21 de junio de 2013

POESÍA DE LA EVANESCENCIA

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Posted: 20 Jun 2013 07:17 AM PDT

Por Anna Rossell
Alfonso Levy,
Al calor de los errores
In-Verso, ediciones de poesía,
Barcelona, 2013,
102 págs.
En la breve nota que Alfonso Levy escribe como epílogo de su poemario Al calor de los errores el autor nos confiesa su amor por las palabras de las que dice que le han “salvado por lo menos una vez” y que ha vivido contando con las palabras, como se cuenta con la madre o el amor”. Sin embargo también afirma: “Todo empezó en el silencio […]”. Y es que silencio y palabras conforman un binomio dialéctico cuyas partes se justifican mutuamente: Me hablo del silencio / para saber vivir con las palabras, o El silencio me advirtió / de tanto juego vano, […], o bien: Hay un silencio que madura / frutos del pensamiento, […]. Consciente de ello, Levy desarrolla una escritura breve y concisa, sus poemas son cortos, la estructura sobria. El lenguaje poético de Alfonso Levy es lacónico, lapidario, busca en la parquedad lo esencial, escoge su léxico con la recelosa cautela de quien teme errar la elección para dejar sutil constancia de un estado de ánimo, de una emoción, de una verdad. Su poesía tiende a la captación instantánea del momento emocional o paisajístico, rehúye las voces contundentes, desprende el sosiego de un espíritu que sabe de la importancia de la lentitud para percibir y transmitir lo auténtico, lo importante, lo que proviene de su propio interior y cumple escuchar con atención para interpretarlo, como sugiere este poema de un único verso: ¿A qué esta prisa de cazador? Levy sabe de la importancia de las palabras, pero no ignora las limitaciones del lenguaje, que contrapone a la extraordinaria riqueza de la comunicación sensitiva: dejo correr el agua en las manos, / apoyo durante minutos / la frente en el cristal / como una aventura, […]. Como hitos de la idiosincrasia del alma poética son recurrentes sintomáticamente luz, claridad, párpados, mirada, triste, pena, olvido, dolor, muerte, palabras que remiten a una gestualidad suave, apenas perceptible, apenas insinuada, como rozar, asomar: Como si lo mereciese / rozo el secreto / del que no se espera una señal, […]. O bien: Hay una piedad / que asoma en la mirada, […]. Gusta de fijar el feliz instante efímero: Escasos son los momentos / en que a solas / uno cree estar junto a la luz, / una brevedad dulce / de la que no se bebe / su poso amargo, / por no empañar una dicha / que se sabe, no puede retenerse. // […]. La discreción, que el sujeto poético reclama como divisa de un modo de vivir, envuelve también lo formal: No conozco otra felicidad / que no haber olvidado; / y adentrarse en la muerte / con las mismas carencias / que llenaron la vida. […].


Dividido en tres partes, El miedo, El amor y La palabra, el autor reúne en este poemario un conjunto de certezas que ha ido destilando con calma a lo largo de una vida observadora, reflexiva y sobre todo sensible, una vida deseosa de comprender a través de los sentidos, de ahí también el gusto por la sinestesia: […] / la voz de tus manos / la nostalgia en tus ojos, / de quien conoce y calla / el adiós al roce con las cosas. O en este otro poema: En las yemas de unos dedos / hay sílabas […]. El sujeto poético rara vez se dirige a otro (y cuando lo hace parece invocarse a sí mismo), más bien describe en tercera persona: El hombre que parece enfermo / recibe la luz, / entorna los párpados / mientras se deja curar, o se refiere a sí mismo: Está llegando (me está llegando) / lentísimamente / con la demora de las cosas ciertas, / una calma noble a las manos […]. Predomina en el poemario el tono taciturno y melancólico que la voz poética saborea casi hasta la felicidad, porque hay belleza en el crepúsculo, como si éste fuera su medio natural: El túnel del dolor / asoma / en el calambre de las manos; […] / es la alegría de reconocer Febrero // (todavía en los ojos / nombres o ausencias / a la salida de la noche). En ocasiones quien habla pertenece a un mundo espectral, cercano a la muerte: […] // Sin mí, / hasta que una palabra / me despierta de la muerte. O bien: Abandonar al borde del silencio / ganado por lo incierto de la muerte, / no escapar a la belleza / de todo lo que acaba. O: Tal vez belleza / sea el primer nombre / que adopta la muerte.
Y con toda la prudencia y el minimalismo con que la voz poética parece acercarse a las palabras, la poesía de Levy es sentenciadora, desprende la convicción del aforismo, condensa en pocos versos una verdad, que se intuye largamente buscada y defendida ahora con la seguridad de una máxima, como en estos poemas de dos, tres o cuatro versos: La claridad del recuerdo / es la insistencia de la luz. O: La poesía / es asistir, todo quietud, / a como pasa. O bien: ……… / de repente basta un nombre / y duele una vez encontrado / lo que no sea pronunciarlo.
Peculiar es a menudo el uso que Levy hace de los signos de puntuación, no siempre de acuerdo con el uso tradicional y que parecen responder a la importancia que el autor otorga a la pausa, al silencio que sugiere tras una palabra o un pensamiento, como invitación a la reflexión: Más que la pena de decir adiós, / duele, oírte negar / al hombre otro que tú fuiste, / entre sus brazos / donde no llegaban los dolores de la Tierra.
© Anna Rossell
Publicado en: Periódico de Libros. Lecturas Críticas, 21 junio 2013: http://www.periodicodelibros.com/2013/06/poesia-de-la-evanescencia.html
También en: Palabras Diversas, nº 45, 15 de enero, 2014: http://www.palabrasdiversas.com/palabras/vista_dentro.asp?nombre=Anna%20Rossell%20Ibern

20 de junio de 2013

EN BUSCA DEL LENGUAJE ÚNICO

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DVD: Videolibro-objeto nº 1: El luto de los colores & Metáfora en busca del lenguaje único, La Náusea Ediciones, Monistrol de Montserrat, 2012 / 
CD: Bluesía, La Náusea Records, Monistrol de Montserrat 2012-2013.
Oxímoron (Marian Raméntol, Jaume Vendrell, Cesc Fortuny i Fabré)
http://www.oximoron.tk
http://www.facebook.com/OximoronPoesia

 
 
 
por Anna Rossell

Dividido en cuatro partes: Metáfora, en busca del lenguaje único, El luto de los colores, Galería y Biografías, los tres componentes de este grupo pictórico-poético-musical llamado Oxímoron –Marian Raméntol, Jaume Vendrell y Cesc Fortuny Fabré-, nacido oficialmente en 2012, nos ofrecen un conglomerado artístico polifacético en cuantas vertientes son capaces de manifestarse. El conjunto pretende alcanzar, como ya intentara Wagner, una Gesamtkunstwerk -una obra de arte total-, en la que todos los elementos que intervienen buscan el equilibrio y se hibridan entre sí, evitando que cualquiera de ellos esté al servicio del otro. Así, exceptuando Biografías, que da cuenta del perfil artístico-cultural de cada uno de los miembros de Oxímoron, las otras tres partes participan de esta idea común y están hilvanadas por un hilo conductor, que las unifica más allá de las características propias que las diferencia como parte.

Como anuncia el título del videolibro, Raméntol, Vendrell y Fortuny construyen una Metáfora en busca del lenguaje único, a partir de una performance, filmada en los bellos y sugerentes jardines de asilvestrada decadencia e interiores del edificio de El Konvent de Cal Rosal (Berga, Barcelona, España). Estas instalaciones de Movimentpuntzero, salpicadas de objetos artísticos y esculturas, nos sumergen en un ambiente de naturaleza y artificio. Ellos lo llenan de voz, movimiento, impacto visual y color, hasta formar un todo artístico integral, integrado y orgánico, en tanto que su concepción supera la duración limitada de su obra, sugiriéndonos la idea de arte no tanto como producción artística sino como un modo de vivir, una concepción que determina absolutamente la vida de los implicados.

El oidor-visionador del videolibro goza de la imagen de Marian Raméntol moviéndose por el bellísimo espacio del Konvent a la vez que escucha su melodiosa, reposada voz, en ningún momento sensiblera, recitando sus propios poemas, textos densos y contundentes: Soliloquio de preceptos en pentagramas de sílice, / mi vida andada cubrirá la piel / y la aprendida bañará la greda en ríos / de una sola lágrima. / Quien quiera nuevas huellas en el coraje de mi crónica / le componga un réquiem a mi biografía. (Epitafio nº 2 en Si bemol). Su léxico descarnado contrasta con la paz y la armonía que transmite el recitado y el desplazamiento reposado, que la cámara de Fortuny subraya, buscando efectos combinatorios de arte conceptual en movimiento. Voz y música, ésta de Fortuny, ejecutada por él, buscan una lograda simbiosis con la palabra a través de estridencias, crujidos, disonancias a base de instrumentos varios –armónica, mortero metálico, gong, guitarra…-, clara muestra de su gusto por la experimentación y su interés por el esoterismo y las religiones comparadas. Fortuny nos brinda también su voz recitando sus propios poemas, como los de Raméntol igualmente categóricos, que gustan del lenguaje y la imagen sexual, y de los que destacan muy especialmente los versos finales, de una impactante rotundidad: […] al caer en el útero veremos raíces y troncos, / comprenderemos el léxico de la humedad, la ortografía del musgo, / encontrando el palo cerrado en la basura y cayéndonos los ojos como al ciervo quieto. / Cuando los siquiatras pacen en los campos / y el negro semen de la codicia me emborracha como a los árboles / se alzan los muros y las cruces que conducen al olor del fuego, / de la llama ardida tantas veces. / Como un montón de tallos clausurados por el aire, / que son cobijo blasfemo, y como la madre que se peina bajo las aguas, / en la pureza de la gangrena. / No hay medicación para soportar la existencia. (El negro semen de la codicia)

El mismo concepto viene corroborado en la segunda parte, El luto de los colores, grabada en el barrio del Raval de la ciudad condal, cuyo principal protagonista es Vendrell, pintor y poeta, que, en una entrevista en movimiento, nos permite asistir al proceso pictórico del nacimiento de un cuadro de impresionante colorido y trazo, al tiempo que nos describe su modo de trabajo, su estilo de vida y su idea del arte. Vendrell entiende la pintura como una extensión de la poesía: “sacar mi poesía fuera, pero de un modo más visual”, algo que atestiguan las artísticas portadas de sus poemarios, una verdadera obra pictórica que se extiende hasta la contraportada. Al igual que Raméntol y Fortuny, busca nuevos lenguajes a través del arte, para el que le interesa especialmente el tema orgánico –su cuerpo está artísticamente tatuado- y en el que convive lo surrealista con lo figurativo.

La tercera parte, la Galería, presenta una relación de instantáneas, bellísimas fotos fijas, que reiteran la idea del lenguaje único de un interarte polifacético y orgánico en el que conviven y se relacionan naturaleza y artificio, ser vivo y objeto, para incitar nuestra imaginación y brindarnos, en este casamiento interactivo, a través de los objetos -usados como meros trampolines para la idea-, una viva muestra de arte conceptual, en el que los propios artistas devienen parte integrante de su obra de arte y de la idea.

Por otro lado, el CD, titulado Bluesía, que delata claramente la intención de hibridación artística de Oxímoron en su búsqueda de aquel lenguaje único, trabaja ahora con la palabra y la música como únicos elementos para su experimentación. El álbum no especifica la autoría de los textos recitados al son de la música de armónicas y guitarra –Cesc Fortuny-, a menudo dialogando, mientras las voces de Marian Raméntol y Jaume Vendrell recitan, alternándose. También este hecho es revelador de la voluntad del grupo de ofrecer su trabajo como un todo compacto en el que la distinción de sus componentes carece de importancia. No obstante, quien haya leído u oído anteriormente la poesía de los autores, identificará qué texto pertenece a cada cual; su sello es inconfundible, a pesar de la solidez de su denominador común, que les consolida como grupo.
A diferencia del recitado del videolibro, ahora las voces suenan majestuosas, amenazadoras a veces, con clara intención de subrayar con silencios, pausas o acentos ciertos momentos del poema, que tiende a lo escatológico, a lo descriptivo en clave surreal, a lo tremendista, casi a lo apocalíptico. Recita Raméntol invocando a la madre: […] Vendrás con tu Dios entre los dientes / para que pueda ejecutarle / con las balas marinas que me queden / […]. O bien Vendrell: […] la semilla es un nudo en la garganta, / que me ahoga y apuesta por desvelarme / en el punto álgido del sueño / sin haber hallado al hombre / que calza mis zapatos. / ¿Hacia dónde se dirige? / ¿Hay algo que responda al grito de las piedras? […]. La única similitud entre promesas y progreso / son las tres primeras letras.

Al igual que en el videolibro, la música de autoría y ejecución de Cesc Fortuny, tiene personalidad propia; no es en ningún momento un mero acompañamiento de fondo, sino que tiene el mismo protagonismo de los textos, ofrece un marco donde estos se encuadran y se desarrollan; sus sonidos sugieren a quien escucha imágenes asociativas del mismo o similar ámbito semántico que las palabras recitadas. Sintomático para la personalidad de Oxímoron es el hecho de que elijan para uno de los poemas, Promesas, la versión musical de El blues de les bestias, de la película SandWoman, de Samuel Sebastian que se resume como sigue: "SandWoman es la historia sobre una mujer escritora de 35 años, cuyas peores pesadillas están repletas de fantasmas y de espíritus necrófagos que la invaden, hasta el punto de no distinguir realidad de imaginación. Su marido, de 40 años, es un asesino que explica a su mujer todos sus crímenes para que así consiga la inspiración para escribir su novela, un libro sobre la pasión y la muerte. Una tarde, la mujer comienza a ser transformada en una bestia, y poco a poco se da cuenta de que el personaje principal de su novela, la mujer muerta, la está poseyendo". El video-libro y el CD pueden adquirirse en las direcciones editoriales del encabezamiento.

© Anna Rossell

Publicado en: http://lanauseanoticias.blogspot.com.es/2013/06/el-grupo-oximoron-bajo-la-mirada-de.html

17 de junio de 2013

QUAN JA NO QUEDA ESPERANÇA... / CUANDO NO QUEDA YA ESPERANZA ALGUNA...

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(Català)

Quan ja no queda esperança,
quan tot està perdut,
necessites encara un aixopluc
on la mort potser lliuri al vent
un bri de vida.

I que glaçat el vent,
que erma la terra
quan tan sols ja s’alimenta
de despulles.

I cap rosada, cap alba,
és rosada ni alba,
perquè tot s’ha acabat,
tot és mentida.

© Anna Rossell

(El Masnou, 16-06-2013)
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(Español)

Cuando no queda ya esperanza alguna,
cuando todo está perdido,
necesitas aún de algún refugio
donde la muerte entregue quizá al viento
un hálito de vida.

Y que helado es el viento,
que yerma la tierra
cuando ya sólo se alimenta
de despojos.

Y ningún rocío, ningún alba
es ya rocío ni alba,
porque todo acabó,
todo es mentira.

© Anna Rossell 

(El Masnou, 16-06-2013)
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(Català)

Avui, tots els corbs del món han clausurat
el bocí d’horitzó que jo albirava encara
per l’estreta finestra de ca meva.

Ha estat avui. En un instant
la terra s’ha enfosquit;
han regurgitat tota la runa del seu pap
i han cegat l’escletxa que donava als meus ulls
un feix de llum.
Parles la meva llengua, dius,
i tanmateix la teva veu no m'és familiar,
i les teves paraules ressonen buides  
en una regió nova, que sols habito jo,
on bufa un vent de glaç.
I és tot estèril.

© Anna Rossell

(El Masnou, 17-06-2013)
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(Español)

Hoy, todos los cuervos del mundo han clausurado
la porción de horizonte que vislumbraba aún
por la estrecha ventana de mi casa.

Ha sido hoy. En un instante
la tierra ha oscurecido;
han regurgitado los escombros de su buche
y han cegado la grieta que daba a mis ojos
un haz de luz.
Hablas mi lengua, dices,
y sin embargo tu voz no me es familiar,
y tus palabras resuenan vacías
en una región nueva, que sólo habito yo,
donde el viento es helado.
Y todo estéril.

© Anna Rossell 

(El Masnou, 17-06-2013)

13 de junio de 2013

PRESENTACIÓN DEL ÚLTIMO POEMARIO DE ANNA ROSSELL, ÀLBUM D'ABSÈNCIES

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Título: Àlbum d' Absències
Autora: Anna Rossell
Portada: Enerio Polanco
Idioma: Catalán
Páginas: 68
ISBN: 978-84-940540-9-9
Depósito Legal: M-4950-2013
ISBN Epub: 978-84-941025-0-9
P.V.P. 12,50 euros
Ebook 1,99 euros
https://www.google.es/webhp?sourceid=chrome-instant&ion=1&ie=UTF-8

por Eugenio Asensio

         El pasado 21 de mayo en la librería Laie de Barcelona se presentó el poemario Àlbum d'Absències, de Anna Rossell. La publicación representa un nuevo libro de poesía para la editorial Playa de Ákaba, libro que se suma a otros poemarios de la misma editorial, como son: Solo fue un post de Noemí Trujillo, Yo vivía aquí, de Carlos Zanón, Bajo la piel ceniza, de Juan Olivares, y Ahora que amaneces, de Felipe Sérvulo. Con el trabajo de Anna Rossell se abre para Playa de Ákaba la edición en catalán, que seguramente irá creciendo en los meses venideros. El acto fue introducido por la poeta y editora, tanto en catalán como en castellano, Noemí Trujillo, quien se congratuló de poder ofrecer a los lectores un libro de tanta altura poética como el de Anna Rossell. Junto a Noemí, el poeta Josep Anton Soldevila se encargó de comentar diferentes aspectos presentes en Àlbum d'Absències, así como de subrayar la hondura poética del verso de este álbum de Anna, que empieza así:

Reivindico el dret al silenci
per escoltar les més senzilles veus
d'aquest planeta en el que visc inmersa.


(Reivindico el derecho al silencio
para escuchar las más sencillas voces
de este planeta en el que vivo inmersa
.)
              
El silencio que pide la voz de Àlbum d'Absències  a mí me recuerda (y dudo que a alguien más), si se me permite,  al silencio que reclama  Hamm, personaje de Fin de partida, de Samuel Beckett, quien dice:

HAMM: Cállense, cállense, me impiden dormir. Hablen más bajo. Si durmiera quizás haría el amor. Caminaría por los bosques. Vería... el cielo, la tierra. Correría. Me perseguirían. Huiría.

 Tanto el silencio que reclama Hamm, como el de la voz del poemario, resultan imprescindibles:

Com, si no, podría el vent parlar-me
a cau d'orella de les fulles
que a la tardor visiten el teu finestral terbolinades

(...)
Què faria jo sense el murmuri
enjogassat del riu que, exultant,
m'explica el camí del seu anhel
d'abraçar l'amant marina!



(Cómo, si no, podría el viento hablarme
 al oído de las hojas
 que en el otoño visitan tu ventanal arremolinadas

(...)
¡Qué haría yo sin el murmullo
juguetón del río que, exultante,
me explica el camino de su anhelo
 por abrazar a la amante marina!)




Sobre el silencio del poema, diremos que es un punto de partida, es la preparación para alzar el vuelo que poema a poema nos trasladará a una experiencia intimista. El libro es un verdadero álbum emocional, que, a diferencia de anteriores trabajos: La ferida en la paraula (La herida en la palabra, 2010), Quadern malià /Cuaderno de Malí, 2011, muestra diferentes tipos de ausencias, diferentes fotografías pegadas en el recuerdo: como la evocación de momentos pretéritos o la distancia, reveladora de lo perdido. Siempre con tremenda fuerza y justo equilibrio, la voz de quien nos habla se nutre de palabras dinámicas que reclaman la urgencia para contar. Esa voz reclama un lector, pide ser tangible. Al acabar la lectura, se produce la sensación de que la voz ya es simiente y de que nada  ha caído sobre las piedras.


La teva mà ha llevat la reixa que el tancava;
closa, no hi creixia la llavor,
la vida no naixia de la vida.
Només has regat flors després de mort.


(Tu mano ha levantado la reja que lo aprisionaba;
cerrada, no crecía la semilla,
la vida no nacía de la vida.
Solamente has regado flores después de muerto.)


Publicado por  Eugenio Asensio Solaz en: http://librosytal.blogspot.com.es/2013/05/album-dabsencies.html


31 de mayo de 2013

UNA LECTURA IMPRESCINDIBLE

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Walter Benjamin, El París de Baudelaire,
Trad. de Mariana Dimópulos,
Eterna Cadencia Editora, Buenos Aires, 2012, 288 págs.


por Anna Rossell

Sin duda la publicación de cualquier obra de Walter Benjamin ha de ser aplaudida por la talla intelectual del filósofo y crítico cultural y la trascendencia y hondura de su pensamiento, tanto más si la edición refleja la importancia de la tarea que aborda y está hecha con el rigor profesional y académico que merece. Y curiosamente se da la coincidencia de que la editorial Abada ha emprendido hace unos años (2006) la largamente esperada y necesaria tarea de abordar la publicación en español de la obra completa del autor, a partir de la prestigiosa edición alemana de Suhrkamp Verlag, de 1974, a cargo de Rolf Tiedemann y Hermann Schweppenhäuser, con la colaboración de Theodor W. Adorno y Gershom Scholem. De ella se han publicado hasta ahora sólo algunos de los once volúmenes que abarca (I/1, I/2; IV/1, IV/2 y hay previsión del V/1 para el próximo verano). Huelga decir que ésta es una aportación indispensable para los estudiosos de Benjamin en lengua española, que hasta ahora sólo tenían acceso a una obra dispersa, incompleta, vertida a nuestra lengua por traductores distintos con la consiguiente desigualdad terminológica que ello suponía.
Ante la perspectiva de contar dentro de unos años con el proyecto completo de la editorial Abada surge la pregunta acerca de la utilidad del libro que ahora nos ocupa. Sin embargo no cabe duda de que la tiene, pues ha de interesar tanto a quienes deseen acercarse a la obra de Baudelaire como a la de Benjamin contar con el profundo estudio que el autor alemán hizo del poeta francés sin necesidad de recurrir a la obra completa, que acoge los textos relativos a Baudelaire en volúmenes distintos. Por otro lado, algunos de los textos de El París de Baudelaire, que ahora publica el sello Eterna Cadencia, no han visto aún la luz en los volúmenes de Abada. Así el lector en lengua española tiene en un único tomo los ensayos benjaminianos más importantes sobre Baudelaire, en una edición crítica rigurosa, de excelente traducción por parte de Mariana Dimópulos. La edición, igualmente basada en la mencionada alemana de Suhrkamp, incluye asimismo el impagable prólogo del experto en Benjamin, Rolf Tiedeman -Baudelaire, un testigo en contra de la clase burguesa-, que ya precedió a aquella edición.

Walter Benjamin (Berlín, 1892-Portbou, 1940) había proyectado en un principio el libro Charles Baudelaire. Un poeta lírico en la era del auge del capitalismo, dentro del marco de los Pasajes de París, considerada la obra más importante de Benjamin, un estudio histórico-filosófico del siglo XIX, como parte del Libro de los pasajes, del que sin embargo decidió excluirlo ya en 1937, pero cuyo marco esbozó en el texto “París, capital del siglo XIX”, de 1935, que Eterna Cadencia ha incluido en este libro. Tanto Charles Baudelaire como los Pasajes de París, en los que Benjamin trabajó desde 1927 hasta su muerte, quedaron inconclusos. Sin embargo el autor nos legó algunos textos, ya cerrados, destinados a formar parte de su gran proyecto global: “El París del Segundo Imperio en Baudelaire” (1938) y “Sobre algunos temas en Baudelaire” (1939). Estos textos, además, de “Zentralpark”, que cierra el conjunto, conforman El París de Baudelaire.

Ni que decir tiene que cada uno de estos ensayos es de lectura obligada por su calado para todo aquél que se interese por la sociología del arte y su metodología, pero también para quien desee seguir la evolución del pensamiento benjaminiano, reflejada en el paso de “El París del Segundo Imperio en Baudelaire” a “Sobre algunos temas en Baudelaire”, a la que contribuyó de modo decisivo la carta de Adorno a Benjamin del 10 de noviembre de 1938, quien con su crítica del primero de los dos textos y en calidad de experto en estética y teoría marxista, orientó a Benjamin en cuestiones de procedimiento. A partir de la categoría de la experiencia alienada, el teórico del arte desarrolla una interpretación de Baudelaire como poeta prostituido y su poesía como producto económico-social de su época en el sentido del materialismo histórico y consigue lo que Adorno denominó “uno de los testimonios histórico-filosóficos más grandiosos de la época”. Sus reflexiones sobre la modernidad –encarnada en París como capital del siglo XIX-, el concepto marxista del valor de cambio, el arte como mercancía, el carácter de fetiche de ésta en una sociedad productora, donde todo adquiere naturaleza mercantil, dibujan una interpretación del artista y del fenómeno artístico en la época de La obra de arte en su reproductividad técnica –como rezaba ya un título de 1936-, concretado en la figura de Baudelaire y en el modo novedoso de entender la alegoría, que si bien ya había sido estudiada por el autor anteriormente en El origen del drama barroco alemán, da en Zentralpark (Parque Central) el vuelco definitivo hacia el marxismo, que marcó un hito en el pensamiento cultural de occidente.

En torno a la idea de modernidad y de la alienación Benjamin reflexiona en Zentralpark sobre el spleen y la melancolía en Baudelaire: “El nuevo fermento decisivo que, penetrando en el taedium vitae lo convierte en spleen, es el extrañamiento de sí mismo”. Y del mismo modo que este autoextrañamiento del artista en la sociedad capitalista del siglo XIX deriva en la mercantibilidad de su producción, así también Benjamin se acerca a la integración de la mujer como prostituta en la sociedad como consecuencia de la transformación social de la modernidad y traza su paralelismo con la poesía de Baudelaire: “Que este aspecto de la prostituta haya resultado determinante para Baudelaire: a favor de esta tesis habla, no en último término, el hecho de que en sus múltiples evocaciones de la prostituta el burdel nunca sea el trasfondo de esta figura, sino la calle”. En el estudio del poeta francés Benjamin proyecta su propia idea de la concepción de la historia: “Es muy importante que lo ‘nuevo’ en Baudelaire no aporte ningún tipo de colaboración con el progreso. […]. Es ante todo la ‘fe en el progreso’ lo que él persigue con su odio […]”. Su concepción de la evolución histórica, anticipada proféticamente a su tiempo, hace de Benjamin una lectura indispensable: “Hay un cuadro de Klee (1920) que se titula Ángelus Novus. Se ve en él a un Ángel al parecer en el momento de alejarse de algo sobre lo cual clava su mirada. Tiene los ojos desencajados, la boca abierta y las alas tendidas. El ángel de la Historia debe tener ese aspecto. Su cara está vuelta hacia el pasado. En lo que para nosotros aparece como una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única, que acumula sin cesar ruina sobre ruina y se las arroja a sus pies. El ángel quisiera detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado. Pero una tormenta desciende del Paraíso y se arremolina en sus alas y es tan fuerte que el ángel no puede plegarlas… Esta tempestad lo arrastra irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve las espaldas mientras el cúmulo de ruinas sube ante él hacia el cielo. Tal tempestad es lo que llamamos progreso”. Una lectura en definitiva altamente recomendable.

© Anna Rossell

29 de mayo de 2013

OBITUARIO

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Sarah Kirsch, una visión de la naturaleza desde la poesía

Marcada por el exilio de la antigua RDA, era una de las escritoras más reconocidas de Alemania

por JOSÉ LUIS REINA PALAZÓN, en  EL PAÍS/CULTURA 28 MAY 2013 


Sarah Kirsch, poeta alemana, en 2006. /
INGO WAGNER (CORDON)
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Cuando el escritor Peter Härtling me presentó a Sarah Kirsch, el cálido y decidido saludo de la poeta me hizo intuir una colaboración intensa e interesante. Años más tarde su hijo le comunicó que su obra traducida estaba en las librerías de Madrid y ella me llamó llena de alegría, diciéndome que le encantaba el prólogo porque apenas hacía alusión a su biografía. Creo que también en esta ocasión de su ausencia le alegraría más que se hablara de su obra que de su persona, aunque sea imposible separarlas.

Ingrid Hella Irmelinde Bernstein nació el 16 de abril de 1935 en Limlingerode (Turingia, Alemania) y ha muerto el 5 de mayo del 2013 en Heide (norte de Alemania). Tomó el nombre de Sarah en protesta contra el Holocausto. Se licenció en Biología, fue esposa del poeta Rainer Kirsch de 1960 a 1968 y ya divorciada vivió en Berlín oriental, donde tuvo un hijo, Moritz, con el dramaturgo Karl Mickel. Trabajó como periodista y traductora y al firmar la protesta contra la expatriación de Wolf Biermann fue expulsada de la Asociación de Escritores de la República Democrática Alemana (RDA). En 1977 se trasladó con su hijo a Berlín occidental. Fue miembro del PEN y de la Academia Libre de las Artes en Hamburgo, firmó con Grass y otros escritores cartas de protesta contra la política americana y rechazó por motivos políticos un nombramiento de la Academia de las Artes de Berlín. Fue profesora invitada en las Universidades de Kassel y Fráncfort. Desde 1983 vivía en Tielenhemme (Schlewisch-Holstein), donde se la nombró profesora honoraria.
A lo largo de medio siglo, escribió más de 15 libros de poesía y otros tantos de prosa, por los que recibió los más destacados premios de Alemania y Austria, incluido el Büchner de la Academia Alemana de la Lengua y Literatura. Ha sido la más popular y querida de las poetas de lengua alemana. Todos sus libros han tenido múltiples ediciones y han sido traducidos a numerosas lenguas, entre ellas, a la nuestra.

Desde su primer poemario, Estancia en el campo (1969), la poesía de Kirsch da vida a la visión de una naturaleza comprometida, un contramundo frente a la gran ciudad y a la política. Sin embargo, al lado de la contemplación, hay una voz crítica que indaga sobre su tiempo, sobre las dos Alemanias y su tortuosa historia.
Su gran originalidad se pone de manifiesto sobre todo en los poemas de amor: “Soy muy tierna lláma- / me camomila / mis dedos son tiernos construyen / iglesias en tu mano mis uñas / escamas de alas de ángel acarician soy / el verano el otoño incluso el invierno en primavera / desearía estar contigo tú / me muestras el país vamos / de lago en lago para eso se necesita / una larga vida feliz / los peces son dos / los pájaros hacen nidos nosotros / estamos en la misma hoja”.
Kirsch quiere limitarse a dar al lector pequeños impulsos para que pueda moverse en los versos: “Y no quiero más sino que alguien diga: así me ha ido a mí alguna vez, eso he pensado yo también, una pequeña solidaridad entre lector y autor”.

En una larga tradición que va de Goethe a Gottfried Benn, Sarah creyó en el sur, en los poemas inspirados en la Provenza, que conoció al recibir el Premio Petrarca y donde retrata la vida plena y real frente al norte alienado y abstracto: “Lavarse el pelo en el campo: Con roja toalla fuera al sol. Calientes sombras de nubes en las piedras hojas de acacias. Miro a través del peine en la luz — Todo familiar”.
Su libro Echar la cometa (1979) refleja dos acontecimientos biográficos importantes, la ruptura del amor y el abandono de la RDA. El poema El resto del hilo es el primero escrito ya en Berlín Oeste: “Echar la cometa. Juego / para grandes llanuras sin árboles ni agua. En el cielo abierto sube / la estrella de papel, imparable / arrancada hacia la luz, más alta, de todos los ojos / y más allá, más allá / A nosotros pertenece el resto del hilo y que te conocimos”.

Pero la verdadera patria electiva de Sarah era la imaginación, un espíritu obstinado que de entrada solo se afirma en la negación. A partir de Tierra (1982), obra en la que refleja un viaje a América, comienzan una serie de poemas donde la queja sobre la violación de la naturaleza imita a veces el tono trágico de Hölderlin. La amenaza del mundo cotidiano, incluso por la guerra, es clara, pero no cunde en ella la desesperación, sino el ánimo. En el precioso libro Vida de gato (1984) hay más de 50 clases de pájaros y otras tantas de plantas. A pesar de las alusiones a lo real todo está siempre unido a lo imaginario en una curiosa mezcla artística. Lo inquietante se muestra en la naturaleza, que a su vez es también algo protector, un ámbito en el que hasta la nieve es cálida y cariñosa. De esa naturaleza toma su seguridad el yo poético.

La hija del rey de los elfos (1992) es quizá el libro más impresionante de la obra de Sarah Kirsch, en el que la naturaleza aparece amenazada y amenazante: “He sembrado ira en finos granos / contra la influencia del planeta de la roña… nadie sabe en qué estación estamos. Y la muerte se iguala a un amor que no puede volver: solo sé que espero algo / o bien a ti o a la muerte”.
En Amor de cisnes (2001), pone en juego el valor existencial de un yo que encuentra en la palabra la mejor posibilidad de enfrentar vida y muerte. La poeta canta aún el único universo salvable de la permanente destrucción: la naturaleza del amor y el amor de la naturaleza.

Autor: José Luis Reina Palazón es poeta. Obtuvo el Premio Nacional a la Obra de un Traductor en 2007 y ha traducido la Poesía reunida (EDA Libros, 2006) de Sarah Kirsch.

22 de mayo de 2013

CORRESPONDENCIA XEC MARQUÈS - ANNA ROSSELL

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CARTA D'ANNA ROSSELL AL TEÒLEG I SALESIÀ XEC MARQUÈS (22-05-2013) /
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CARTA DE ANNA ROSSELL AL TEÓLOGO Y SALESIANO XEC MARQUÈS (22-05-2013)
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Al original catalán sigue su traducción al español
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D'esquerra a dreta: Felipe Sérvulo, Anna Rossell, Pere Maragall, Albert Tugues i Goya Gutiérrez al Claustre de Sant Miquel de la Facultat de Teologia de Barcelona (maig 2013) / De izquierda a derecha: Felipe Sérvulo, Anna Rossell, Pere Maragall, Albert Tugues y Goya Gutiérrez en el Claustro de San Miguel de la Facultad de Teología de Barcelona (mayo 2013)

El Masnou, 22-05-2013

Estimat Xec,

L’eix central de la teva última carta gira entorn d’una pregunta crucial:

et demanes “si hi ha en la nostra societat un diàleg entre les generacions”,

i ho fas donant a entendre que tu penses que aquest diàleg no existeix, perquè també dius:

“L’antic sistema feia que els intel·lectuals engendraven intel·lectuals [...], l’àmbit familiar podia ser un lloc on la reflexió entre les generacions trobava un lloc de confrontació; ara els fills i filles diplomats, superformats i deslligats de l’àmbit familiar o social de la reflexió per ajudar-los a fer memòria i ensenyar-los els conceptes i els termes de referència vers a un mateix i als altres han canviat.”

D’això es desprèn que tu penses que el nexe entre les generacions -el nexe del diàleg- s’ha trencat i que abans sí que existia aquest nexe.

Ignoro si una visió panoràmica dels esdeveniments et donaria la raó en aquests dos supòsits, però la meva experiència personal (i la meva intuïció quan penso en la dels/les altres) m’obliguen seriosament a posar-ho en dubte: no crec pas que les generacions passades dialoguessin gens amb la dels seus respectius pares. Ben al contrari, si podem parlar d’alguna progressió en aquest sentit, és la generació jove d’ara –parlo sempre de les nostres cultures europees i segurament també nordamericanes- la que ha tingut i té més oportunitats i situacions propícies al diàleg amb els seus pares. Personalment –i crec que no sóc cap cas aïllat, sinó un prototípic exemplar de la meva generació-, “diàleg”, en cap mena de sentit, era impensable en el si de la meva família i menys amb els meus pares; en canvi, sí que ho era entre nosaltres, com a pares, i els nostres fills.

No, el diàleg no s’ha trencat, perquè mai no va existir (parlo en termes generals, com és natural, i ja sabem que l’excepció confirma la regla). Per tant, aquest no pot ser el problema. Sí és cert que d’alguna manera el problema rau en l’evolució que ha anat fent la societat -no sé ben bé per què-, probablement per causa del comportament que la gent que la conformem, que també ha anat canviant en funció d’uns valors que –tampoc sé ben bé per què- han sofert una evolució en una direcció negativa. L’exemple d’una generació deu haver contaminat l’altre, i així en cadena. Però això del diàleg no n’ha pas estat la causa, ben segur que no.

D’altra banda, ho formules de manera com si l’educació només pogués anar en una direcció, és a dir, de pares a fills, i no vice-versa. També quant a això m’agradaria fer algun comentari:
És clar que per raons biològiques i cronològiques els pares/les mares som en primer lloc i en els primers moments de la seva vida els educadors dels/les fills/es; però això no és així tota la vida i la cosa pot ser a l’inrevés molt més aviat del que segurament ens pensem: jo (i torno a dir que no sóc cap cas aïllat, sinó que represento tota una generació) recordo que em rebel·lava contra el que no m’agradava de la generació dels meus pares, plantava cara al que em semblava malament i estava disposada a prendre el rumb de la meva vida per mi mateixa i allunyar-me de la seva protecció. I era ben jova quan m’ho plantejava. No podem culpar eternament la generació de pares i avis, en cadena retroactiva, dels problemes amb què es troba la generació següent; també aquesta té l’opció de canviar coses i, si és responsable, sempre ho ha de fer, sigui quin sigui el bagatge que ha heretat dels més grans. La història ens diu que totes les revolucions han estat liderades per les generacions joves, encara que els grans els hagin donat el seu suport (o tant si els hi ha donat com no). És per això que quan dius, més avall:

“[...] farà falta que els avis ens expliquin per què les coses no han funcionat com ells preveien i pensaven i per què avui són els avis els que han de fer la revolució i no els/les joves.”

No hi estic massa (o gens) d’acord. Jo penso que també ho podem formular d’una altra manera:

Farà falta que els néts expliquin als seus avis/es per què les coses no han funcionat com ells/es [els/les avis/es] preveien i pensaven –malgrat la seva lluita i l’educació que van donar als/les seus/ves fills/es i per què avui són els/les avis/es els/les que han de seguir fent la revolució.

És una pregunta aquesta que es fa moltíssima gent de la meva edat.
Estic d’acord en que no és gens fàcil la resposta, jo al menys no la tinc pas, ni tan sols n’intueixo de lluny la causa. Però ara m’agradaria portar aquest mateix tema al terreny de l’Església Catòlica, perquè penso que, en aquesta materia, pel que fa a la institució eclesial, l’evolució ha anat paral·lela, i segurament deu tenir la mateixa explicació, aquesta que jo no intueixo ni de lluny:

Per què entre les joves generacions (segueixo parlant sempre d’Europa i els EEUU) gairebé no hi ha vocacions en l’Església Catòlica? Seguint el tarannà de les teves preguntes de més amunt, ens podem plantejar: Què va fer malament la generació dels seus majors? (em refereixo a la generació de sacerdots, corresponent a la dels seus pares i a la dels seus avis). Potser es va trencar el diàleg entre les dues generacions? També diries que la generació dels “avis-capellans” ha de donar explicacions?

Força complicat, Xec. Quan es vol, hi ha canvis. Mira tu el moviment del 15 M. Aquesta és la meva esperança: que la gent, tingui l’edat que tingui, es mobilitzi davant de la injustícia. Jo em considero responsable dels meus actes, també d’aquells devers els/les meus/ves fills/es, quant a la seva educació. Però arriba un moment en què ells/es són responsables de les seves actuacions i són lliures per actuar, en una direcció o en una altra.

Una forta abraçada,

Anna
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CARTA DE ANNA ROSSELL AL TEÓLOGO Y SALESIANO XEC MARQUÈS (22-05-2013). Traducción al español de Anna Rossell

El Masnou, 21-05-2013

Querido Xec,

el eje central de tu última carta gira en torno a una pregunta crucial:

te preguntas "si hay en nuestra sociedad un diálogo entre las generaciones",

y lo haces dando a entender que tú piensas que este diálogo no existe, porque también dices:

"El antiguo sistema hacía que los intelectuales engendraban intelectuales [...], el ámbito familiar podía ser un lugar donde la reflexión entre las generaciones encontraba un lugar de confrontación, ahora los hijos diplomados, superformados y desligados del ámbito familiar o social de la reflexión para ayudarles a hacer memoria y enseñarles los conceptos y los términos de referencia hacia uno mismo y los demás han cambiado."

De ello se desprende que tú piensas que el nexo entre las generaciones -el nexo del diálogo- se ha roto y que antes sí existía este nexo.

Ignoro si una visión panorámica de los acontecimientos te daría la razón en estos dos supuestos, pero mi experiencia personal (y mi intuición cuando pienso en la de los/las demás) me obligan seriamente a ponerlo en duda: no creo que las generaciones pasadas dialogaran nada con la de sus respectivos padres. Al contrario, si podemos hablar de alguna progresión en este sentido, es la generación joven de ahora -hablo siempre de nuestras culturas europeas y seguramente también norteamericanas- la que ha tenido y tiene más oportunidades y situaciones propicias al diálogo con sus padres. Personalmente -y creo que no soy ningún caso aislado, sino un prototípico ejemplar de mi generación-, "diálogo", en ningún sentido, era impensable en el seno de mi familia, y menos con mis padres, en cambio, sí lo era entre nosotros, como padres, y nuestros hijos.

No, el diálogo no se ha roto, porque nunca existió (hablo en términos generales, como es natural, y ya sabemos que la excepción confirma la regla). Por lo tanto, éste no puede ser el problema. Sí es cierto que de alguna manera el problema radica en la evolución que ha ido haciendo la sociedad -no sé muy bien por qué-, probablemente por causa del comportamiento de la gente que la conformamos, que también ha ido cambiando en función de unos valores que -tampoco sé muy bien por qué- han sufrido una evolución en una dirección negativa. El ejemplo de una generación debe haber contaminado a la otra, y así en cadena. Pero esto del diálogo no ha sido la causa, seguro que no.

Por otra parte, lo formulas de manera como si la educación sólo pudiera ir en una dirección, es decir, de padres a hijos, y no viceversa. También en relación con esto me gustaría hacer algún comentario:
Está claro que por razones biológicas y cronológicas los padres/madres somos en primer lugar y en los primeros momentos de su vida los educadores de los/las hijos/as, pero eso no es así toda la vida, y puede ser a la revés mucho antes de lo que seguramente pensamos: yo (y vuelvo a decir que no soy ningún caso aislado, sino que represento a toda una generación) recuerdo que me rebelaba contra lo que no me gustaba de la generación de mis padres, hacía frente a lo que me parecía mal y estaba dispuesta a tomar el rumbo de mi vida por mí misma y alejarme de su protección. Y era muy joven cuando me lo planteaba. No podemos culpar eternamente a la generación de los padres y abuelos, en cadena retroactiva, de los problemas con que se encuentra la siguiente generación; también ésta tiene la opción de cambiar cosas y, si es responsable, siempre debe hacerlo, sea cual sea el bagaje que ha heredado de sus mayores. La historia nos muestra que todas las revoluciones han sido lideradas por las generaciones jóvenes, aunque los mayores les hayan dado su apoyo (o tanto si se lo ha dado como si no). Es por ello que cuando dices, más abajo:

"[...] Hará falta que los abuelos nos expliquen por qué las cosas no han funcionado como ellos preveían y pensaban y por qué hoy son los abuelos los que tienen que hacer la revolución y no los / las jóvenes"

no estoy mucho (o nada) de acuerdo. Yo pienso que también lo podríamos formular de otra manera:

Hará falta que los nietos expliquen a sus abuelos / as por qué las cosas no han funcionado como ellos / as [los / las abuelos / as] preveían y pensaban-a pesar de su lucha y la educación que dieron a los / las sedes / vas hijos / as y por qué hoy son los / las abuelos / as los / las que tienen que seguir haciendo la revolución.
Es una pregunta ésta que se hace muchísima gente de mi edad.

Estoy de acuerdo en que no es nada fácil la respuesta, yo al menos no la tengo en absoluto, ni siquiera intuyo de lejos la causa. Pero ahora me gustaría llevar este mismo tema al terreno de la Iglesia Católica, porque pienso que, en esta materia, con respecto a la institución eclesial, la evolución ha ido paralela, y seguramente debe de tener la misma explicación, ésta que yo no intuyo ni de lejos:

¿Por qué entre las jóvenes generaciones (sigo hablando siempre de Europa y EEUU) casi no hay vocaciones en la Iglesia Católica? Siguiendo el talante de tus preguntas de más arriba, nos podemos plantear: ¿Qué hizo mal la generación de sus mayores? (me refiero a la generación de sacerdotes correspondiente a la de los padres y abuelos) ¿Quizás se rompió el diálogo entre las dos generaciones? ¿También dirías que la generación de los "abuelos-curas" debe dar explicaciones?

Bastante complicado, Xec. Cuando se quiere, hay cambios. Mira tú el movimiento del 15 M. Ésta es mi esperanza: que la gente, tenga la edad que tenga, se movilice ante la injusticia. Yo me considero responsable de mis actos, también de aquellos hacia los/las mis hijos/as, en lo que refiere a su educación. Pero llega un momento en que ellos/as son responsables de sus actuaciones y son libres para actuar, en una dirección o en otra.

Un fuerte abrazo,

Anna

20 de mayo de 2013

CORRESPONDENCIA XEC MARQUÈS - ANNA ROSSELL

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CARTA DEL TEÒLEG I SALESIÀ XEC MARQUÈS A ANNA ROSSELL (19-05-2013) /
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CARTA DEL TEÓLOGO Y SALESIANO XEC MARQUÈS A ANNA ROSSELL (19-05-2013)
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Al original catalán sigue su traducción al español
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Conakry, 19 maig 2013
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Catalán
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Xec Marquès parlant amb joves a una escola de la província de Barcelona (març 2013) / Xec Marquès charlando con jóvenes en un colegio de la provincia de Barcelona (marzo 2013)
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Estimada i benvolguda :
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El text que vas escriure a la teva col·lega escriptora, que em vas enviar, em va semblar molt bé [la resposta a Noemí Trujillo sobre "la marca de l'escriptor"]. Sentia una dona d’una certa edat adreçant-se a joves que no han tingut la sort d’escoltar una altra manera de comprendre la seva pròpia història, si més no, el context en el que la seva història s’ha desenvolupat.
Al mateix temps, penso en aquesta iniciativa de la Teresa [Forcades] i de l’Arcadi[Oliveras]... deixem dir:  dos “avis”.
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La qüestió que se’m planteja és si hi ha en la nostra societat un diàleg entre les generacions.
L’antic sistema feia que els intel·lectuals engendraven intel·lectuals (els fills d’advocats anaven a la universitat, com els fills dels metges o de professors), l’àmbit familiar podia ser un lloc on la reflexió entre les generacions trobava un lloc de confrontació; ara els fills i filles diplomats, superformats i deslligats de l’àmbit familiar o social de la reflexió per ajudar-los a fer memòria i ensenyar-los els conceptes i els termes de referència vers a un mateix i als altres han canviat.
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Llegint també el llibre que em vas deixar [Daniel Jover, Educar, trabajar, emprender. Cuaderno de esperanza, ed. Icaria, 2012],  trec la conclusió que la generació que ha viscut una altra manera de viure el món i les relacions socials, i la cultura i la política encara està vivint i que té tot el bagatge intel·lectual, tota l’experiència de vida i tota la il·lusió per dir a les generacions el sentit de les coses (la cultura, la societat, la política).
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Al mateix temps, farà falta que els avis ens expliquin per què les coses no han funcionat com ells preveien i pensaven i per què avui son els avis que han de fer la revolució i no els/les joves.
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Xec
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CARTA DEL TEÓLOGO Y SALESIANO XEC MARQUÈS A ANNA ROSSELL (19-05-2013). Traducción al español de Anna Rossell

Querida y estimada:

El texto que escribiste a tu colega escritora, que me enviaste, me pareció muy bien [la respuesta a Noemí Trujillo sobre "la marca del escritor"]. Me parecía oír a una mujer de cierta edad dirigiéndose a jóvenes que no han tenido la suerte de escuchar otra manera de comprender su propia historia, al menos, el contexto en el que su historia se ha desarrollado.

Al mismo tiempo, pienso en esta iniciativa de Teresa [Forcades] y de Arcadi [Oliveras] ... permíteme la expresión: se trata de dos "abuelos".

La cuestión que se me plantea es si hay en nuestra sociedad un diálogo entre las generaciones.
El antiguo sistema hacía que los intelectuales engendraban intelectuales (los hijos de abogados iban a la universidad, como los hijos de los médicos o de profesores), el ámbito familiar podía ser un lugar donde la reflexión entre las generaciones encontraba un lugar de confrontación, ahora los hijos diplomados, superformados y desligados del ámbito familiar o social de la reflexión para ayudarles a hacer memoria y enseñarles los conceptos y los términos de referencia hacia uno mismo y los demás han cambiado.

Leyendo también el libro que me prestaste [Daniel Jover, Educar, trabajar, emprender. Cuaderno de esperanza, ed. Icaria, 2012], saco la conclusión de que la generación que ha experimentado otra manera de vivir el mundo y las relaciones sociales, la cultura y la política aún está ahí y que tiene todo el bagaje intelectual, toda la experiencia de vida y toda la ilusión para decir a las generaciones el sentido de las cosas (la cultura, la sociedad, la política).

Al mismo tiempo, hará falta que los abuelos nos expliquen por qué las cosas no han funcionado como ellos preveían y pensaban y por qué hoy son los abuelos quienes tienen que hacer la revolución y no los / las jóvenes.

Xec

17 de mayo de 2013

ENTREVISTA A ANNA ROSSELL

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Al original catalán sigue su traducción al español
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Entrevista feta per: Ester F. Matalí.
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Pregunta: Com a lectors ens interessa molt el procés creatiu: com es fa un poemari? És a dir, comença a fer poemes sobre una temàtica concreta? Recull poemes que ja tenia escrits?
Quin ordre segueixen els poemes, per exemple a Àlbum d’absències, el seu nou poemari publicat amb Playa de Ákaba?
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Resposta: En els meus inicis com a escriptora de poesia escrivia poemes solts –d’això ja fa molts anys-, hi havia una idea que m’impactava i jo mirava de donar-li ànima poètica; però, amb el temps, el procés de l’escriptura arriba a madurar i es concep d’una altra manera, més com una reflexió aprofundida sobre un tema concret, és llavors quan sorgeix el poemari. Penso que el poemari és l’expressió de la maduració del pensament i el sentiment, perquè també el sentiment fa el seu procés i madura. A diferència dels poemes solts, el que caracteritza un poemari és la seva qualitat d’obra, la seva unicitat, el poemari es desenvolupa entorn d’un eix de reflexió, tots els poemes estan lligats per un fil conductor.
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En el cas d’Àlbum d’Absències, el meu últim poemari, el títol ja dóna a entendre quin és aquest fil conductor: ‘àlbum’ fa referència a recull de records –estem acostumats a relacionar la paraula amb les fotografies que són per a nosaltres els puntals de la nostra biografia, que en representen allò més essencial-. És per això que he elegit aquesta paraula. Àlbum d’absències remet a aquesta idea: vol ser el recull de les absències de la vida de la veu poètica. Les absències són tot un ventall, n’hi ha de moltes menes: la distància física d’un ésser estimat, la mort, la soledat interior, la impossibilitat d’una relació, l’allunyament espiritual d’algú... . Sovint són doloroses, però cal identificar-les, nomenar-les i així digerir-les, fer el dol que cal per superar-les, que en cap cas vol dir oblidar-les.
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P: Quines són  les lectures “imprescindibles” per a un (bon) poeta?
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R: Quan parlem de poesia, com quan parlem de literatura en general, estem parlant del món, el món reflectit en la paraula escrita, en el suport que sigui. I, és clar, en el món hi ha de tot i molt de tot. Cal, doncs, fer una tria, perquè la vida és massa curta per llegir-ho tot i, d’altra banda, tampoc no tot val la pena. De manera que ens calen uns criteris bàsics. La valoració de la literatura ve determinada pels mateixos factors que determinen els valors de qualsevol estètica: en el decurs de la història veiem que la crítica literària ha valorat en una època textos que en una altra han estat menystinguts i viceversa; així és difícil parlar de valors absoluts. Però sí que és cert que el pas del temps posa les coses més al lloc que correspon, les modes passen i es consagra allò més universal, que resisteix per alguna raó fundada el pas del temps. És llavors quan parlem de ‘cànon literari’. En aquest sentit penso que cal conèixer els clàssics, la qual cosa no vol dir que haguem de mantenir el seu estil, les seves formes ni els seus camps d’interès temàtic. Però la seva lectura –en tant que bona escriptura- ens ajuda a aprendre els matisos, ens ajuda a diferenciar, a conèixer diferents registres i a reflexionar sobre temes universals que afecten l’ésser humà. Parlar d’autors concrets ja entra dintre dels gustos personals de cadascú. A mesura que ens acostem als temps moderns la valoració es fa més difícil perquè encara no ha passat el temps suficient com per destriar el gra de la palla. Llegir els nostres contemporanis, sobre tot els últims dels últims, depèn més d’una qüestió del gust de cadascú.
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P: Quines són les lectures “imprescindibles” per a qualsevol lector?
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R: Aquí respondria el mateix que a la pregunta anterior. La poesia és una forma de literatura i el que val per a l’una val en general.
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P: La seva poesia és, en aquest recull, melangiosa, trista fins i tot. Per què?

R: Bé, penso que les absències ho són sempre. Quan sentim una absència sentim un buit, que ens manca alguna cosa que desitjaríem. Com ja he dit, les absències de què parlo en el poemari són de moltes menes, una d’elles és la mort, però no és l’única ni molt menys, ni tampoc potser la més important. Per posar un exemple d’aquesta mena d’absència: sovint sentim dir que quan mor algú, que ha estat d’alguna manera lligat a nosaltres, mor també una part de nosaltres mateixos. Això és així, i passa amb totes les classes d’absència. Ho podríem formular també recordant aquell pensament –crec que era de Montaigne- que deia Je suis parce que tu es (Jo sóc perquè tu ets). El jo no és absolut, existeix en tant que es contraposa a l’altre i necessita de l’altre per definir-se, per ser. És per això que ens colpeixen les absències, és per això que ens produeixen sentiments com la melangia, la tristesa. Però són sentiments que ens calen per guarir la ferida que ens produeixen. Els psicòlegs parlarien de fer el procés de dol per superar-lo i poder seguir vivint sense el dolor, sinó incorporant el fet a la nostra vida.
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P: Què és absència? O, en altres paraules, què ha volgut transmetre amb aquests poemes?
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R: En gran part ja ho dit en les respostes anteriors. Quan definim un sentiment com ‘absència’ és que detectem una mancança que ens fa mal, és una ferida sagnant. En aquest poemari la veu poètica experimenta les seves absències com a ferides obertes. El procés de l’escriptura ajuda a analitzar-ne les raons, l’escriptura és en aquest cas un alliberament, una catarsi. Hi ha diverses maneres d’abordar el fet de l’escriptura i aquesta pot tenir objectius diferents: hi ha processos d’escriptura que són guaridors, es tracta més d’una necessitat de qui escriu que no pas d’una intenció de comunicar-ho a un públic concret. El cas d’aquest poemari correspon més a una necessitat de depuració i alliberament.
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P: S’atreveix a definir la literatura en 140 caràcters?
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R: Amb menys: literatura és creació, art amb paraules; així, ha de ser original i agosarada, és una aventura absoluta, tot hi és permès, tot hi és possible.
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P: Parli'ns de la seva obra. Què té publicat? Està treballant en algun llibre?
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R: He publicat un llibre de viatges, Mi viaje a Togo, dues novel·les, Mondomwouwé i Aquellos años grises –en espanyol-, alguns microrelats en coautoria –en espanyol i en català- i els poemaris La ferida en la paraula –en català-, Quadern malià / Cuaderno de Malí, bilingüe, i Àlbum d’Absències –en català-. Tinc escrit un poemari, Us deixo el meu llegat per si algun dia (Oratori en XVII cants), que és un sol poema de principi a fi, estructurat en disset cants i que pretén ser una reflexió filosòfica sobre la condició humana i la relació de l’ésser humà amb la idea de Déu, que veurà la llum d’aquí uns mesos. Ara estic treballant en un poemari sobre el genocidi nazi, que duu per títol Auschwitz-Birkenau, El verger dels bedolls.
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P: Com treballa? És a dir, té alguna metodologia, mania...
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R: No sóc conscient de tenir-ne cap. Sobre la meva manera de treballar fins ara: He experimentat en alguns moments dos ritmes diferents de treball, crec que, al menys en el meu cas, vénen condicionades pel gènere de què es tracta: les novel·les, per exemple, em permeten pausar la manera de treballar, el mètode és més disciplinat, menys febril, més respectuós d’uns horaris. La poesia, en canvi, em posseeix, m’obliga, m’imposa molt més les seves regles; quan estic amb una idea haig de treballar-hi gairebé obsessivament fins perfilar-la.
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P: Què opina de les plataformes com la nostra on els lectors comparteixen les seves lectures? Les xarxes socials, arribaran a canviar la manera de llegir? I la d’escriure?
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R: Aquestes plataformes són una eina molt bona de difusió i comunicació. Pel que fa a la segona part de la pregunta, és difícil preveure quelcom que està encara en ple procés. Les xarxes socials han canviat ja la manera quotidiana d’escriure, el que no és tan clar és si han canviat la manera d’escriure literatura, al menys no de moment. Sí que s’han incorporat les xarxes socials en la temàtica que tracta la literatura, una temàtica que, en tant que forma part protagonista de les nostres vides, ha d’acollir forçosament també la literatura. Quant als hàbits de lectura, penso que també els ha modificat: a les xarxes socials hi predomina la lectura transversal, ràpida i superficial dels textos, cosa que també es pot dir de l’escriptura en aquestes xarxes: hi predominen les abreviatures, la manca de puntuació, les faltes d’ortografia (que no són sempre ni molt menys errors ortotipogràfics), en molts cassos la manca de reflexió i d’argumentació. És clar que no estem parlant de literatura, sinó de comunicació corrent, però Internet –en general, no només les xarxes socials- ha fet possible (per bé i per mal) que qualsevol es consideri editor d’una revista que es pretén literària, per exemple, i que no passaria la prova més elemental de rigor de qualitat literària. No sé si això a la llarga acabarà per fer més laxa la consciència de la correcció lingüística i la qualitat literària.
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Publicat a: Llibres per llegir: http://www.llibresperllegir.cat/entrevistes/anna-rossell
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Español

ENTREVISTA A ANNA ROSELL
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Entrevista realizada por: Ester F. Matalí.
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Pregunta: Como lectores nos interesa mucho el proceso creativo: ¿cómo se hace un poemario? Es decir, ¿empieza a hacer poemas sobre una temática concreta? ¿Recoge poemas que ya tenía escritos?
¿Qué orden siguen los poemas, por ejemplo en Álbum d'absències (Álbum de ausencias), su nuevo poemario publicado con Playa de Akaba?
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Respuesta: En mis inicios como escritora de poesía escribía poemas sueltos -de eso hace ya muchos años-, había una idea que me impactaba y yo miraba de darle alma poética, pero, con el tiempo, el proceso de la escritura llega a madurar y se concibe de otra manera, más como una reflexión profundizada sobre un tema concreto, es entonces cuando surge el poemario. Pienso que el poemario es la expresión de la maduración del pensamiento y el sentimiento, porque también el sentimiento hace su proceso y madura. A diferencia de los poemas sueltos, lo que caracteriza un poemario es su calidad de obra, su unicidad, el poemario se desarrolla en torno a un eje de reflexión, todos los poemas están ligados por un hilo conductor.
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En el caso de Álbum d'absències (Álbum de ausencias), mi último poemario, el título ya da a entender cuál es este hilo conductor: el 'álbum' hace referencia a colección de recuerdos -estamos acostumbrados a relacionar la palabra con las fotografías que son para nosotros los puntales de nuestra biografía, que representan lo más esencial-. Es por eso por lo que he elegido esta palabra. Álbum de ausencias remite a esta idea: quiere ser la recopilación de las ausencias de la vida de la voz poética. Las ausencias son todo un abanico, las hay de muchos tipos: la distancia física de un ser querido, la muerte, la soledad interior, la imposibilidad de una relación, el alejamiento espiritual de alguien ... . A menudo son dolorosas, pero hay que identificarlas, nombrarlas y así digerirlas, hacer el duelo necesario para superarlas, que en ningún caso quiere decir olvidarlas.
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P: ¿Cuáles son las lecturas "imprescindibles" para un/a (buen/a) poeta?
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R: Cuando hablamos de poesía, como cuando hablamos de literatura en general, estamos hablando del mundo, el mundo reflejado en la palabra escrita, en el soporte que sea. Y, claro, en el mundo hay de todo y mucho de todo. Es necesario, pues, hacer una elección, porque la vida es demasiado corta para leerlo todo y, por otra parte, tampoco todo vale la pena. De modo que necesitamos unos criterios básicos. La valoración de la literatura viene determinada por los mismos factores que determinan los valores de cualquier estética: en el transcurso de la historia vemos que la crítica literaria ha valorado en una época textos que en otra han sido despreciados y viceversa, así es difícil hablar de valores absolutos. Pero sí es cierto que el paso del tiempo pone las cosas más en el lugar que corresponde, las modas pasan y se consagra lo más universal, que resiste por alguna razón fundada el paso del tiempo. Es entonces cuando hablamos de 'canon literario'. En este sentido pienso que hay que conocer a los clásicos, lo cual no quiere decir que tengamos que mantener su estilo, sus formas ni sus campos de interés temático. Pero su lectura -como buena escritura que es- nos ayuda a aprender los matices, nos ayuda a diferenciar, a conocer diferentes registros y a reflexionar sobre temas universales que afectan al ser humano. Hablar de autores concretos ya entra dentro de los gustos personales de cada uno. A medida que nos acercamos a los tiempos modernos la valoración se hace más difícil porque todavía no ha pasado el tiempo suficiente como para separar el grano de la paja. Leer a nuestros contemporáneos, sobre todo los últimos de los últimos, depende más de una cuestión del gusto de cada uno.
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P: ¿Cuáles son las lecturas "imprescindibles" para cualquier lector?
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R: Aquí respondería lo mismo que en la pregunta anterior. La poesía es una forma de literatura y lo que vale para una vale en general.
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P: Su poesía es, en esta recopilación, melancólica, triste incluso. ¿Por qué?
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R: Bueno, pienso que las ausencias lo son siempre. Cuando sentimos una ausencia sentimos un vacío, que nos falta algo que desearíamos. Como ya he dicho, las ausencias de las que hablo en el poemario son de muchos tipos, una de ellas es la muerte, pero no es la única ni mucho menos, ni tampoco quizá la más importante. Por poner un ejemplo de este tipo de ausencia: a menudo oímos decir que cuando muere alguien, que ha estado de alguna manera ligado a nosotros, muere también una parte de nosotros mismos. Esto es así, y pasa con todas las clases de ausencia. Podríamos formularlo también recordando aquel pensamiento -creo que era de Montaigne- que decía Je suis parce que tu es (Yo soy porque tú eres). El yo no es absoluto, existe en tanto que se contrapone al otro y necesita del otro para definirse, para ser. Es por ello que nos afectan las ausencias, es por eso que nos producen sentimientos como la melancolía, la tristeza. Pero son sentimientos que nos hacen falta para curar la herida que nos producen. Los psicólogos hablarían de hacer el proceso de duelo para superarlo y poder seguir viviendo sin el dolor, para incorporar el hecho a nuestra vida.
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P: ¿Qué es la ausencia? O, en otras palabras, ¿que ha querido transmitir con estos poemas?
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R: En gran parte ya lo he dicho en las respuestas anteriores. Cuando definimos un sentimiento como 'ausencia' es que detectamos una carencia que nos hace daño, es una herida sangrante. En este poemario la voz poética experimenta sus ausencias como heridas abiertas. El proceso de la escritura ayuda a analizar las razones, la escritura es en este caso una liberación, una catarsis. Hay varias maneras de abordar el hecho de la escritura y ésta puede tener objetivos diferentes: hay procesos de escritura que son sanadores, se trata más de una necesidad de quien escribe que de una intención de comunicarse a un público concreto. El caso de este poemario corresponde más a una necesidad de depuración y liberación.
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P: ¿Se atreve a definir la literatura en 140 caracteres?
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R: En menos: literatura es creación, arte con palabras, así, debe ser original y atrevida, es una aventura absoluta, todo está permitido, todo es posible.
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P: Háblenos de su obra. ¿Qué tiene publicado? ¿Está trabajando en algún libro?
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R: He publicado un libro de viajes, Mi viaje a Togo, dos novelas, Mondomwouwé y Aquellos años grises -en español-, algunos microrrelatos en coautoría-en español y en catalán-y los poemarios La herida en la palabra-en catalán-, Quadern malià / Cuaderno de Malí, bilingüe, y Álbum de Ausencias -en catalán-. Tengo escrito un poemario, Us deixo el meu llegat, per si algún dia (Oratori en XVII cants) (Os dejo mi legado por si algún día (Oratorio en XVII cantos)), que es un solo poema de principio a fin, estructurado en diecisiete cantos y que pretende ser una reflexión filosófica sobre la condición humana y la relación de el ser humano con la idea de Dios, que verá la luz en unos meses. Ahora estoy trabajando en un poemario sobre el genocidio nazi, que lleva por título Auschwitz-Birkenau, El verger dels bedolls (Auschwitz-Birkenau, El vergel de los abedules).
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P: ¿Cómo trabaja? Es decir, ¿tiene alguna metodología, manía ...?
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R: No soy consciente de tener ninguna. Sobre mi manera de trabajar hasta ahora: he experimentado en algunos momentos dos ritmos diferentes de trabajo, creo que, al menos en mi caso, vienen condicionadas por el género de que se trata: las novelas, por ejemplo, me permiten pausar la manera de trabajar, el método es más disciplinado, menos febril, más respetuoso de unos horarios. La poesía, en cambio, me posee, me obliga, me impone mucho más sus reglas, cuando estoy con una idea tengo que trabajar casi obsesivamente hasta perfilarla.
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P: ¿Qué opina de las plataformas como la nuestra, donde los lectores comparten sus lecturas? ¿Las redes sociales, llegarán a cambiar la manera de leer? ¿Y la de escribir?
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R: Estas plataformas son una herramienta muy buena de difusión y comunicación. En cuanto a la segunda parte de la pregunta, es difícil prever algo que está todavía en pleno proceso. Las redes sociales han cambiado ya la manera cotidiana de escribir, lo que no es tan claro es si han cambiado la manera de escribir literatura, al menos no de momento. Sí se han incorporado las redes sociales en la temática que trata la literatura, una temática que, en tanto que forma parte protagonista de nuestras vidas, debe acoger forzosamente también la literatura. En cuanto a los hábitos de lectura, pienso que también los ha modificado: en las redes sociales predomina la lectura transversal, rápida y superficial de los textos, lo que también se puede decir de la escritura en estas redes: predominan las abreviaturas, la falta de puntuación, las faltas de ortografía (que no son siempre ni mucho menos errores ortotipográficos), en muchos casos la falta de reflexión y de argumentación. Está claro que no estamos hablando de literatura, sino de comunicación corriente, pero Internet -en general, no sólo las redes sociales- ha hecho posible (para bien y para mal) que cualquiera se considere editor de una revista que se pretende literaria, por ejemplo, y que no pasaría la prueba más elemental de rigor de calidad literaria. No sé si esto a la larga terminará por hacer más laxa la conciencia de la corrección lingüística y la calidad literaria.
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Publicado en: Llibres per llegir (Libros para leer): http://www.llibresperllegir.cat/entrevistes/anna-rossell

15 de mayo de 2013

PRESENTACIÓ DEL POEMARI D'ANNA ROSSELL "ÀLBUM D'ABSÈNCIES"

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PRESENTACIÓ DEL POEMARI D'ANNA ROSSELL
 
ÀLBUM D'ABSÈNCIES
 
DIMARTS, 21 DE MAIG 2013
 
LLIBRERIA LAIE, Pau Clarís, 85, Barcelona
 
A càrrec del poeta: Josep Anton Soldevila
 
Hi intervindran: Noemí Trujillo (Ed. Playa de Ákaba) i l'autora



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Hi sou tots/es convidats/des
 
Gràcies per fomentar la poesia.

MUTILACIÓN COMO ESENCIA NATURAL DEL SER HUMANO

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Hermann Ungar, Los mutilados, Trad. de Ana María de la Fuente,
Siruela, Madrid, 2012, 158 págs.


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Publicada en España en español y catalán por Seix Barral y Eumo respectivamente en 1989, Los mutilados de Hermann Ungar (1893, Boskovice/Mähren-1929, Praga) recupera para el lector hispanohablante un tema universal en el espacio y en el tiempo, el de los bajos instintos del ser humano, el mundo anímico irracional e incontrolado bajo la apariencia de corrección moral y compostura del buen ciudadano burgués cumplidor de sus obligaciones ciudadanas. Los mutilados, que vio la luz en 1923, es la novela más emblemática de este autor checo de expresión alemana y ascendencia judía, que, como Kafka, sabe trasladar al mundo de la ficción los descubrimientos del psicoanálisis a través de ambientes y personajes que recuerdan muy de cerca los de su compañero de letras praguense. Como éste, de ascendencia judía, conocedor del checo y del alemán y formado en ciencias jurídicas, Ungar se dedicó sin embargo al teatro y a la literatura: algunos ensayos además de novelas y relatos: Knaben und Mörder, 1920; Die Klasse, 1930; Colberts Reise, 1930 -, de los que se han publicado en nuestro país los dos primeros: Chicos y asesinos, La clase, Nens i assassins (en Seix Barral aquéllos y en Eumo el catalán), todos en 1991.

Al igual que sucede con Kafka, la temática de Ungar es obsesivamente recurrente, y la novela que nos ocupa condensa lo más característico de su obra: el instinto destructor y autodestructor del ser humano a través del sadismo, el masoquismo y la misoginia. Ungar se complace en estudiar los deseos más inconfesables del alma humana, en sus deformaciones, lo cual le valió elogios de Thomas Mann y la reserva de Stefan Zweig, quien consideraba que su obra rozaba el límite de la depravación. En una atmósfera asfixiante, circunscrita estrictamente a la regulada vida de un personaje mediocre, psicológicamente enfermo a causa de las vivencias traumáticas de su infancia, el autor crea un mundo cerrado de siete personajes Franz Polzer, Klaus Fanta, Dora Fanta, Franz Fanta, la viuda Klara Porges, la amiga Kamilla y el enfermero Sonntag, más algunos secundarios, a partir del cual expone una curiosa teoría sobre la necesidad de revivir nuestros pecados para expiarlos. Si bien la acción transcurre en Praga, es sintomática la ausencia de paisajes o entornos abiertos; lo que interesa al autor son las relaciones interpersonales que parecen darse de modo generalizado a partir del modelo que él presenta. Todo sucede en espacios pequeños y cerrados, habitaciones donde transcurre la sofocante existencia de los personajes, que no necesitan más para nutrirse que el alimento que les da vida: su perversión. El protagonista, Franz Polzer, un empleado de banca gris y acomplejado por su origen humilde, que no soporta la más mínima alteración de sus hábitos cotidianos sin que por ello peligre su exiguo equilibrio, mantiene con su único amigo de la infancia un vínculo de dependencia mutua que constituye el eje de su razón de ser y de la narración, alrededor del cual se irá tejiendo la red de acontecimientos. Sin embargo el lenguaje de Ungar no se recrea en lo exuberante morboso, al contrario, su estilo tiende al laconismo sintáctico y a la sobriedad adjetiva, su léxico no es explícito sino calculadamente contenido. Es sospechosamente significativa la semejanza que se da en los nombres de algunos de los personajes –Porges / Polzer- y hasta el hecho de que el único niño –Franz Fanta- se llame igual que el protagonista. Narrada en tercera persona, Ungar consigue transmitir la mezcla confusa de la mente obcecada del trastornado Polzer entre momento actual y pasado infantil en un registro que a veces transgrede la frontera entre el realismo y lo onírico y que recuerda mucho a Kafka. Reveladoramente metafórico es, además del título de la novela, el hecho de que el cínico amigo de Polzer, Klaus Fanta, sufra de una enfermedad degenerativa que deriva asimismo en una progresiva amputación de sus extremidades.

Anna Rossell

(Publicado en Palabras Diversas, Nº 41, 15 mayo 2013)

LA SOLITUD INTERIOR COM A ABSÈNCIA

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Al original catalán sigue la traducción al español
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Àlbum d’Absències,
Anna Rossell
Playa de Àkaba, Barcelona, 2013, 55 pàgs.
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Per Manolo Ávila
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Reivindico el dret al silenci / per escoltar les més senzilles veus / d’aquest planeta en el que visc immersa…

Així comença a parlar un ànima que lluita contra la solitud interior i que vol aferrar-se a qualsevol estímul que converteixi les seves absències en presències. Perquè el fil conductor d'aquest poemari és l'esquinçament espiritual d’algú que en realitat no es resigna a veure el que li envolta com alguna cosa que està a l'altre costat, impermeable, com una projecció en un altre plànol.

Anna Rossell carrega la seva veu d'un ànsia que explota reclamant una proximitat que no es realitza: Les sents, com amb les boques foradades / clamen pel dret de fer real el somni? / Incorpòries, amb ànsia de cos, / busquen la teva concreció, la meva. […] / per penetrar aquell món d’intimitat serena / d’on mai no et sortiré, / perquè tu em pensis. (Desig de realitat), i ho fa amb una lírica escruixidora, manifestant-se com algú a qui no li serveix el deixar passar, l'esdevenir sense més de la vida, no, ella exigeix concreció, i l'exigeix amb majúscules, amb la impaciència de qui no es resigna a coexistir. Enyorança i frustració: Forçosament ha de vagar, / condemnat, l’espectre, / si la seva mirada / no té ulls, / si la seva besada / no troba la concreció precisa / de dos llavis / que li diguin el nom, / el seu.

Llegir aquest Àlbum d’Absències i llegir-ho furgant fins a l'últim rastre del mínim significat, intentant veure a través dels seus versos, porta al lector a extrems en els quals ha d'interrompre la lectura, tan denses i esquinçadores poden ser les seves paraules. No malgasta en la seva densitat ni una síl·laba. Tot és imprescindible, com quan diu Concretament, / exactament em sento / desplaçada, / fora del centre, / desficiada, / obscenament llançada / lluny de mi per una mà / entranyable i familiar. (Anhel de viatge)… o bé, Descobrir el tu: / percebre el jo. / És per això que descobrir-te / és veure’m. (Cosa de dos)… i també, Quins buits et cal omplir amb tanta insistència / que de neguit no vius fins no pots veure’ls plens? (Vertigen)

El joc que manté en una apel·lació directa a algú que habita en un altre plànol vital, com absent, és en realitat un reclam vehement: Quin ofec em sent l’esperit, d’un punt / al mateix punt! Quin alè de mort / m’arriba per l’esquena, mentre tu, / davant meu, inútilment, em mostres / la teva ànima! (Obsessió). Escruixidores i extremadament poètiques són les imatges que evoca la visió de la seva pròpia mort: Perdre la llum dels ulls teus, / la teva imatge meva, / la flor inútil que em respires / quan penso l’aigua, / això és morir. (La meva mort)

I malgrat tot Anna Rossell no deixa de jugar a embullar paraules i idees, una mostra de la seva capacitat per expressar-se: Descobrir el tu: / percebre el jo. / És per això que descobrir-te / és veure’m. / Dibuixar el tu: / definir el jo. / És per això que definir-te / és fer-me. (Cosa de dos), sense oblidar la profunda tendresa, elegantment sensible, de les seves estrofes d'amor, en absolut equiparables als versos buits que volen passar per amorosos: Les veus que em sento a dins / parlen de tu, / em diuen cada bri / de l’herba del teu cos / perquè m’hi ajaci. I aquests altres: Si et penso el cos, / els meus ulls dibuixen contorns de follia / nítidament certs: / els bucles dels cabells que et besen / les espatlles brunes / acompanyen la carícia del vent al teu perfil. (Dibuix a l’aire lliure)

Es pot dir molt més d'Anna Rossell, tant pel que fa a aquest Àlbum d’Absències com tota la seva producció en general, però ho deixo per a millors plomes. Només em quedo amb el regust final d'aquesta denúncia: parlen milions de morts des del ciment / des de la pedra freda i uniforme de l’horror / […] el camí de la mort és ben igual diferentment igual / prové de distints llocs aboca al mateix lloc (Berlín, Porta de Brandemburg).

© Manolo Ávila

(Publicat a: Diari Maresme: http://diarimaresme.com/2013/album-dabsencies-danna-rossell/)
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(Español)

Àlbum d’Absències,
Anna Rossell
Playa de Àkaba, Barcelona, 2013, 55 págs.
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Por Manolo Ávila

Reivindico el dret al silenci / per escoltar les més senzilles veus / d’aquest planeta en el que visc immersa…

Así comienza a hablar un alma que lucha contra una soledad interior y que quiere aferrarse a cualquier estímulo que convierta sus ausencias en presencias. Porque el hilo conductor de este poemario es el desgarro espiritual de alguien que en realidad no se resigna a ver lo que le rodea como algo que está al otro lado, impermeable, como una proyección en otro plano.

Anna Rossell carga su voz de un ansia que explota reclamando una cercanía que no se realiza: Les sents, com amb les boques foradades / clamen pel dret de fer real el somni? / Incorpòries, amb ànsia de cos, / busquen la teva concreció, la meva. […] / per penetrar aquell món d’intimitat serena / d’on mai no et sortiré, / perquè tu em pensis. (Desig de realitat) y lo hace con una lírica estremecedora, manifestándose como alguien a quien no le sirve el dejar pasar, el devenir sin más de la vida, no, ella exige concreción, y la exige con mayúsculas, con la impaciencia de quien no se resigna a coexistir. Añoranza y frustración: Forçosament ha de vagar, / condemnat, l’espectre, / si la seva mirada / no té ulls, / si la seva besada / no troba la concreció precisa / de dos llavis / que li diguin el nom, / el seu.

Leer este Àlbum d’Absències y leerlo hurgando hasta el último rastro del mínimo significado, intentando ver a través de sus versos, lleva al lector a extremos en los que ha de interrumpir la lectura, tan densas y desgarradoras pueden ser sus palabras. No desperdicia en su densidad ni una sílaba. Todo es imprescindible, como cuando dice Concretament, / exactament em sento / desplaçada, / fora del centre, / desficiada, / obscenament llançada / lluny de mi per una mà / entranyable i familiar. (Anhel de viatge)… o bien, Descobrir el tu: / percebre el jo. / És per això que descobrir-te / és veure’m. (Cosa de dos)… y también, Quins buits et cal omplir amb tanta insistència / que de neguit no vius fins no pots veure’ls plens? (Vertigen).

El juego que mantiene en una apelación directa a alguien que habita en otro plano vital, como ausente, es en realidad una reclamo vehemente: Quin ofec em sent l’esperit, d’un punt / al mateix punt! Quin alè de mort / m’arriba per l’esquena, mentre tu, / davant meu, inútilment, em mostres / la teva ànima! (Obsessió) Estremecedoras y extremadamente poéticas son las imágenes que evoca la visión de su propia muerte: Perdre la llum dels ulls teus, / la teva imatge meva, / la flor inútil que em respires / quan penso l’aigua, / això és morir. (La meva mort)

Y a pesar de todo Anna Rossell no deja de jugar a enredar palabras e ideas, una muestra de su capacidad para expresarse: Descobrir el tu: / percebre el jo. / És per això que descobrir-te / és veure’m. / Dibuixar el tu: / definir el jo. / És per això que definir-te / és fer-me. (Cosa de dos) Sin olvidar la profunda ternura, elegantemente sensible, de sus estrofas de amor, en absoluto equiparables a los versos vacíos que quieren pasar por amorosos: Les veus que em sento a dins / parlen de tu, / em diuen cada bri / de l’herba del teu cos / perquè m’hi ajaci. Y estos otros: Si et penso el cos, / els meus ulls dibuixen contorns de follia / nítidament certs: / els bucles dels cabells que et besen / les espatlles brunes / acompanyen la carícia del vent al teu perfil. (Dibuix a l’aire lliure)

Se puede decir mucho más de Anna Rossell, tanto en lo que se refiere a este Àlbum d’Absències como a toda su producción en general, pero lo dejo para mejores plumas. Sólo me quedo con el regusto final de esta denuncia: parlen milions de morts des del ciment / des de la pedra freda i uniforme de l’horror / […] el camí de la mort és ben igual diferentment igual / prové de distints llocs aboca al mateix lloc (Berlín, Porta de Brandemburg).

© Manolo Ávila

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