 17-09-1998.
[10] “Krechel, R. / Reeg, U. (eds.), Franco Biondi, München : Iudicium 1989, 17.

(En: Revista de Filología Alemana, RdFA, Vol. 15, 2007)

Publicado por Anna Rossell en 10:02

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Anna Rossell: "Mi viaje a Togo"


Mi viaje a Togo, de Anna Rossell, p. 11
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Sobrecubierta del libro: "Mi viaje a Togo"

Publicado por Anna Rossell en 12:49

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Birago Diop: "Cuentos del Sahel" (por Anna Rossell)

Presentación del libro de Birago Diop, Cuentos del Sahel (por Anna Rossell)
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PRESENTACIÓN DEL LIBRO

Birago Diop, Cuentos del Sahel, trad. de Laura-Remei Martínez-Buitrago, Prefacio de Léopold Sédar Senghor, Takusan Ediciones (Colección Horizonte), Barcelona, 2006
Título original: Les nouveaux contes d’Amadou Koumba, ed. Présence africaine, Paris, 1958(Viernes, 1 de diciembre de 2006)

por Anna Rossell

Debo agradecer a mi amigo Sidi Seck, de Takusan Ediciones, la oportunidad que me ha brindado de presentar este libro, en primer lugar porque me honra celebrar con él y con todos ustedes la primera traducción al español de un autor que cumple conocer y cuya forzada y clamorosa ausencia de los anaqueles de nuestras librerías y bibliotecas ha sido -hasta ahora- verdaderamente lamentable. Que yo sepa sólo existe, desde el año 2003, un libro con la rúbrica de este autor, traducido al catalán, que publicó la editorial Maikalili bajo el título de Contes de la sabana africana. Debemos congratularnos pues por tener el privilegio de asistir al acto que nos da la oportunidad de conocer a este autor en español, del que esperamos se siga a partir de ahora la traducción de toda su obra, que, no por discreta en número, es menos merecedora de ser difundida entre nosotros.Y puesto que Birago Diop era aquí hasta ahora un nombre prácticamente desconocido, empezaré mi presentación dedicando unas palabras a su persona, a modo de introducción, y pasaré luego a referirme concretamente al libro que nos ocupa.Birago Diop nació en Dacar –Senegal- el año 1906 en el seno de una familia de la etnia wolof y murió en 1989. Estudió veterinaria en Toulouse y ejerció su profesión en diversos países de África occidental: en Sudán, Costa de Marfil, Alto Volta, Mauritania y Senegal. En los años sesenta, cuando Senegal obtuvo la independencia, se dedicó a la diplomacia y fue embajador en Túnez. Se asoció al movimiento de la negritud –movimiento que se inició ya en los años 30 a partir de artistas africanos residentes en Europa y que tuvo como objetivo luchar contra la colonización cultural, reivindicando la recuperación de lo auténticamente africano- y conoció a su principal impulsor Léopold Sédar Senghor. La escritura de Diop es de expresión francesa y reivindica la literatura africana tradicional, lo cual se refleja en su trabajo como recopilador de cuentos de transmisión oral, aunque no sólo en tanto que recopilador-escritor de cuentos. Su obra, si bien no es muy numerosa, tiene la peculiaridad de haber cristalizado en registros literarios tan diversos como el cuento, la fábula, la poesía, el teatro y las memorias; éstas últimas forman cinco volúmenes, que por las características que reúne su autor -personaje cultivado, observador, sensible y buen escritor, que ejerció su profesión como veterinario y como diplomático en cinco países de África occidental-, son de especial interés desde el punto de vista de diversas disciplinas.Muy especialmente me ha impresionado de él un poema que me gustaría leerles aquí, como una pequeña muestra -muy pequeña- de la calidad que alcanza Diop, también como poeta. Si bien la traducción, y mucho más tratándose de poesía, acostumbra a ser sólo un pálido reflejo del original, espero hacerles llegar con estos versos una intuición de la musicalidad, del ritmo, de algunos juegos lingüísticos, de algunas de las connotaciones inherentes a las palabras francesas que él elige sopesadamente, de la profundidad del sentimiento, del sentido convencimiento que las impulsa y de lo que dice y nos sabe transmitir sin obstáculo alguno desde la esencia más medular de su africanidad a la esencia más íntima de nuestra europeidad, la de nuestros románticos y nuestros filósofos panteístas.Para hacerse una idea cabal de lo que acabo de decir recomiendo encarecidamente que visiten ustedes la página web dedicada al autor que se encuentra fácilmente con el buscador google y en la que, si lo desean, podrán escuchar la impresionante voz del propio autor recitando este mismo poema en la lengua original. Entender o no el francés es, en este caso, lo de menos.La traducción que leeré ahora es mía, pero he partido de una versión de Verónica Pereyra, que se encuentra en esta página web. Dice así:El aliento (Título original: Les souffles)Escucha mucho másLas cosas que a los seres,La voz del fuego se oye,Oye la voz del agua,Escucha en el viento el sollozo del zarzal:Es el aliento de los ancestros.Los muertos nunca se fueron:Están en la sombra que clareaY en la sombra más oscura,Los muertos no están bajo tierra:Están en el árbol que se estremece,Están en la madera que cruje,Están en el agua que fluye,Están en el agua que duerme,Están en la choza, están en la gente:Los muertos no están muertos.Escucha mucho másLas cosas que a los seres,La voz del fuego se oye,Oye la voz del agua,Escucha en el vientoEl sollozo del zarzal:Es el aliento de los ancestros muertos,Que no se han ido,Que no están bajo tierra,Que no están muertos.Los muertos nunca se fueron:Están en el seno de la mujer,Están en el niño que lloraY en el ascua que se aviva:Los muertos no están bajo tierra,Están en el fuego que se extingue,Están en el hierbal que llora,Están en el peñón que gime,Están en el bosque, están en la morada,Los muertos no están muertos.Escucha mucho másLas cosas que a los seres,La voz del fuego se oye,Oye la voz del agua,Escucha en el vientoEl sollozo del zarzal,Es el aliento de los ancestros.Él renueva cada día el pacto,El gran pacto que une,Que une para siempre nuestra suerteA los actos de alientos más fuertes,A la suerte de nuestros muertos, que no están muertos,Oneroso pacto que nos une a la vida,La onerosa ley que nos une a los actosDe los alientos que se muerenEn la cama y en las orillas del río,Los alientos que se muevenEn el peñón que gime y en el hierbal que llora.Los alientos que moranEn el juego claroscuro de la sombra,En el árbol que se agita, en la madera que cruje,Y en el agua que fluye y en el agua que duerme,Los alientos más fuertes, que transportanEl aliento de los muertos, que no están muertos,Los muertos, que no se han ido,Los muertos, que ya no están bajo tierra.Escucha mucho másLas cosas que a los seres,La voz del fuego se oye,Oye la voz del agua,Escucha en el vientoEl sollozo del zarzal,Es el aliento de los ancestros.http://neveu01.chez-alice.fr/birasouf.htmLes souffles (versión original)Ecoute plus souventLes choses que les êtresLa voix du feu s’entend,Entends la voix de l’eau.Ecoute dans le vent le buisson en sanglots:C’est le souffle des ancêtres.Ceux qui sont morts ne sont jamais partis:Ils sont dans l’ombre qui s’éclaireEt dans l’ombre qui s’épaissit.Les morts ne sont pas sous la terre:Ils sont dans l’arbre qui frémit,Ils sont dans le bois qui gémit,Ils sont dans l’eau qui coule,Ils sont dans l’eau qui dort,Ils sont dans la case, ils sont dans la foule:Ecoute plus souventLes choses que les êtresLa voix du feu s’entend,Entends la voix de l’eau.Ecoute dans le ventLe buisson en sanglots:C’est le souffle des ancêtres morts,Qui ne sont pas partisQui ne sont pas sous la terreQui ne sont pas morts.Ceux qui sont morts ne sont jamais partis:Ils sont dans le sein de la femme,Ils sont dans l’enfant qui vagitEt dans le tison qui s’enflamme.Les morts ne sont pas sous la terre:Ils sont dans le feu qui s’éteint,Ils sont dans les herbes qui pleurent,Ils sont dans le rocher qui geint,Ils sont dans la forêt, ils sont dans la demeure,Les morts ne sont pas morts.Ecoute plus souventLes choses que les êtresLa voix du feu s’entend,Entends la voix de l’eau.Ecoute dans le ventLe buisson en sanglots,C’est le souffle des ancêtres.Il redit chaque jour le pacte,Le grand pacte qui lie,Qui lie à la loi notre sortAux actes des souffles plus forts,Le sort de nos morts qui ne sont pas morts,Le lourd pacte qui nos lie à la vie.La lourde loi qui nous lie aux actesDes souffles qui se meurentDans le lit et sur les rives du fleuve,Des souffles qui se meuventDans le rocher qui geint et dans l’herbe qui pleure.Des souffles qui demeurentDans l’ombre qui s’éclaire et s’épaissit,Dans l’arbre qui frémit, dans le bois qui gémitEt dans l’eau qui coule et dans l’eau qui dort,Des souffles plus forts qui ont prisLe souffle des morts qui ne sont pas morts,Des morts qui ne sont pas partis,Des morts qui ne sont plus sous la terre.Ecoute plus souventLes choses que les êtresLa voix du feu s’entend,Entend la voix de l’eau.Le buisson en sanglots,C’est le souffle des ancêtres.Hasta aquí la breve introducción a la persona de Birago Diop. Me referiré ahora al libro concreto que presentamos esta noche:Ya he aludido antes al autor como recopilador-escritor de cuentos de transmisión oral. Este volumen, Cuentos del Sahel, reúne un conjunto de fábulas y cuentos que no son exactamente originales de Diop, sino historias transmitidas oralmente a través de generaciones que Birago Diop escuchó de boca del griot Amadou, hijo de Koumba, a quien el autor considera su maestro. Si bien Diop se presenta como un mero traductor de las palabras de Amadou Koumba, Léopold Sédar Senghor afirma en el prefacio que ello debe de ser por modestia, porque –y cito a Sédar Senghor- “Diop no se contenta con una traducción literal palabra por palabra [...], los relatos del griot, él los ha repensado y escrito como artista negro y francés al mismo tiempo, sin olvidar que traduttore traditore.”Así pues Diop no se limita simplemente a verter al francés lo que escucha en lengua wolof de Amadou Koumba, sino que aporta detalles de su propia cosecha, quita de aquí y pone allá y le da el toque estilístico personal que lleva el sello de la pluma de quien fija a través de su propia escritura una tradición ancestral.Este libro, además del prefacio introductorio de Sédar Senghor, reúne en 152 páginas 13 fábulas y cuentos de una región de África occidental subsahariana denominada Sahel, un área geográfica que, limítrofe por el norte con el sur del Sáhara, se extiende horizontalmente de izquierda a derecha del continente africano –desde el Atlántico hasta el Nilo Blanco-, dibujando una franja bien delimitada, que implica Mauritania, Senegal, Mali, Guinea, Burkina Faso, Níger, Nigeria, Camerún, Chad y Sudán y que históricamente es la cuna de algunos de los grandes imperios medievales africanos como el de Ghana o el de Mali. Esta recopilación de cuentos, ya en sí meritoria como pequeño homenaje a la oralidad y compendio de antiquísimas historias provenientes de una zona culturalmente bien delimitada, tiene además la virtud de estar escrita con una prosa fresca, fluida, simpática no exenta de humor que la hace apetecible al lector desde el principio hasta el final. Quien en sus páginas espere encontrar lejanías exóticas, planteamientos de problemáticas ajenas por incomprensibles o situaciones rayanas en los límites de su imaginación se verá profundamente defraudado (quien avisa no es traidor). Porque, en lugar de ello, se paseará por un mundo que, contrariamente y aun sin ser su propio mundo, le resultará extraordinariamente familiar: asistirá a las aventuras de personajes humanos –hombres, mujeres y niños- que conviven con Bouki-la-Hiena, Gayndé-el-León, Sègue-la-Pantera, Thile-el-Chacal, Leuk-la-Liebre, Nièye-el-Elefante, Bèye-la-Cabra, Thioye-el-Loro, N’Djougoupe-el-Murciélago o Golo-el-mono, se encontrará con sombras de estatuas que se transforman en hombres de la eterna juventud, árboles que hablan y dan consejos y galletas que conversan, luchan y se persiguen... Escuchará a personajes malos que, como en nuestras recopilaciones de los hermanos Grimm o de Andersen exclamarán “Aquí huele a carne humana”, se topará con quienes deben recibir merecido castigo por irse de la lengua, con maleducados que no saben guardar las formas a la mesa de un anfitrión e infringen las reglas de una urbanidad también muy nuestra y con madrastras que, como en la cenicienta, acabarán mal sus días por maltratar y explotar a su hijastra. Y sólo he hecho un brevísimo repaso de los contenidos. También desde el punto de vista formal se observa asombroso parecido con las fábulas más rancias de la tradición europea. Y es que cuanto más leemos y conocemos de literaturas culturalmente ubicadas en las geografías más lejanas, más nos vemos obligados a concluir que la naturaleza humana vierte en un crisol de materiales obligadamente comunes, por humanos, sus fantasías, sus deseos, sus mitos y sus utopías, y en ello precisamente estriba lo universal del material literario, al tiempo que hace de una literatura determinada un clásico universal. Y, a pesar de ello, con todo lo común, lo que nos resulta cercano y resuena a nuestros oídos como un eco, con todo lo parental y familiar, ¡cómo nos enriquecen los matices, cómo gozamos entonces de las diferencias, de lo que nos envuelve en un mundo a la vez conocido y sorprendente...!Al igual que los nuestros europeos, estas fábulas y cuentos tienen la prerrogativa de apelar a la imaginación y a la inteligencia de mayores y pequeños, de jóvenes y no tan jóvenes; no van dirigidas a un público exclusivamente infantil. Al contrario, se trata de historias que, por la función educadora y de cohesión social que se proponen, invocan y convocan a toda la sociedad y hacen el deleite de cualquiera, incluso si uno, aprovechando sólo al mínimo las posibilidades del texto, las lee exclusivamente para sí. Y digo esto porque Birago Diop, seguramente siguiendo la tradición de la oralidad con que estas historias se han narrado durante siglos para el oído y la vista de los reunidos alrededor del griot, subraya con recursos formales la fuerza teatral que contienen y sugiere con naturalidad su puesta en escena: así cada una de estas narraciones invita a no ser simplemente narrada, sino a la interpretación, a los cambios de registro, de voces, de muecas y de gesticulación, a la metamorfosis camaleónica en los distintos personajes por parte del narrador que, de este modo, consigue atraer aún más la atención de su público y trasladarlo a su universo fantástico. Un buen abanico de recursos estilísticos facilita esta escenificación teatral de los textos, incluso en la versión ya más clásica para el público europeo de una supuesta puesta en escena con los correspondientes actos y papeles dramáticos: la increíble matización de caracteres en la rica palestra de personajes que despliegan, la estructura formal -en la mayoría de los casos bien diferenciada- que, exenta sin embargo de rigidez, permite desglosar el texto en una introducción, un desarrollo y una moraleja, y el reto que representa trasladar a un escenario el universo abstracto, fabuloso –mítico- que proponen. Y quiero subrayar aún otra cualidad -en este caso seguro que debida exclusivamente al genio y al ingenio personal de Birago Diop- y es la manera integradora con que el autor sabe dirigirse a la vez a un público africano-wolof y a uno europeo-francés (o, en su traducción, también al de cualquier otro idioma) jugando como lo hace con ambas lenguas -en las cancioncillas que constantemente van salpicando los textos por ejemplo-, haciéndolas convivir, traduciendo de una a la otra pero como si de una sola lengua se tratara, o bien ingeniándoselas para que, sin necesidad de la traducción –a través de la estrategia de la repetición- el lector o el oyente-espectador sea capaz de entender sin darse prácticamente ni cuenta de que le han cambiado el código.No puedo sino felicitar, y felicitarme a mí como lectora- a Takusan Ediciones por brindarnos este regalo y en tan oportuno momento, ahora que se celebra el centenario del nacimiento de Birago Diop. Una editorial que, en su corta existencia, está dando sobradas y evidentes muestras de la vocación que tiene: llenar vacíos que claman al cielo, ofrecer a los lectores los tesoros que lo son por doble razón: por su calidad y porque no se encuentran, una editorial que contribuye con ello a la difusión de un conocimiento que representa un enorme enriquecimiento cultural y una indispensable plataforma para el diálogo entre las culturas. Como decía Juan Goytisolo al concluir la conferencia que dio el pasado martes en la Biblioteca de Cataluña con motivo de la presentación de otro libro Diàlegs sense fronteres, "en lo universal siempre hay que sumar, nunca, nunca restar".

Anna Rossell (Viernes, 1 de diciembre de 2006)

Publicado por Anna Rossell en 10:08

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Anna Rossell, V.V.A.A., Diccionario de personajes históricos y de ficción en la literatura alemana (por Anna Rossell)

Anna Rossell, Coautora, Diccionario de personajes históricos y de ficción en la literatura alemana (por Anna Rossell)
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V. V. A. A., Diccionario de personajes históricos y de ficción en la literatura alemana. Coordinadora Eva Parra Membrives, Verbum, Madrid, 2001 (449 págs.)

Por Anna Rossell

Sin duda todo aquél que se interese por la literatura -sea éste crítico literario, profesor, estudiante o devoto lector- celebrará con creces la publicación de este diccionario. Los profesionales, estudiosos y aficionados a las bellas letras conocemos la enorme utilidad de los libros de consulta que nos permiten recabar datos y orientarnos en el vasto universo literario.Las literaturas producidas en los ámbitos culturales más próximos disponen ya desde hace tiempo de indispensables y reconocidas obras de referencia a las que todos recurrimos. Las épocas, corrientes o escuelas literarias, los motivos o temas, los autores o los títulos de las obras son los criterios que han guiado casi siempre la concepción de estas enciclopedias o diccionarios de las literaturas occidentales. El criterio a partir de los personajes de ficción es sin embargo completamente inusual.En este sentido el Diccionario de personajes históricos y de ficción en la literatura alemana constituye una original y útil aportación que facilita la consulta a través de una nueva vía y que permite hacerse una idea cabal de cada una de las obras literarias cuyos personajes define. Las entradas que recoge no se limitan a los protagonistas. Al incluir la descripción de varias figuras del mismo libro el Diccionario ofrece al usuario una interpretación matizada y rica de la obra completa ya que aborda la trama desde el análisis de los diferentes personajes. Sin tratarse de una obra ambiciosa cumple destacar que, al centrarse en la literatura en lengua alemana -y no sólo en la literatura de Alemania, como la ambigüedad del título podría sugerir-, ofrece a los lectores en lengua española un compendio informativo sobre aquellas literaturas centroeuropeas que han tenido mayor repercusión e influencia en las letras y la cultura universales de occidente. Los amantes de la cultura en general y los filólogos en particular pueden congratularse por este Diccionario que, al tratarse del primero producido en nuestro país de estas características, constituye una herramienta utilísima, hasta ahora inexistente, para todos aquellos que no tienen acceso a obras de consulta publicadas en lengua alemana. Su utilidad para ellos es tanto mayor cuanto que el Diccionario no se limita únicamente a obras literarias traducidas al español, sino que recoge también textos inéditos en esta lengua.El Diccionario es el fruto del trabajo de un equipo de una veintena de especialistas en las literaturas en lengua alemana, germanistas profesores e investigadores de diferentes universidades españolas. Muy acertada resulta, por su sentido práctico, la ordenación de las setecientas entradas de los personajes que reúne según un criterio estrictamente alfabético. Asimismo es muy eficaz para la consulta de los datos la decisión de hacer valer un criterio flexible -la ordenación por el nombre, el apellido o el sobrenombre de los personajes en función de su denominación más conocida. Loable es también la intención de abarcar lo más significativo de entre los autores y de las obras de todos los tiempos: desde los primeros testimonios literarios medievales hasta los años ochenta. Sin embargo salta a la vista que el propósito resulta demasiado ambicioso para las setecientas entradas que registra. Por la misma razón este trabajo adolece de falta de equilibrio en cuanto a la selección de los autores y las obras que recoge, que no reflejan con coherencia el peso específico de cada cual en el correspondiente canon literario: habida cuenta del discreto volumen del Diccionario no están justificados algunos de los registros ni la flagrante ausencia de otros. Esta es probablemente su mayor flaqueza que urge corregir en una segunda edición.No cabe duda de que merece la pena retomar esta iniciativa y aprovechar este esfuerzo como punto de partida para construir, a partir de él, un diccionario cada vez más completo que corrija progresivamente los vacíos y desequilibrios del primero. La urgencia y la utilidad de un proyecto de estas características concebido en lengua española salta a la vista por el enorme alcance que supone más allá de las fronteras de nuestro país.Mientras tanto, no deja de ser una ventaja el manejable formato de este Diccionario cuyas proporciones, con sus cuatrocientas cuarenta y nueve páginas, permiten calificarlo de libro de bolsillo que, en todos los aspectos, ha sido concebido –como todos los originales diccionarios de la editorial Verbum- para facilitar su uso en la práctica. A ello contribuyen también los tres índices que contiene –de autores, de obras con los títulos originales alemanes y de obras con los títulos traducidos al español- así como la marca con un asterisco de todos aquellos nombres que remiten a otra entrada reseñada en el Diccionario. El libro no incluye ninguna explicación referida a los criterios que se han seguido para las referencias que se hacen entre corchetes a continuación de las respectivas entradas, un aspecto que sería conveniente subsanar y completar añadiendo los datos relativos a la traducción –o a su ausencia- de las obras al español. Algún pequeño error de detalle deja traslucir la injustificada humildad de la coordinadora y coautora de este trabajo, Eva Parra, que suscribe sólo la coordinación y no se incluye entre los autores que son veinte, y no diecinueve como consta en la relación inicial.A todos mis más sinceras felicitaciones.

(En: FORUM página web de la Associació de Germanistes de Catalunya)

Publicado por Anna Rossell en 12:53

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Anna Rossell: "Intimidad" (Microrrelato erótico)

Intimidad
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por Anna Rossell

Un escalofrío recorrió su cuerpo, como cada vez que, de nuevo, percibía su presencia y su voz le susurraba al oído las palabras que siempre habían provocado en ella aquel sentimiento de lenta e imparable excitación. Después sobrevenía el vértigo abismal al que ambos se entregaban y que ella sabía conducir con la impúdica decisión de su preciso tacto hasta perder el control y la noción del tiempo. Ahora era él quien estudiaba atento cada estremecimiento apenas imperceptible cuando su mano acariciaba la yerma calidez debajo de la sábana. Sentía aquel leve erizamiento del vello, que el primer día había creído pura imaginación. Desde que había adquirido la certeza acudía regularmente a la cita. Con la respiración aún agitada se incorporó, exhausto, y salió antes de que la enfermera entrara para la inspección rutinaria y les sorprendiera. Era su secreto desde el día en que él se había negado a aceptar el estado de coma profundo en que la había sumido el trágico accidente.

(publicado en VVAA, Microscopios Eróticos, Ediciones de la Univ. De Salamanca, 2006), en: Microrrelato I

Publicado por Anna Rossell en 20:37

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Anna Rossell: "Vida de mort" (Poema)


Vida de mort
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Acariciaves l’ombra de l’abisme
de límits nuvolosos
i amb un bes profundde terra buida
avui l’has abastat.
Abraçada amorosa de tenebra,
t’has fos amb l’amant que desitjaves,
anhel obert de temps etern,
melangia d’un món en clau de tu.
Era aquest el secret que tu guardaves,
malalt de vida per besar la mort?
Infinita tendresa empresonada,
has deslliurat els lligams d’aquell dolor?
La teva mà ha llevat la reixa que el tancava;
closa, no hi creixia la llavor,
la vida no neixia de la vida.
Només has regat flors després de mort.

(Octubre, 1991)

(Anna Rossell, en: El Clavell. Revista de Cultura, núm. 1, primer trimestre, 1997, p. 2)


Publicado por Anna Rossell en 20:34


1 comentarios:

Anna Rossell dijo...

Un amic m'acaba d'escriure, per correu electrònic, que li ha encantat aquest poema. No seré jo tan humil com per no incorporar el seu comentari a la tertúlia, si ell no ho fa. Amb això l'animo a fer-ho per ell mateix i sense cap vergonya. Però també haig de dir que m'encanten els homes vergonyosos.
11 de febrero de 2009 11:15
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Anna Rossell: "Adiós a la infancia, adiós" (Microrrelato erótico)

Adiós a la infancia, adiós (de Anna Rossell

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Anna Rossell

Se habían descubierto una a otra una mañana de verano cuando Marga, como todos los años, pasaba parte de las vacaciones estivales en la casa de campo de sus abuelos. Estaba allí, agazapada e inmóvil entre la maraña de hierba que rodeaba la alberca, mirándola con ojos fijos. Marga recordaba vivamente aquel momento: había permanecido un buen rato a su lado, en silencio, y sólo transcurrido un tiempo se había atrevido a aproximarse, lentamente. Con inmensa cautela acercó su mano izquierda hasta tocarla y palpó con dedos temblorosos su piel húmeda. Estaba fría. El leve estremecimiento de aquel cuerpo le cambió la vida para siempre. Entonces la besó, y perdió al instante su inocencia cuando comprobó que la rana no se había transformado en príncipe. A pesar de la pata herida, la vio desaparecer de un enorme brinco por detrás de la tapia.

(Publicado en VVAA, Microscopios Eróticos, Ediciones de la Univ. De Salamanca, 2006), en:
Microrrelato I

Publicado por Anna Rossell en 20:39

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Anna Rossell: "Última esperanza" (Microrrelato erótico)

Última esperanza (de Anna Rossell)
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No temas, no voy a hacerte nada, dijo el chico. La mujer palideció.


(Publicado en VVAA, Microscopios Eróticos, Ediciones de la Univ. De Salamanca, 2006), en: Microrrelato I

Publicado por Anna Rossell en 20:40

2 comentarios:

Gregorio Luri dijo...

Pues ahora mismo me la linko.
23 de julio de 2008 8:29

Anna Rossell dijo...

Señor Luri, hace tiempo escribió usted un comentario a esta entrada, que no he podido descifrar, debido a su muy personal uso de la lengua española. Tras innumerables pero infructuosas consultas a diccionarios de todo tipo, incluidos los históricos, he de rendirme a la evidencia de mi ignorancia: ¿Qué significa "linkar"?
11 de febrero de 2009 11:11
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Ruby Slipperjack, Honrar al sol (por Anna Rossell)

Ruby Slipperjack, Honrar al sol (por Anna Rossell)
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PARAÍSO ROTO

HONRAR AL SOL (Fragmento revisado del diario de la Lechuza), Trad. de Laura Brasó Fàbregas, Takusan Ediciones, Barcelona, 2007, 304 págs.

Anna Rossell

Se leen con relajación y placer las trescientas páginas de esta novela, la primera de la escritora canadiense Ruby Slipperjack (Whitewater Lake, Ontario, 1952), con la que se ganó amplio reconocimiento de los lectores de su país. Y es que de sus páginas emana fuerza, convicción y autenticidad. No cabe duda de que el privilegiado marco natural de la pequeña localidad al norte de Ontario, donde transcurre la acción de la historia narrada, es un lugar venerado por su autora, un lugar que ella erige en la quintaesencia de sí misma, el crisol donde se formó, siendo como es una novela sin duda en buena parte autobiográfica. Honrar al sol transporta en el título el lema programático con el que la autora rinde homenaje a la cultura que la engendró, la ojibwa, que le proporciona una infancia feliz en consonancia y armonía con la naturaleza. Construida al estilo de un diario en el que la protagonista anota en primera persona los acontecimientos importantes en función de las cuatro estaciones del año, la narración abarca desde el verano de 1962 al de 1968. El lector se convierte así casi más en actor y coprotagonista que en espectador, deviene un miembro más de la numerosísima familia que habita la cabaña de la niña y la acompaña en su desarrollo desde sus diez a sus dieciséis años. El estilo vivo y fresco de la prosa, redactada siempre en presente, fruto de la elevada capacidad de observación de la protagonista y sensible reflejo de sus estados de ánimo y de los cambios que se obran en su evolución, proporciona la empatía necesaria para zambullirse en la trama de principio a fin. Lechuza, sobrenombre que recibe la niña, es, como la autora, una aborigen ojibwa, que crece en un pueblecito al norte de Ontario donde vive con su madre, sus hermanos y otros tres niños, que se crían y educan bajo el mismo techo. El generoso espacio de libertad que supone la vida de la pequeña en constante convivencia con otros muchos niños en el espléndido marco natural de esta región canadiense, con su clima extremo, agudiza los sentidos y potencia el carácter despierto y resuelto de la protagonista, que se refleja en la prosa asimismo inteligente, decidida y simpática de sus anotaciones, muy bien traducida al español. Sin embargo el pequeño pueblo de cabañas dispersas en las cercanías de un lago y una isla, rodeado de bosque, adonde llega el tren, no es en ningún momento una pintura idílica, un paraíso propiciador de virtudes y de buenas almas rousseaunianas. Lejos de idealizar el lugar de sus orígenes, la autora describe con mirada lúcida la realidad y presenta la dureza de la vida tal cual es, y, si bien esto sucede desde el principio, la crudeza y la degeneración van en aumento a medida que avanza la novela. Así el alcoholismo y sus consecuencias –el abandono de los hijos y los malos tratos a los más débiles-, que antes amenazaba desde fuera la paz y la felicidad en casa, acaban por minarlas desde dentro y van haciendo mella en sus círculos más íntimos de manera progresiva. Honrar al sol reúne las cualidades de la buena literatura y es por sus características una novela ideal para cualquier adolescente, aunque no sólo para él. No es de extrañar que forme parte de los programas de lectura de muchas de las escuelas de su país. Celebramos la publicación de esta novela, lo único de la autora que ha visto la luz en español, y animamos desde aquí a Takusan Ediciones a editar otros títulos de Slipperjack.

Publicado por Anna Rossell en 14:19

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Albert Calls, Recensión del libro de Anna Rossell, Mi viaje a Togo, Montflorit, Barcelona, 2006

Albert Calls, Recensión del libro de Anna Rossell, "Mi viaje a Togo", Montflorit, Barcelona, 2006
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El Quadern d'Albert Calls
MI VIAJE A TOGO, d'ANNA ROSSELL

Mi viaje a Togo, d'Anna Rossell, amb il·lustracions de Pilar Millán. Editorial Montflorit

Són temps aquests en els quals es torna a valorar l'escriptura dietarista, de diaris personals que aportin nous punts de vista sobre la realitat fragmentària i multiforme que ens toca de viure. Això és degut, en part, a l'increment dels anomenats blogs a la xarxa digital, en part també perquè l'actual vida accelerada fomenta una necessitat de saber de tot i alhora un rebuig a l'excedent d'informació repetitiva que ens endollen cada dia, ens agradi o no, amb totes les maneres possibles de fer-ho. Mi viaje a Togo és una d'aquelles obres que es mereixen un espai de reflexió perquè s'hi nota la voluntat de transmetre experiències que han canviat la vida de la seva autora, encara que sigui des de la transversalitat de l'ànima. L'ha escrit Anna Rossell, maresmenca vinculada a la cultura, que va fer un viatge a l'Àfrica occidental l'abril de 2004, que és la base d'aquest diari de caire literari. D'altra banda, un dels puntals d'aquest volum publicat per Editorial Montflorit és, sens dubte, la vida gràfica en paral·lel que li atorguen les il·lustracions de Pilar Millán. El lector hi trobarà petits moments robats amb paraules i imatges a un altre món que és molt diferent del nostre, tant que ens atrau conèixer-lo i saber que existeix. Més que un llibre, Mi viaje a Togo és una petita capsa de paraules carregada d'històries que volen arribar a l'ànima i que ho aconsegueixen. Una lectura en uns temps en què és difícil trobar llibres que no vulguin ser comercials, sinó solament sincers i ben escrits.

posted by albertcallsxart 7:09 PM 0 comments
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Cecilia Dreymüller, Incisiones. Panorama crítico de la narrativa en lengua alemana desde 1945


Cecilia Dreymüller, Incisiones. Panorama crítico de la narrativa en lengua alemana desde 1945
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LETRAS ALEMANAS DESDE LA POSGUERRAINCISIONESPANORAMA CRÍTICO DE LA NARRATIVA EN LENGUA ALEMANA DESDE 1945Cecilia DreymüllerGalaxia Gutenberg / Círculo de Lectores, Barcelona, 2008, 392 págs.Anna RossellNo es tarea fácil la que se propone Cecilia Dreymüller (1962, Nohn, Eifel, Alemania) con este ensayo, que, como reza el subtítulo, quiere ofrecer al lector hispano un panorama crítico de la narrativa en lengua alemana desde 1945. Presentar una visión de sesenta años de producción literaria sin caer en la soporífera e inútil enumeración etiquetada, de la que pecan a menudo este tipo de libros, ya es mérito suficiente. Pero Incisiones no sólo no se deja llevar por esta tendencia, sino que logra mantener hasta el final el interés de un texto que se lee con inusual placer.En tres grandes apartados, que subrayan los momentos más significativos de esta literatura, “Ninguna hora cero”, “La repercusión del 68” y “La caída del muro”, Dreymüller nos ofrece una selección de autores y obras altamente depurada, que en sí misma supone ya un virtuoso ejercicio de equilibrio y objetividad y que osa romper “la reverencia académica”. En este amplio recorrido la autora se plantea cuestiones fundamentales y busca las respuestas escrutando las trayectorias creativas de los narradores: estudia con mirada crítica y revisionista a autores consagrados, reflexiona sobre la influencia de la historia y la política en la recepción de algunos y se pregunta por el papel que jugó el Grupo 47 en el ostracismo de autores no afines a él. Ajena a modas y clamorosos éxitos, Dreymüller dibuja el paisaje de las buenas letras alemanas con trazo decidido y minucioso. Más allá de los más grandes, que figuran en el índice y que Dreymüller trata con mayor detenimiento, la autora se sirve de los subcapítulos -cuyos epígrafes, sopesadamente definitorios, reflejan el constante diálogo con la historia que caracteriza a esta literatura- para hacer la oportuna introducción a cada uno de los momentos significativos de una cesura, al tiempo que aprovecha para presentar la correspondiente pléyade de escritores notables que no puede tratar tan extensamente, sin dejar por ello de hacerlo a conciencia. Dreymüller, hispanista de formación afincada en España, que ejerce la crítica literaria en medios españoles y alemanes, muestra en esta obra la misma soberanía que denotan sus reseñas literarias, domina la materia que aborda y mantiene una exigencia de criterio que sabe transmitir afinadamente gracias al uso magistral de la lengua española que la caracteriza. Dreymüller consigue realmente incidir, con la exactitud de un cirujano, en la anatomía de la literatura en la que opera. La preciosista y diferenciada prolijidad con que la autora analiza cada una de las obras seleccionadas, testimonio indiscutible de que conoce de primera mano y en profundidad cada una de ellas, logra condensar en cuatrocientas páginas, con su precisa concisión, más de medio siglo de panorama narrativo.El libro, que no pretende ser ni un manual al uso ni una historia de la literatura, es finalmente mucho más que esto, pues, más allá de proyectar una idea global de la narrativa en lengua alemana desde 1945 hasta nuestros días, intenta responder a las preguntas esenciales que se han ido planteando en su evolución, incita a la lectura de los textos y autores que analiza y sirve a la vez de obra de consulta. De gran utilidad para el lector hispano resulta, además, la relación de autores y títulos citados donde se especifica si existe traducción al español.Uno de los muchos méritos de este trabajo reside en el hecho de que Dreymüller afronta su tarea sin los prejuicios con que se suelen tratar a autores mitificados y, en su objetivo y ponderador celo analítico, señala tanto los aspectos más encomiables como los puntos más débiles de autores y obras.En el epílogo, conciso y contundente, en el que Dreymüller diagnostica la desaparición de aquella raza de escritores que han influido en la realidad de su tiempo, de los que hoy no se avistan sucesores, la autora pasa revista a algunos de los factores que impiden que medre la literatura de calidad, señalando como causas el cambio de orientación de la política editorial y los métodos actuales de incentivación de la literatura creativa, causas que lamentablemente no afectan sólo a la literatura en lengua alemana. Una obra indispensable de la que es probablemente una de las voces más acreditadas de este ámbito en España.
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Cecilia Dreymüller, Incisiones. Panorama crítico de la narrativa en lengua alemana desde 1945 (por Anna Rossell)

Cecilia Dreymüller, Incisiones. Panorama crítico de la narrativa en lengua alemana desde 1945 (por Anna Rossell)
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LETRAS ALEMANAS DESDE LA POSGUERRA

INCISIONESPANORAMA CRÍTICO DE LA NARRATIVA EN LENGUA ALEMANA DESDE 1945, Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores, Barcelona, 2008, 392 págs.

Anna Rossell

No es tarea fácil la que se propone Cecilia Dreymüller (1962, Nohn, Eifel, Alemania) con este ensayo, que, como reza el subtítulo, quiere ofrecer al lector hispano un panorama crítico de la narrativa en lengua alemana desde 1945. Presentar una visión de sesenta años de producción literaria sin caer en la soporífera e inútil enumeración etiquetada, de la que pecan a menudo este tipo de libros, ya es mérito suficiente. Pero Incisiones no sólo no se deja llevar por esta tendencia, sino que logra mantener hasta el final el interés de un texto que se lee con inusual placer.En tres grandes apartados, que subrayan los momentos más significativos de esta literatura, “Ninguna hora cero”, “La repercusión del 68” y “La caída del muro”, Dreymüller nos ofrece una selección de autores y obras altamente depurada, que en sí misma supone ya un virtuoso ejercicio de equilibrio y objetividad y que osa romper “la reverencia académica”. En este amplio recorrido la autora se plantea cuestiones fundamentales y busca las respuestas escrutando las trayectorias creativas de los narradores: estudia con mirada crítica y revisionista a autores consagrados, reflexiona sobre la influencia de la historia y la política en la recepción de algunos y se pregunta por el papel que jugó el Grupo 47 en el ostracismo de autores no afines a él. Ajena a modas y clamorosos éxitos, Dreymüller dibuja el paisaje de las buenas letras alemanas con trazo decidido y minucioso. Más allá de los más grandes, que figuran en el índice y que Dreymüller trata con mayor detenimiento, la autora se sirve de los subcapítulos -cuyos epígrafes, sopesadamente definitorios, reflejan el constante diálogo con la historia que caracteriza a esta literatura- para hacer la oportuna introducción a cada uno de los momentos significativos de una cesura, al tiempo que aprovecha para presentar la correspondiente pléyade de escritores notables que no puede tratar tan extensamente, sin dejar por ello de hacerlo a conciencia. Dreymüller, hispanista de formación afincada en España, que ejerce la crítica literaria en medios españoles y alemanes, muestra en esta obra la misma soberanía que denotan sus reseñas literarias, domina la materia que aborda y mantiene una exigencia de criterio que sabe transmitir afinadamente gracias al uso magistral de la lengua española que la caracteriza. Dreymüller consigue realmente incidir, con la exactitud de un cirujano, en la anatomía de la literatura en la que opera. La preciosista y diferenciada prolijidad con que la autora analiza cada una de las obras seleccionadas, testimonio indiscutible de que conoce de primera mano y en profundidad cada una de ellas, logra condensar en cuatrocientas páginas, con su precisa concisión, más de medio siglo de panorama narrativo.El libro, que no pretende ser ni un manual al uso ni una historia de la literatura, es finalmente mucho más que esto, pues, más allá de proyectar una idea global de la narrativa en lengua alemana desde 1945 hasta nuestros días, intenta responder a las preguntas esenciales que se han ido planteando en su evolución, incita a la lectura de los textos y autores que analiza y sirve a la vez de obra de consulta. De gran utilidad para el lector hispano resulta, además, la relación de autores y títulos citados donde se especifica si existe traducción al español.Uno de los muchos méritos de este trabajo reside en el hecho de que Dreymüller afronta su tarea sin los prejuicios con que se suelen tratar a autores mitificados y, en su objetivo y ponderador celo analítico, señala tanto los aspectos más encomiables como los puntos más débiles de autores y obras.En el epílogo, conciso y contundente, en el que Dreymüller diagnostica la desaparición de aquella raza de escritores que han influido en la realidad de su tiempo, de los que hoy no se avistan sucesores, la autora pasa revista a algunos de los factores que impiden que medre la literatura de calidad, señalando como causas el cambio de orientación de la política editorial y los métodos actuales de incentivación de la literatura creativa, causas que lamentablemente no afectan sólo a la literatura en lengua alemana. Una obra indispensable de la que es probablemente una de las voces más acreditadas de este ámbito en España.

(En: Quimera. Revista de Literatura)

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Perfil: Adalbert Stifter, pintor de modelos de noble humanidad (Anna Rossell)

Perfil: Adalbert Stifter, pintor de modelos de noble humanidad (por Anna Rossell)
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PERFIL

Adalbert Stifter, pintor de modelos de noble humanidad

ANNA ROSSELL

Rendir culto a lo pequeño (“Andacht zum Kleinen”), éste fue el ideal estético de Adalbert Stifter (Oberplan –Bohemia-, 1805 – Linz –Austria-, 1868), cuyas obras, precisamente por ello, no alcanzaron pleno reconocimiento hasta después de la Primera Guerra Mundial. Las consecuencias del Congreso de Viena -la constitución de Alemania en nuevos Estados y la configuración de Austria como potencia continental a partir de 1815- tuvieron su repercusión en el arte y la literatura, cuyos representantes –agotados ya los idearios del clasicismo y del romanticismo y guiados por interpretaciones opuestas de la filosofía hegeliana- adoptaron posiciones radicalmente contrarias ante el ambiente prerrevolucionario de 1848. Frente a la toma de partido político progresista de la Joven Alemania, que se sentía atraída por los centros urbanos, los autores de la burguesía conservadora de la época, que la historia de la literatura conoce como Biedermeier, prefirieron la soledad de la vida retirada en el campo, un aislamiento buscado tras el cansancio y el desencanto por los fracasados intentos de liberalizar el régimen absolutista. Sin que mediara ninguna voluntad programática entre ellos, los autores Biedermeier creyeron poder conciliar lo reaccionario con lo revolucionario, reconocieron el alejamiento de la realidad del idealismo romántico sin abjurar de él y buscaron la armonía en la síntesis, un camino a media distancia entre ambos extremos, tarea imposible que les condujo pronto a la renuncia, el pesimismo y la resignación ante el destino. Ello cristalizó en torno a los valores de la religión, el Estado, la patria chica y la familia y dio como producto una literatura ensalzadora de lo tradicional, de raigambre localista, que impidió su divulgación más allá de sus fronteras lingüísticas, contrariamente a lo que sucedía en esta misma época en Francia o Gran Bretaña, que practicaban una literatura de cuño universal. Por ello nombres como Annette von Droste-Hülshoff, Franz Grillparzer, Karl Immermann, Nikolaus Lenau, Eduard Mörike, Ferdinand Raimund o Adalbert Stifter, por nombrar sólo los más destacados, no han trascendido apenas fuera del ámbito de conocimiento de los especialistas. Por ello llama la atención la coincidencia ahora de la publicación de cuatro obras de Adalbert Stifter, el que probablemente llegó a ser el prosista Biedermeier más destacado, por parte de cuatro editoriales distintas: Abdías (Editorial Nórdica), Brigitta (Bienza), El sendero en el bosque (Impedimenta) y Verano tardío (Pre-textos).Stifter, hijo de un tejedor y comerciante de lino, criado en los bosques de bohemia, para quien el arte consistía en “trabajar en lo que este mundo tiene de celestial”, fue heredero de la religiosidad católica burguesa y de los ideales humanistas y estéticos de Goethe. A su escritura preciosista, que rendía culto a la vida honrada y sencilla del humilde creyente que encuentra la paz interior en una recta conducta moral sin pasiones ni ambiciones al servicio de la pequeña comunidad, se le reprochó con razón la idealización del mundo rural hasta la afectación, pero precisamente esta devoción suya por los paisajes naturales y las situaciones idílicas constituye al propio tiempo el punto débil y el fuerte de su literatura. Su capacidad de observación y el cuidado de lo nimio dieron a su pluma la agilidad del pincel. Stifter, pedagogo, pintor y autor literario, se consideraba a sí mismo antes pintor que escritor y son sin duda sus descripciones del paisaje lo más logrado de su literatura. El escritor austríaco pinta con maestría bosques, montañas, lagos, ríos, valles y campos, penetra en los ambientes y consigue sincronizar las percepciones sensoriales, de modo que el olfato y el oído acompañan al lector en la visualización de cuadros, que le retrotraen a las pinturas del romanticismo de Caspar David Friedrich o le anticipan estilos posteriores, como los de Max Ernst o Arnold Böcklin, que se inspiró indudablemente en un pasaje de la narración El solterón para componer su obra más conocida La isla de la muerte (1886). Los textos de Stifter nacen animados de un espíritu moralizador, edificante, a partir de vidas que pretenden ser modélicas, rezuman melancolía del pasado y adoptan a menudo la forma de cuentos, narraciones de otro tiempo o recuerdos de la infancia. Sus primeras narraciones, algunas con reminiscencias románticas al estilo de Jean Paul, que vieron la luz de modo aislado en revistas y publicaciones periódicas y editadas más tarde bajo la denominación de “estudios” en seis volúmenes (1844-1850), reflejan ya su concepción humanística del hombre y de la naturaleza. Sus dos grandes novelas, Witiko (1865-1867) y Verano tardío (1857), son claro testimonio de su propósito moldeador de la conciencia individual. La primera, ubicada en la Bohemia del siglo XII, es una aportación importante al desarrollo de la novela histórica en lengua alemana, influida por Walter Scott, y se propone la educación de toda una colectividad en el sentido de la filosofía de la historia de Herder, la idea de que cada pueblo constituye una manifestación del plan divino y que su desarrollo sólo puede ser entendido en su pleno sentido en la medida en que se capte su "espíritu". La segunda, una novela de formación al estilo del Wilhelm Meister de Goethe, en la que el joven protagonista, hijo de un comerciante, va adquiriendo paso a paso las virtudes cristianas necesarias para llegar a ser un hombre de bien. Imbuido de espiritualidad intimista, Stifter sintetiza los principios fundamentales que han de orientar la conducta del ser humano en lo que él llama la “dulce ley” (“das sanfte Gesetz”, como aclara en la introducción a su antología Piedras de colores), que él anima a buscar en las manifestaciones de la naturaleza paisajística y humana, para conseguir el idilio de equilibrio y armonía en que se manifiesta la divinidad. La publicación ahora de estos cuatro libros, que abarcan un amplio espectro cronológico de la obra creativa de este autor –de 1842 a 1857- nos ofrece la posibilidad de conocer este período de la literatura de expresión alemana a partir de uno de sus exponentes más representativos.

(En: La Vanguardia / Culturas, núm. 343, 14 de enero 2009)

Publicado por Anna Rossell en 16:13

4 comentarios:
Núria dijo...
Em sembla molt suggerent. M'apunto la lectura per les vacances,Núria
10 de febrero de 2009 12:32
Gregorio Luri dijo...
Vengo a rendirle visita, doña Anna, y a prometerle mi fidelidad.
10 de febrero de 2009 21:55
Anna Rossell dijo...
Se aceptan fidelidades de todo tipo, Señor Luri. Estoy encantada con la suya, siendo como es usted, sabio venerable del Café de Ocata con proyección universal. También yo extiendo la alfombra roja antes sus pies ilustres.
11 de febrero de 2009 11:08
Manolo dijo...
...Pasaba por aquí y me pregunté: ¿Puedo yo también?
11 de febrero de 2009 14:28
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Un poema que muchos creen de Brecht, y que no lo es


Un poema que muchos creen de Brecht, y que no lo es
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Hay un poema, bastante conocido entre los aficionados a las letras -tanto españoles como alemanes-, que a menudo se atribuye a Bertolt Brecht y que no es suyo. La confusión es comprensible, porque la poesía tiene mucho de brechtiana, pero al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios. Y nunca mejor dicho, porque su autor es un pastor protestante antinazi, Martin Niemöller (1892-1984), que sufrió persecución y encarcelamiento por Hitler del 1937 al 1945.Éste es el poema en alemán:Als die Nazis die Kommunisten holten, habe ich geschwiegen;Ich war ja kein Kommunist.Als sie die Sozialdemokraten einsperrten, habe ich geschwiegen; ich war ja kein Sozialdemokrat. Als sie die Gewerkschafter holten, habe ich geschwiegen; ich war ja kein Gewerkschafter.Als sie die Juden holten, habe ich geschwiegen, ich war ja kein Jude.Als sie mich holten, gab es keinen mehr, der protestieren konnteTraducción al español (de Anna Rossell):Cuando los nazis fueron en busca de los comunistas, callé; yo no era comunista.Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, callé; no era socialdemócrata.Cuando fueron en busca de los sindicalistas, callé; yo no era sindicalista.Cuando fueron en busca de los judíos, callé; yo no era judíoCuando fueron a por mí ya no quedaba nadie que pudiera protestar por ello.
Publicado por Anna Rossell en 13:50

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BertolT Brecht, con "t" en el nombre de pila


BertolT Brecht, con "t" en el nombre de pila
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Otro pecadillo, esta vez sólo de los hispanohablantes, consiste en escribir mal el nombre de pila de Brecht. Escriben BertolD, en lugar de BertolT, que es lo correcto.Corríjanse los pecadores, porfa.
Publicado por Anna Rossell en 14:11

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Franz Kafka: Biografía


El "tío madrileño" de Kafka
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¿Sabíais que Kafka tenía un tío, Alfred Löwy -hermano mayor de su madre-, que fue director general de los ferrocarriles españoles? Así consta en la biografía de Klaus Wagenbach, Franz Kafka. In Selbstzeugnissen und Bilddokumenten, ed. Rowohlt, Reinbek bei Hamburg (Rowohlts Monographien, 91), 1972, p. 14. Wagenbach se refiere a él como al "tío madrileño" de Kafka.
Publicado por Anna Rossell en 20:28

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Zygmut Bauman


Sabiduría romántica contra Zygmunt Bauman y su "modernidad líquida"
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Acerca de la espléndida reflexión crítica que nos ofrece Luri en el capítulo "L'escola: pont de la confiança" (pp. 188-196)de su libro "L'escola contra el món" (La Campana, 2008, 2ª edición), en el que se refiere a la teoría de Z.Bauman sobre la "modernidad líquida" se me ocurre tomar ejemplo de los románticos:Bauman preconiza que el mundo ha entrado en una vía sin regreso en la que el tiempo es un factor que existe a pesar nuestro (lo mide en función del espacio transcurrido para la obtención del deseo). Así las características de esta tendencia irreversible serían la obtención inmediata del deseo, el consumo vertiginoso y el desarraigo.Cuando pienso en la teoría de Bauman (y de otros teóricos de la potmodernidad) me viene a la mente la sabiduría del romanticismo: los románticos alemanes (filósofos de primer rango reconocidos universalmente) valoraban extraordinariamente el viaje como fuente de aprendizaje (de hecho, los aprendices de un oficio debían hacerlo obligatoriamente como parte de lo que hoy llamaríamos su "currículum"). Sin embargo ello no era obstáculo para que ensalzaran como nadie sus raices y sus tradiciones (recuerdo aquí la valoración de lo popular -"Volk", "völkisch"-. Lo uno no excluía lo otro, y cualquiera es capaz de ver que ambos extremos se encuentran en una relación dialéctica: no podemos alejarnos de lo nuestro para aprender algo nuevo si no partimos de lo nuestro. Así arraigo y desarraigo son polos que no pueden existir el uno sin el otro.
Publicado por Anna Rossell en 12:45

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Gregorio Luri: "L'escola contra el món"


"L'escola contra el món" (2), de Gregorio Luri (La Campana, 2008)
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Sigo con mis comentarios de "L'escola contra el món", de Gregorio Luri (ed. La Campana):Deseo y reclamo una urgentísima traducción del libro al español. Me parece un texto de una clarividencia y de un realismo que hay que proclamar a los cuatro vientos y expandir en cuantas más lenguas mejor. Urgente, por otra parte -por la importancia que tiene corregir lo que es escandaloso y no puede esperar más-, porque, si asumimos las verdades que en él se proclaman, no solamente conseguiremos mejorar la institución escolar (que no es poco, ya que constituye uno de los pilares más importantes de la sociedad y la garantía de su futuro), sino también echar una mano importantísima a tantos y tantos padres que han perdido la orientación sobre cómo deben tratar y educar a sus hijos. El libro es en primera línea un alegato contra la hipocresía de las corrientes pedagógicas escolares posfranquistas (en los primeros años de un entusiasmo ingenuo comprensible, después -muy poco después- ni mucho menos tan ingenuo ni tan entusiasta, pero igualmente férreo en su actitud). Es también un libro valiente, porque muchas de aquellas convicciones siguen en boga incluso con renovado ímpetu y posee, además, la virtud de estar muy bien documentado, sin que ello haga en absoluto esforzada su lectura. Bien al contrario, el libro de Luri se lee con enorme fluidez por su prosa ligera y por su humor subliminal entreverado, que no le hace perder ni un ápice de su erudición. Y tiene aún una cualidad inestimable, que hace, si cabe, más creíble todo lo que en él se afirma y sobre lo que se reflexiona: que el texto es eminentemente pedagógico por la claridad de la exposición, la contundencia de los argumentos y la precisión con que sólo el talento de un maestro (en el pleno sentido de la palabra)sabe encontrar anécdotas y ejemplos para clarificar lo que desea exponer. Es, a mi entender, una obra de indispensable lectura para todos los profesionales de la enseñanza (de todos los niveles)y, sobre todo, para los estudiantes de pedagogía. Lejos de pretender moralizar, el libro llama a las cosas por su nombre, dice al pan, pan y al vino, vino, señala los problemas con claridad y plantea alternativas. Todo ello en una prosa amena, que hace del texto una lectura recomendable hasta para los más ajenos a la profesión. ¿Cuántas veces encontramos un libro así?
Publicado por Anna Rossell en 10:54

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Nueva picaresca alemana: "Com el soldat repara el gramòfon" (por Anna Rossell)

Nueva picaresca alemana (por Anna Rossell)
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Sasa Stanisic, Com el soldat repara el gramòfon, Trad. de Jordi Jané-Lligé,Proa, Barcelona, 2008, 280 págs.

Ambiciosa y memorable esta primera novela en lengua alemana del joven escritor bosnio Sasa Stanisic (*Visegrad –Bosnia oriental-1978), nominada al Deutscher Buchpreis 2006. En un ejercicio de catarsis el autor reescribe la propia historia y la de su familia en clave de ficción, liberándose así del trauma de la guerra civil de su país (1992-1995), al tiempo que recupera los recuerdos de su infancia y de su tierra natal, bruscamente truncados por la huida de la familia a Alemania en 1992. Con el protagonista Aleksandar Krsmanovic, un joven en la primera adolescencia que crece en la ciudad de Visegrad, Stanisic se construye un alter ego que cuenta, en primera persona y desde la perspectiva del niño adolescente, las vivencias y los juegos de la infancia, la personal percepción de familiares y vecinos, el primer amor, la terrible experiencia de la guerra, la emigración, el olvido y la memoria. Aleksandar, que mantiene con su abuelo Slavko una entrañable relación emocional y hereda de éste el arte de hacer magia y de contar historias, se erige así en precoz observador y narrador de una biografía convulsa que comienza poco antes de la desmembración de Yugoslavia y termina diez años después con el regreso del joven Aleksandar a un país dividido, en busca de los recuerdos que tuvo que dejar atrás de la noche a la mañana, cuando despertaba al primer amor. Por la variación de ingredientes que reúne pudiera decirse que éste es un libro que trata del poder redentor de la imaginación y la fabulación y de sus límites, un libro sobre la pérdida y sobre el amor, un libro sobre la guerra y sus consecuencias. Sin embargo la empresa que el autor aborda en primera línea no es tanto de carácter temático como formal.Sobre la base de la perspectiva infantil y de la imaginación fabuladora, Stanisic desarrolla un ambicioso y peculiar estilo en el que convive la narración más o menos convencional con textos de otros registros, como cartas, notas informativas y algún que otro poema. Entre el realismo y la sátira, la novela es heredera de la picaresca de Grimmelshausen –a su vez conocedor de la española y de quien adopta, además, el estilo sintético de los títulos- y de Günter Grass. Como la de Oskar Matzerath en El tambor de hojalata, la de Aleksandar es una voz ingenua, pero al tiempo perspicaz, que impregna el flujo textual de un tono ligero, a menudo humorístico y en ocasiones grotesco. El autor logra un mosaico narrativo a caballo entre la voz omnisciente y el monólogo interior, a la vez que, como Döblin en Berlin Alexanderplatz, hace uso frecuente de la parataxis eliminando a menudo al narrador o anulando la transición entre su voz y la de otros personajes. En este sentido formal la de Stanisic es una novela ambiciosa, que, a pesar de la complejidad de la composición lingüística que se propone, consigue escenas magistrales. Sin embargo el eco de la ingenuidad y el liviano pero constante tono humorístico que transporta la voz del protagonista, desde el principio hasta el final, predominan incluso sobre las escenas dramáticas y poéticas, también cuando Aleksandar ha dejado de ser un niño o cuando intervienen otros personajes. Así contaminado, el texto adquiere una uniformidad que acompaña machaconamente al lector, hasta en los momentos en que el autor depone el gesto satírico. Es, con todo, una novela muy recomendable y el de su joven autor, un nombre que probablemente dará mucho que hablar en el mundo de las letras alemanas. Los lectores disponen ahora de la versión española (Alfaguara), en traducción de Richard Gross, y de la catalana (Proa), en versión de Jordi Jané. Ambos, traductores garantizados, tanto por su buen conocimiento de la lengua alemana, como por su sensibilidad y buen gusto en español y en catalán.Anna Rossell

(Publicado en "Quimera. Revista de literatura", num. 304 (marzo 2009)

Publicado por Anna Rossell en 11:08

2 comentarios:
mpons dijo...
Vaja, com sempre se m'acumulen les lectures, tot i que aquesta prendrà posicions de privilegi... Estic a punt de fer la compra per Amazon... Salut!
3 de marzo de 2009 14:29
Anna Rossell dijo...
Doncs sí, crec que val la pena llegir-lo. A més està traduït per en Jordi (Jané), que sempre és un plus. No ets pas tu l'únic a qui se li acumulen les lectures (no sé si et servirà de consol).
3 de marzo de 2009 18:21
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Stefan Zweig

Bona nit Anna, amb el que va d'any he llegit uns quants llibres i en aquest moment en tinc tres de començats: Gomorra de Roberto Saviano, L'ànima està en el cervell, d'Eduard Punset i Los Mejores relatos de Roald Dahl (aquest últim m'està agradant molt, ja llegia R. Dahl quan li comprava al meu fill els llibres que publicava pels joves). Però dels que he acabat de llegir n'hi ha un que m'ha agradat molt i el recomano: Mendel, el de los libros, de Stefan Zweig. Té 57 pàgines però és una petita joia. No és sorprenent ja que la bona literatura d'aquest autor és prou coneguda. No sé si aquesta edició d'Acantilado, 2009 és un pas per recuperar un clàssic. En tot cas benvingut -o millor: ben tornat- Sr. Zweig!
12 de marzo de 2009 23:49

9 de marzo de 2009

Griselda, benvinguda a la tertúlia!

Aquí podrem seguir les nostres reflexions sobre els llibres que ens interessin en comú, encomanar-nos interessos l'una a l'altra i compartir-los amb altres. Quan et vingui de gust proposa un tema, un comentari, una reflexió... I farem tertúlia! Sobre tot si convidem a altres a sumar-s'hi.

4 de marzo de 2009

Els dimarts poètics d'el "Vins i Divins", a ·El Masnou

Ahir, el Vins i Divins ens va oferir, com sempre, una altra vetllada extraordinària i entranyable: una obertura de l'espontània Alícia, que es va llançar a llegir textos seus de gènere divers: contes, poemes, pensaments... per fer boca. Després Pau Gener i Jordi Vintró ens van deleitar amb les seves creacions poètiques amb una complicitat humorística molt especial. També com sempre els de la Labreu hi eren, per acompanyar amb la seva presència els seus poetes. A ells felicitacions per la bona feina que fan, tan bona com convençuda. Amb raó.