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CONTERTULIOS SEGUIDORES
SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO SAHARAUI
¿PARA CUÁNDO LA JUSTICIA?
PROYECTO EDUCATIVO EN ÁFRICA (Director Xec Marquès)
ACEC (Associació Col·legial d'Escriptors de Catalunya)
Autor/a/es: ROSSELL IBERN, Anna Maria
Editorial: Gedisa
Idioma/s: Castellano
Nº de páginas: 222
Por Andrea Springer
Introducción
El libroManual de Traducción alemán/castellano,
de Anna María Rossell Ibern, está dividido en cinco capítulos. El manual
pretende hacer por un lado un análisis de errores y vicios y por el otro
ofrecer una reflexión general sobre la práctica traductora. El trabajo va
dirigido a futuros traductores, profesionales del sector, o a quienes deben
superar cualquier prueba de traducción. En el libro se tratan aspectos que
habitualmente quedan excluidos en la enseñanza de idiomas. Este manual habrá
conseguido su objetivo si facilita la tarea tanto al aprendiz como al
profesional, el motivo principal es el de sensibilizar.
Resumen
Se manifiestan ciertos vicios con regularidad al traducir.
¿Cuáles pueden ser las causas? La autora intenta clasificar los errores más
comunes por tipos. Los contagios entre una lengua y otra no siempre son
evidentes y muchas veces se deben buscar en el mero hecho de traducir. La denominación
de los tipos de errores no siempre remite al texto original sino a menudo a la
versión traducida, con el fin de cotejar se adjuntan ambos textos por sistema. Para la clasificación Rossell Ibern se ha basado
en traducciones publicadas de diversos temas y textos de diferente índole. Se
trata de una elección de traducciones de indiscutible calidad y una selección
de ejemplos de errores habituales en distintas fuentes.
Capitulo primero: La
operación traductora. Valoración global de sus dificultades
¿Dónde radica tanta dificultad? La respuesta es múltiple pero
sobre todo es fundamental tener una buena competencia lingüística. No nos
interesa solo el texto sino también a quien está dirigido. Encontramos pistas
sobre el receptor por el léxico empleado y la sintaxis, así como por la
información añadida, el contexto. El traductor debe ser buen conocedor de las
realidades socioculturales de las respectivas comunidades lingüístico de las
que se ocupe. El traductor primero es lector y luego receptor, por último es
creador, pero no libre si no condicionado. Está condicionado consciente e
inconscientemente. Conscientemente por elegir las mejores equivalencias no solo
lingüísticos, e inconscientemente por múltiples interferencias de diversa
naturaleza. El traductor debe saber manejar con soltura los diferentes
registros (variedades del idioma) en la lengua de llegada. La autora divide en cuatro las grandes fuentes
de interferencias: - Comprensión del texto como producto del
malentendido - Redactar en texto en la lengua propia - Abordar las tareas de traducir - Traducir específicamente de una lengua
original y no de otra Las últimas tres fuentes coexisten y se
entremezclan. Rossell Ibern identifica al traductor como una
especie de mago que a veces genera unatercera lengua.
La tercera lengua
Una traducción mala puede haberse producido porque el
traductor haya entendido mal el texto original o porque no haya sabido
expresarlo en la otra lengua. Hay que distinguir entre la estructura
superficial (nivel formal) y estructura profunda (nivel semántico). Cuando una
traducción es de lectura incomoda, y decimos que «suena mal» probablemente se
deba al empleo de la tercera lengua, la cual puede deberse a la falta de
dominio de la lengua meta. Pero no siempre es así al estar cotejando
constantemente estructuras y palabras de dos sistemas lingüísticos diferentes
pueden surgir colapsos o interrupciones en el hilo de pensamiento, que se verán
reflejados en incoherencias sintácticas y semánticas o en defectos de estilo.
Estos problemas no pasarían o con mucha menos frecuencia si pensáramos directa
y únicamente en nuestra propia lengua. La lengua de partida dirige nuestra
concepción con demasiada fuerza desde el primer momento, como cuando traducimos
el alemánWie geht’s?por¿Cómo te va?en vez de¿Cómo
estás?Es la
estructura sintáctica y el léxico de la lengua inicial que determina
decisivamente la traducción. A veces incluso la morfología del término en la
lengua de partida influye como cuando traducimosEinbildungskraftporcapacidad imaginativaen vez deimaginación.
Por el grado de atención que reclama una palabra en el texto original puede que
le llegamos a colocar unacamisa de fuerzaen la traducción. Con frecuencia
podemos afirmar por la tercera lengua que leemos una traducción y hasta podemos
sin gran esfuerzo identificar la lengua de partida. La lengua del país donde
vivimos gana en algún momento la partida, las interferencias que genera nos
permiten aventurar la procedencia de emisión casi sin equivocarnos. Una traducción
debe ser libre de la rigidez, del rebuscamiento y de la falta de naturalidad
que confiere la influencia de la lengua del texto original. Los traductores
necesitamos distanciarnos del trabajo una vez terminado este, debemos dejarlo
reposar para releerlo más tarde. Es entonces cuando seremos capaces de percibir
latercera lenguay
corregir la traducción.
¿Por qué una versión y
no otra?
Como traducimos los dialectos y las marcas, o los nombres de
por ejemplo unos grandes almacenes, que en una cultura se conocen y tienen
sentido y en la otra no, si los traducimos están fuera de contexto.
Dos percepciones
diferentes del mundo: ¿Entendimiento o malentendido?
Cada lengua nos impone su óptica, significa lo mismoWeltanschauungqueconcepción del mundo, es lo mismo hablar
en alemán deFinger und Zehendonde el español sólo conocededos.
Abarca lo mismoBerichtqueinforme.
¿Cómo traducir lo intraducible? El alemán distingue entre seis árboles donde el
español se limita a pino y abeto. El traductor debe aguzar bien el ingenio
para, en la medida de lo posible, salvar tanto las diferencias como los vacíos.
Capitulo segundo:
Problemas léxicos
La importancia de las
menudencias:und, da, aber, auch, in, etc.
A menudo las menudencias pasas más desapercibidas de lo que
debieran en traducción. Pero nada más lejos las menudencias no son nada
insignificantes pues conllevan una variación de matices. Basándose en unos
cuantos ejemplos Rossell Ibern refleja queundno
se caracteriza por su univocidad y destaca la frecuencia delundno copulativo. De igual maneraaberno siempre se traduce porpero,
hay que distinguir si el sentido es consecutivo, adversativo o incluso
temporal, pues la traducción al castellano puede varia según el sentido. La
conjunciones y adverbios, la riqueza semántica que pasa fácilmente
desapercibida. La autora del manual nos quiere sensibilizar con una breve
selección de ejemplos. Dependiendo de la necesidad de la traducciónauchpide ser traducido comoincluso,
puesto que el términotambiénseria
incorrecto. No debemos generar posibilidades de equivoco. Siguen varios
ejemplos paravor, da, über, allein, nebeneimmer. A veces la traducción de la
palabra depende del verbo empleado ya que la traducción del alemánAngst
vorno seríamiedo
ante algosi no más
bienmiedo a algo.
Los falsos amigos
léxicas o las apariencias engañan
Normalmente entendemos por falsos amigos a las palabras de la
lengua original que coinciden en su etimología de la lengua terminal, pero
cuyos significados difieren esencialmente, véase:Gymasium(instituto de enseñanza media) porgimnasio,pedantisch(meticuloso) porpedante.
Estos tipos de falsos amigos pueden producirse durante la fase de aprendizaje,
cuando el conocimiento de la lengua terminal es todavía deficiente, son menos corrientes
cuando uno ya tiene un buen conocimiento de la lengua. Entonces es cuando
surgen los otros falsos amigos, que según la autora, se basan en la asociación
fácil a menudo fija con independencia de si tienen una etimología en común o
no, lo cual también puede ocurrir con las menudencias. Traducciones muy
frecuentes de este tipo de falso amigo sería:libro pequeñoporkleines Buchen vez de librilloolibritooestantería para libroporBücherregalen vez de hablar simplemente deestantería.
También surge una forma de actuar mucho más imperceptible que los falsos amigos
tradiciones, la cual es mucho más difícil de controlar y más peligrosa: Latiranía
de la formao elmimetismo
morfológico. Por ejemplo asociamoscorrespondientea entsprechendaunque la traducción exijaconformeoadecuado a. O usamosinvestigador
de mitosporMythenforscheren vez de su análogo españolmitologista.
El consejo que nos da Rosell Ibern es que, excepto cuando las exigencias de
estilo aconsejan lo contrario, conviene siempre distanciarse de las palabras de
la lengua original quedándose únicamente con la idea que expresa, pero no la
forma de hacerlo. Para aclarar lo dicho usa la palabraTrümmerlandschaftque efectivamente se puede traducir
por paisaje (Landschaft) de ruinas (Trümmer) pero no es este el campo
asociativo que requiere la fuerza que emana la palabra si no más bien el de la
desolación. Igualmente estaría mal traducircandidatoporKandidatcuando nos referimos a unconcursanteen un programa televisivo.
El diccionario como
enemigo
No cabe duda que el diccionario es la herramienta básica del
traductor, pero a veces la ayuda de los diccionarios se vuelve contra él,
especialmente cuando la insensibilidad del traductor respeto a la palabra o
expresión es grande. Esta afirmación viene respaldada por una serie de ejemplos
congrundsätzlich, Errichtungysonst.
El primer ejemplo explica queocasiónno
es siempre la correcta traducción deAnlasssobre
todo si este se entiende como motivo o causa. La autora destaca quesonsttiene un sentido adversativo y que
exige una adaptación especifica a cada contexto, al igual que las palabraserstykaum, que exigen por parte del traductor
una reorganización completa del texto. Debemos controlar nuestro diccionario
interno, que nos adelante un determinado significado de la palabra que nos
ocupa, con preferencia a otra, aunque el contexto la desaconseje o hasta exija
otra (Gedankepuede significarpensamientopero tambiénidea).
Nos fijamos mucho en palabras aisladas, por eso son muy útiles los ejercicios
que obligan a traducir el sentido de una oración variando al máximo su
estructura.
La pérdida del punto de
referencia
Puede ocurrir por la tiranía morfológica y sintáctica que
ejerce el texto original sobre el traductor. Buscamos en la lengua de llegada
el léxico y las estructuras formalmente más similares a del original, aún a
costa de forzar la expresión natural del castellano. Perdemos el punto de
referencia cuando la coincidencia formal se nos resiste. Algunos vocablos de
uso muy frecuente en alemán presentan particular dificultad, puede porque no
exista una correspondencia en castellano que cubra fácilmente el significado
deseado en la categoría léxica del texto original, estos vocablos son los que
no permiten el calco.
Los referentes
Existen referentes con traducción innecesaria, que el alemán
utiliza por la imposición de las reglas de su gramática, pero que en castellano
no se requieren con la misma frecuencia y otros que crean ambigüedad de
sentido.
El artículo: El valor de
su ausencia
Su uso en castellano y alemán es distinto. Mientras que en
castellano tiene un valor determinante del sustantivo al que acompaña, en
alemán su necesidad de determinar o indeterminar se entiende de manera
diferente y se expresa de otro modo.
La incoherencia
semántica
Los elementos de los ejemplosgrito
suaveypasos
brevesno encajan
bien entre sí en español. En español si queremos decir que no se oyó el grito
con toda la fuerza habitual hablamos de ungrito ahogadoo ungrito sordo. El segundo ejemplo se
refiere a la expresiónpasos cortos.
Capitulo tercero: Las
estructuras
El calco estructuralocurre cuando el traductor se
deja llevar más por la apariencia formal del lenguaje que por el sentido del
mensaje que transmite. Esta tendencia se aplica incluso a oraciones enteras. El
resultado es una lengua rígida y nada fluida que entorpece la lectura hasta
dificultar la comprensión. La autora afirma, que al usar el calco tenemos miedo
a dejar la estructura conocida, que nos viene dada por el texto original, pero
debemos separarnos de ella para desprendernos de modos de hablar y de escribir
forzados y poco auténticos en castellano.
La proposición del
relativo
El calco se repite con obsesiva insistencia en los casos de
las proposiciones de relativo y las formuladas en voz pasiva. El alemán usa
tanto el relativo genitivo o con preposición como la voz pasiva de forma mucho
más generalizada que el castellano. La solución para evitar el calco en la
mayoría de los casos, se encuentra precisamente en evitar esa generalización en
los textos españoles.
El cortocircuito
sintáctico
Las inconsecuencias sintácticas se generan por el cruce de
diferentes estructuras o por haberse omitido por descuido alguna palabra al
escribir. Puede que confundamos lo que pensamos con lo que escribimos hasta el
punto de creer haber escrito lo que solo hemos pensado, luego al texto le falta
alguna pieza. Esto resulta en discordancias sintácticas. La dificultad de
prestar atención a muchos detalles a la vez, junto al hecho de concebir y
redactar un texto, forman parte de los errores que resultan en la incoherencia
sintáctica, conocida cono anacoluto.
El gerundio en
castellano y la estructura alemana und+verbo
En castellano no se debe utilizar el gerundio para referirse
a una acción posterior a la expresada por el verbo principal (gerundio de
posterioridad). En vez de querer usar el gerundio, lo suyo es seguir la misma
estructura que en alemán: Und+verbo.
El orden de colocación
de los elementos
Cada lengua hace uso de diferentes categorías para matizar o
dar énfasis a lo que se quiere expresar. El traductor debe sensibilizarse con
las posibilidades expresivas de la ordenación de los elementos en la oración,
al ser este un recurso muy sutil para conseguir enfatizar. Siempre debe estar
alerta para no dejarse contagiar por la ordenación del texto original al
traducir. El alemán tiende a iniciar una oración con el complemento directo
para darle mayor relieve. Cuando desplazamos algún elemento al traducir debemos
prestar atención de no alterar el significado. Con frecuencia al escribir
formulamos oraciones con significación ambigua, sin advertirlo incluso cuando
revisamos lo escrito. Esta ambigüedad suele producirse por una colocación
errónea de los elementos o por la polivalencia del componente causante de la
ambigüedad en cuestión. Normalmente no se debe a un contagio directo de la
lengua de partida, sino por el mero hecho de escribir. Puede ocurrir que por
tener que atar muchos cabos sueltos al mismo tiempo alguno se escapa.
La interrupción incomoda
del mensaje
La lectura de un texto debe ser en su redacción fácilmente
compresible y fluido.
Los signos de puntuación
No debemos transportar los signos de puntuación
automáticamente del texto original al traducido, puesto que primero cada lengua
tiene una normativa distinta y segundo la restructuración de toda la frase
conlleva una organización completamente distinta. La mala utilización de los signos de puntuación
puede suponer desde solo una diferencia de matiz, a provocar ambigüedad hasta
incluso crear graves malentendidos.
El punto:Distingue entre dos mensajes
diferenciados entre si que tienen distintos grados de conexión semántica.
Punto y coma:Se usa para una separación
menos tajante entre las ideas, que se exponen, existe una conexión semántica
mayor. Se emplea para realizar una conexión causa-consecuencia o enumeración.
La coma:Indica una separación necesaria
cuando la idea global que quiere exponerse no se ha expresado aún por completo
(p.ej. para separar las proposiciones en las oraciones compuestas). La coma en
español tiene una gran capacidad expresiva, su presencia o ausencia puede
variar el sentido, el matiz o acentuar o rebajar la importancia de lo queremos
expresar. En alemán el uso de la coma es más mecánico, su utilización está
prescrita por las reglas gramaticales con mayor rigidez que en castellano, no
tiene en alemán el poder significativo que tiene en castellano. Para conseguir
un efecto expresivo en alemán manipulamos el orden de los elementos de la
oración mientras que en castellano colocamos el elemento en cuestión entre
comas.
El guión:No se usa del mismo modo en
alemán y castellano. No se debe colocar de la misma manera en el original y en
la traducción. En castellano la raya hace menos incomoda la interrupcion de la
perífrasis porque indica de inmediato que se trata de un inciso.
Dos puntos:Existe una relación
sintáctica-semántica entre lo que antecede y lo que sigue a los dos puntos.
Capitulo cuarto: La
traducción de lo imposible: locuciones y lenguaje figurado
Locuciones y refranes.
El tratamiento de las piezas fijas
Las locuciones son formas fijas que se insertan como piezas
únicas, las correspondencias de la lengua terminal poco se parecen a las
unidades léxicas y las locuciones del texto original. Para traducir las
locuciones debemos olvidarnos de la manifestación formal y concentrarnos en el
sentido. Hay que traducir de modo que el sentido quede intacto. La autora nos
detalla los diferentes casos de equivalencia de las locuciones: - Puede que la lengua original use una locución
pero la terminal no - Puede que la lengua terminal utilice una
locución aunque en el original no la haya Existe el mismo problema para los dichos y los
refranes.
Lenguaje metafórico
Tanto al hablar como al escribir manejamos imágenes y el
lenguaje figurado mucho más de lo que somos conscientes, casi constantemente.
La dificultad está en dar con el léxico adecuado.
Capitulo quinto:
Cuestiones de estilo
Para redactar un texto o traducir debemos saber cambiar de
registro cuando sea necesario, es conveniente acomodar el lenguaje al objetivo.
A menudo empleamos vicios contra la sencillez en vez de quedarnos con la
elegancia de la concisión, empleamos la redundancia o usamos expresiones y
construcciones pedantes. Decimos de alguien que es pedante cuando hace
ostentación presuntuosa e inoportuna de su conocimiento o usa extranjerismos
inadecuados (p.ej.chanceporoportunidad).
Debemos evitar las expresiones rimbombantes y el lenguaje hinchado y
grandilocuente. La pobreza léxica también es importante evitar. Es un fenómeno
muy frecuente en zonas bilingües donde se habla y escribe usando un léxico muy
limitado. Es muy habitual el uso de los verbos polisémicas como tener, haber,
hacer, ser, etc. y sustantivos como casa, tema, cuestión, tío. Debe cuidarse la
riqueza léxica puesto que un uso frecuente de vocablos de la misma raíz
etimológica no es elegante. Es mucho más correcto y adecuado decirdesempeñar un cargoen vez detener
un cargoocelebrarse
una fiestaen vez dehaber
una fiesta. A veces al redactar podemos caer en cacofonías y rimas
internas por dar más importancia a otras cuestiones pues reclaman un mayor
esfuerzo.
Comentario
El manual de traducción consigue lo que pretende la
autora: sensibilizar al traductor, motivarle a aguzar el ingenio y prestar
mayor atención a cómo traducir y que debemos estar siempre alertos a nuestro
diccionario interno, el cual a veces en vez de ayudar nos lleva a cometer
errores. El libro resulta ser una muy buena ayuda gracias al sinfín de ejemplos
abarca una gran variedad de textos y estilos diferentes.
Manual de traducción alemán/castellano
Table of Contents
Editorial: Gedisa
Idioma/s: Castellano
Nº de páginas: 222
Por Andrea Springer
Resumen
Para la clasificación Rossell Ibern se ha basado en traducciones publicadas de diversos temas y textos de diferente índole. Se trata de una elección de traducciones de indiscutible calidad y una selección de ejemplos de errores habituales en distintas fuentes.
Capitulo primero: La operación traductora. Valoración global de sus dificultades
El traductor debe ser buen conocedor de las realidades socioculturales de las respectivas comunidades lingüístico de las que se ocupe. El traductor primero es lector y luego receptor, por último es creador, pero no libre si no condicionado. Está condicionado consciente e inconscientemente. Conscientemente por elegir las mejores equivalencias no solo lingüísticos, e inconscientemente por múltiples interferencias de diversa naturaleza. El traductor debe saber manejar con soltura los diferentes registros (variedades del idioma) en la lengua de llegada.
La autora divide en cuatro las grandes fuentes de interferencias:
- Comprensión del texto como producto del malentendido
- Redactar en texto en la lengua propia
- Abordar las tareas de traducir
- Traducir específicamente de una lengua original y no de otra
Las últimas tres fuentes coexisten y se entremezclan.
Rossell Ibern identifica al traductor como una especie de mago que a veces genera una tercera lengua.
La tercera lengua
Hay que distinguir entre la estructura superficial (nivel formal) y estructura profunda (nivel semántico). Cuando una traducción es de lectura incomoda, y decimos que «suena mal» probablemente se deba al empleo de la tercera lengua, la cual puede deberse a la falta de dominio de la lengua meta. Pero no siempre es así al estar cotejando constantemente estructuras y palabras de dos sistemas lingüísticos diferentes pueden surgir colapsos o interrupciones en el hilo de pensamiento, que se verán reflejados en incoherencias sintácticas y semánticas o en defectos de estilo. Estos problemas no pasarían o con mucha menos frecuencia si pensáramos directa y únicamente en nuestra propia lengua. La lengua de partida dirige nuestra concepción con demasiada fuerza desde el primer momento, como cuando traducimos el alemán Wie geht’s? por ¿Cómo te va? en vez de ¿Cómo estás? Es la estructura sintáctica y el léxico de la lengua inicial que determina decisivamente la traducción. A veces incluso la morfología del término en la lengua de partida influye como cuando traducimos Einbildungskraft por capacidad imaginativa en vez de imaginación. Por el grado de atención que reclama una palabra en el texto original puede que le llegamos a colocar una camisa de fuerza en la traducción. Con frecuencia podemos afirmar por la tercera lengua que leemos una traducción y hasta podemos sin gran esfuerzo identificar la lengua de partida. La lengua del país donde vivimos gana en algún momento la partida, las interferencias que genera nos permiten aventurar la procedencia de emisión casi sin equivocarnos. Una traducción debe ser libre de la rigidez, del rebuscamiento y de la falta de naturalidad que confiere la influencia de la lengua del texto original. Los traductores necesitamos distanciarnos del trabajo una vez terminado este, debemos dejarlo reposar para releerlo más tarde. Es entonces cuando seremos capaces de percibir la tercera lengua y corregir la traducción.
¿Por qué una versión y no otra?
Dos percepciones diferentes del mundo: ¿Entendimiento o malentendido?
Capitulo segundo: Problemas léxicos
La importancia de las menudencias: und, da, aber, auch, in, etc.
Los falsos amigos léxicas o las apariencias engañan
El diccionario como enemigo
La pérdida del punto de referencia
Los referentes
El artículo: El valor de su ausencia
La incoherencia semántica
Capitulo tercero: Las estructuras
La proposición del relativo
El cortocircuito sintáctico
El gerundio en castellano y la estructura alemana und+verbo
El orden de colocación de los elementos
La interrupción incomoda del mensaje
Los signos de puntuación
La mala utilización de los signos de puntuación puede suponer desde solo una diferencia de matiz, a provocar ambigüedad hasta incluso crear graves malentendidos.
Capitulo cuarto: La traducción de lo imposible: locuciones y lenguaje figurado
Locuciones y refranes. El tratamiento de las piezas fijas
- Puede que la lengua original use una locución pero la terminal no
- Puede que la lengua terminal utilice una locución aunque en el original no la haya
Existe el mismo problema para los dichos y los refranes.
Lenguaje metafórico
Capitulo quinto: Cuestiones de estilo
Comentario