17 de enero de 2012

PARA ELISABET J. B., MI ÚLTIMA SEGUIDORA, MI AGRADECIMIENTO

*
Para Elisabet J. B., un capítulo de mi última novela, Mondomwouwé (Barcelona, 2011), inspirada en Togo (Àfrica occidental), a modo de bienvenida a esta tertulia literaria:

SÉVERIN Y THÉRÈSE 

“¿Oyes lo que te digo?”, repitió Séverin a su mujer con voz airada. No se te ocurra insinuar ni una vez más que soy un manirroto y voy tirando el dinero por ahí. Además, sabes bien que me lo gano, ¿quién consiguió el trabajo de vigilante nocturno, eh? Thérèse seguía aparentemente impasible, enjuagando y estrujando la ropa que aún quedaba en la jofaina. Con los ojos fijos en el agua y el torso desnudo, desmayado sobre la palangana jabonosa, removía y estrujaba, calmosa pero con brío, cada una de las piezas que iba amontonando sobre la piedra justo al lado del recipiente. Hubiera dado cualquier cosa por no tener que seguir escuchando aquella voz odiosa que le martilleaba los oídos desde hacía demasiados años. Nunca había encajado con indiferencia los ex abruptos de su marido. Se le tensaban los músculos de todo el cuerpo y se le electrizaba el vello cuando él se le acercaba. No soportaba su olor ni sus ademanes, ni la mirada lasciva que le dedicaba cada vez que el cuerpo le pedía sexo y la forzaba. Entretanto él tenía que saber que había sido ella quien, tres años antes, había recurrido a los misioneros para suplicarles un empleo para su marido. Entonces Thérèse tenía la esperanza de que al menos una ocupación le impidiera gastar en los bares de alterne el poco dinero que ella ganaba para que los más pequeños pudieran ir a la escuela. Aquel hombre era un pozo sin fondo, nunca tenía bastante. Los padres le habían conseguido trabajo y vivienda, pero él había visto en aquel privilegiado techo la oportunidad de una fuente adicional de ingresos, decidió alquilarlo y obligó a la familia a quedarse en su miserable chabola, ampliada con retazos de plástico duro y recubrimiento de uralita. Y ahora le venía con el cuento de que se presentaba la ocasión, por segunda vez en poco tiempo, de deparar a uno de sus hijos una vida digna y llena de comodidades en España -así lo planteaba él-, si conseguía convencer a aquellos blancos que se habían presentado por sorpresa en la comunidad de que adoptaran a uno. No era difícil, decía. Al menos eso era lo que pensaba la gente. Ahora entre los europeos se cotizaban alto los chavales de otras razas. Aquel hombre no se arredraba ante nada con tal de disponer de más dinero para él. Thérèse se incorporó lentamente con la ropa escurrida en la jofaina. “¿Oyes lo que te digo?”, alcanzó a escuchar una vez más antes de desaparecer por detrás de una de las pocas paredes de cemento.

         Nos levantamos a las siete y media. Tenemos la intención de visitar las instalaciones donde los amigos del Centro tienen los talleres de formación profesional. Después iremos a comprar al supermercado y, de camino, llamaremos a casa.

        Los chicos están trabajando desde las 7.00 h. Aquí pueden aprender las profesiones de carpintería, albañilería, y soldadura y forja del hierro. Para mujeres también hay talleres, pero éstos están en el Centro de Formación Femenina y la administración es independiente de la suya.

       En las enormes naves donde los alumnos hacen prácticas hay una actividad febril. Es digno de admiración con el calor tan desconsiderado que hace. Me viene a la mente que en Alemania se suspenden las clases en las escuelas cuando, en las estribaciones del verano, unas temperaturas muy alejadas de éstas empiezan a hacer difícil la concentración en las tareas escolares. Hitzefrei lo llaman, “libre por motivo del calor”.

       Vamos en busca de Vicent para informarle de que pasaremos por el supermercado. Quizá necesite algo que nosotros podamos traerle. Delante del taller de forja del hierro un joven nos da conversación y nos explica que él se acaba de diplomar y que está muy contento; ahora es el encargado de uno de los módulos donde se alojan los alumnos. Nos dice que antes de que llegaran los padres salesianos los jóvenes de Kara no tenían futuro. Ahora, en cambio, aprenden un oficio y después encuentran trabajo. A él le han cambiado la vida, dice. 

       Nos acercamos hasta donde trabajan los aprendices de carpintero. Allí está Vicent, hablando con dos monjas: Carmen (española de Burgos) y Consuelo (de un pueblo de Togo). Ellas se dedican a la enseñanza. Son marianistas. Tienen a su cargo una escuela mixta –unos trescientos alumnos- y un internado femenino. Carmen lleva cuarenta años en Kara; ella y otra compañera con la que fundó la escuela. Estamos de suerte. Nos llevan en su coche hasta el supermercado. Esto nos ahorra el sudor de un camino de tres cuartos de hora. El supermercado queda muy lejos. La vuelta será dura.

       El súper está al lado de la pizzería donde cenamos ayer y pertenece al mismo propietario. Aquí en Kara es la única tienda montada según el modelo de un supermercado europeo. Pero las diferencias son más obvias que las coincidencias. El local es muy pequeño y las estanterías muestran una gama de productos a buen seguro más que suficientes, pero de muy poca variación para nuestras costumbres de lujo. Casi toda la mercancía es importada. En el mostrador frigorífico tienen congelados, embutidos y carne fresca. Todo ello en cantidades muy limitadas; aquí los clientes son escasos en cualquier tienda, y más aún en una tienda como ésta. En el mostrador refrigerado hay una bandeja con cuatro o cinco costillas de cerdo. Se ven frescas, pero la pieza de carne de buey resulta muy desagradable a mis privilegiados ojos.

       En la caja una empleada ha cogido nuestras bolsas y nos ha acompañado hasta la calle. Nos miraba esperando un gesto nuestro que le indicara dónde teníamos aparcado el coche. Le hemos dicho que íbamos andando. Aquí esto sorprende, no se lo esperan de gente como nosotros. Para hacer más llevadero el calvario del camino hemos comprado una botella grande de agua mineral muy fría. Hemos llegado calados de sudor.

       El almuerzo en casa es a las 12.30 h. La mesa ya está puesta. Como no es día festivo, cocina Malik, el cocinero de la comunidad. Libra sólo los festivos.  Hoy tenemos ensalada verde con tomate, cebolla, aguacate y huevo duro. De segundo estofado de lentejas. Malik también nos trae a la mesa el arroz sobrante del domingo, el que habíamos cocinado nosotros con verduras. De postre, macedonia de frutas; buenísima.

       Malik no come con nosotros. Él sirve la mesa, friega los platos y, cuando termina su trabajo, se marcha a casa.

       Lo de hacer de marqueses hasta este punto a Álex y a mí no nos va; nos sentimos incómodos. No es nuestro estilo. ¿Quizá pudiéramos colaborar, ayudarles en algo? Juan Diego promete encontrarnos ocupación y se le encienden los ojos con una chispa diabólica cuando de repente se le ocurre que podríamos trasladar hasta la casa los sacos de cemento que necesitan para unas reformas y preparar la mezcla para los albañiles. Todos se divierten un motón a nuestra costa. Yo no entiendo por qué. ¿Acaso pensaban que no íbamos a poder hacerlo? De momento Álex ya ha acordado con Vicent que harán prácticas con el Access y yo me he ofrecido para dar clases de español.

       Álex se ha ido al despacho de Vicent a eso de las 15.00 h. Deben de haber pegado la hebra porque son las 17.25 h. y todavía no ha vuelto. La clase de español que me he comprometido a darles a Marcel y a Clarisse tenía que haber empezado a las 17.00 h., pero Marcel no se ha presentado. Es muy raro, parecía realmente interesado... .

       Oigo que alguien llama tímidamente a nuestra puerta. Es Marcel. Viene muy sudado. De la frente le cae a raudales el sudor por toda la cara y respira con agitación.

       Después de la clase Álex me cuenta que Vicent le había encargado no sé qué cosa en el último momento y que el chaval, después de liquidar aquel encargo, había salido a toda prisa. Más tarde le digo de broma a Vicent que me desquitaré, que alargaré mi clase de español con Marcel cuando él lo esté esperando a la hora de la catequesis. Se queda tan ancho y responde tranquilamente: “Bueno, él se lo perderá”. Este Vicent tiene guasa.

       Cenamos juntos. Malik ha preparado ensalada de pasta con trozos de una especie de salchicha de Frankfurt –dice que es de pollo-. Bebemos agua y vino peleón de tetrabrik, que los amigos trasladan a una botella de cristal, “así parece más refinado”, dicen riendo. El vino es de marca Don García, que se ve por todas partes. Fresquito entra de maravilla. De postres, fruta variada. Rafael se dispone a comerse un mango de los silvestres, de los que no están injertados. Tienen mucha fibra y son más incómodos de comer, pero él afirma, rotundamente, que son más gustosos. Cuando lo dice ya se prepara mentalmente, porque a todas luces se le hace la boca agua. Pone la directa, se disculpa de antemano y sin más preámbulos anuncia lo que ocurrirá a continuación de modo inevitable: se comerá un mango “como los cerditos” y se pondrá perdido. Los ojos le bailan sólo con imaginarse el enorme placer al que se entregará de un momento a otro. Con el cuchillo hace una pequeña incisión en un extremo, se lleva el fruto a la boca y sorbe con cara de delirio. Me recuerda las descripciones gastronómicas del detective Carvalho, el de las novelas policíacas de Manolo Vázquez Montalbán. Rafael sostiene una lucha feroz con los largos hilos del mango para apurarlos hasta el final; van saliendo continuamente de la pulpa, de color amarillo intenso. Termina la operación levantando las manos, que ahora tiene empapadas y con los dedos pringados de la masa amarilla. Parece querer decir: “No tengo la culpa de nada”. Se levanta volando de la mesa y se va al lavabo a adecentarse. Álex y yo, que le hemos ido imitando en todo el proceso, esperamos nuestro turno con las manos en alto. Juan Diego ha sido más civilizado; él se ha zampado medio mango de los otros –de los que no obligan a protagonizar ningún espectáculo- y Vicent ha hecho un pequeño homenaje a la macedonia del mediodía. Hay quien toma café; Vicent su infusión de hierbas. Para él es un ritual sagrado, que no perdona.

       Después de cenar –a las 20.30 h.- tienen por costumbre encontrarse fuera con los internos para la última oración del día, antes de acostarse. Salimos. Los jóvenes esperan sentados en unas gradas circulares que hay justo al lado de la casa de los amigos. Es Juan Diego quien cierra hoy la plegaria con la habitual reflexión del día. Lo hace de un modo muy sencillo, muy sentido y auténtico: la oración no se limita al conocido ritual, sino que hace referencia a los acontecimientos de la vida cotidiana de la comunidad. La reunión concluye con oraciones y cánticos.

       Antes de acostarse Rafael saca unas sillas y se sienta un rato al “fresco” (es un decir), delante de la puerta, y charla con los niños de las barriadas vecinas, que siempre andan dando tumbos por allí. Nos invita a acompañarlo y lo hacemos. La expectación que despierta nuestra extraña presencia atrae a muchos de los internos, que buscan el momento oportuno para hablar con nosotros. Despertamos su curiosidad y estimulamos su imaginario. Saben que venimos del país de sus sueños. Pero los mayores –con excepción de Marcel- no tardan mucho en retirarse a los correspondientes pabellones y nos quedamos con dos chavalillos de unos nueve o diez años, que literalmente hacen vida en el jardín del Centro. Como ellos, otros chicos de similar edad andan siempre por el jardín. Normalmente no se les ve jugar ni relacionarse entre ellos. Se tumban o están sentados en los bancos de piedra que hay en el porche de la casa de la misión, solitarios, inactivos. No son niños abandonados, su familia vive en la barriada vecina y van a la escuela. Pero pasan las horas muertas esperando que se deje caer por la casa alguno de los cuatro misioneros o sus visitas. Entonces saludan, se levantan de un brinco para acompañarles dos o tres pasos y, cuando ellos desaparecen tras la puerta, vuelven a donde estaban. Cuando entramos al recinto al regresar de nuestros paseos por la carretera, siempre aparece alguno de repente a nuestro lado sin que podamos ni intuir de dónde ha salido: “Bon jour, Bon soir. Bonne arrivée, ma sœur ». No dicen nada más. Simplemente nos acompañan, caminan junto a nosotros, mudos, hasta donde vayamos –un breve camino de dos o tres minutos-. “Au revoire”. Para ellos esta casa y todo lo que se relaciona con esta casa es el punto de referencia más importante. En algunos casos debe de ser prácticamente el único. No se separan de los religiosos. Respirar el mismo aire que ellos respiran es vital. En el despacho de Vicent siempre hay alguno de estos chicos. Se conforman con estar sentados cerca de él y mirar como trabaja. Vicent les sirve de faro y de vez en cuando les da algún pequeño encargo, una responsabilidad. Uno de los chiquillos se ha especializado en abrir y cerrar con llave la puerta del taller donde Vicent tiene su despacho. Aparte del propio Vicent, sólo él lo consigue. Se trata de una complicada operación. Parece que estos niños contaran los minutos que les faltan hasta cumplir la edad necesaria para acceder a la formación profesional. Teóricamente no los admiten hasta los diecisiete o dieciocho años, pero hacen algunas excepciones considerando las circunstancias familiares. 

       Los chavales están de guasa con Rafael y pasamos un buen rato. Son muy inocentes y dulces. Fuera reina la oscuridad más absoluta.
*
© Anna Rossell

(capítulo de la novela Mondomwouwé, Barcelona 2011.

Si os interesa adquirirla la encontraréis en la librería Altaïr -de Barcelona o de Madrid y en la librería Primado de Valencia-).

CHARLA CON EL PROFESOR JOSÉ CARLOS FERNÁNDEZ EN EL ATENEU BARCELONÈS

*
Este viernes próximo, 20 de enero de 2012, a las 18:00 h, en el Ateneo Barcelonés -C./ Canuda, 6, Barcelona, España, 5ª planta, Aula de Escritores)-, tenemos tertulia con:
*
JOSÉ CARLOS FERNÁNDEZ, Editor, investigador, articulista, guionista, filósofo, novelista, con cerca de mil conferencias de más de un centenar de temas científicos, literarios artísticos e históricos, un escritor de peso.
Reside en Lisboa y aprovechando su estancia en Barcelona, El Laberinto de Ariadna ha organizado para el día 20-ENERO-2012, en el Ateneo de Barcelona, una charla sobre la poesías de Florbela Espanca, conocida como la Musa de Portugal.

En el caso de que estés por estos lares y te sea posible, me encantaría contar contigo como uno de los asistentes a este acto.

Lugar: Aula dels Escriptors de la ACEC, edificio Ateneu Barcelonès - C/ Canuda, 6 - Barcelona

Horario: 18.00 h

Organiza: El Laberinto de Ariadna

Imparte: Anna Rossell
*
*
José Carlos Fernández

La poesia de Florbela Espanca, Musa de Portugal.

Es escritor e investigador y ha colaborado como articulista en multitud de revistas, especialmente Esfinge y Cuadernos de Cultura. Ha realizado guiones documentales sobre La Córdoba Omeya y Romana, el Simbolismo en la Pintura de Julio Romero de Torres y el simbolismo del Arte Tibetano. Autor del libro Córdoba Eterna y de la novela histórica El Viaje Iniciático de Hipatia y coordinador de las ediciones Grecia Mágica, La Atlántida - mito o realidad, Los Templarios y el Camino de Santiago, Valores Eternos. Imparte cursos de Historia de la Filosofía, Psicología, Simbolismo del Arte, Oratoria y Dialéctica. Cerca de mil conferencias de más de un centenar de temas científicos, literarios, artísticos e históricos -siempre en su aspecto humanista- dicen de una labor incansable de búsqueda y exposición de los pilares de la cultura que son los pilares del alma humana. Reside con su esposa en Portugal desde 2004, y en Lisboa desde hace cinco años, donde dirige las revistas Acropole y Conócete a ti mismo.

RESUMEN DE HIPATIA. LA BÚSQUEDA DEL ALMA DE LOS NÚMEROS

El Imperio Romano se desmorona, fanáticos de la nueva religión persiguen de un modo cruento e implacable a los defensores de la Sabiduría Antigua. Las Escuelas de Misterios agonizan y hay una feroz lucha entre sectas religiosas cristianas... La joven Hipatia de Alejandría recorre los santuarios iniciáticos del Nilo buscándose a sí misma, bebiendo de los manantiales del saber vivo. Continúa su aprendizaje con el filósofo Plutarco, en Atenas y finalmente vuelve a su ciudad natal para abrir una Escuela de Filosofía. El Templo de Seraphis es destruido, y con él, asesinados los últimos sacerdotes iniciados de Alejandría. El ejemplo de vida y las enseñanzas de Hipatia son como la alegre luz de una llama que, en las tinieblas de la razón, convoca a los últimos idealistas y enamorados de la verdad, más allá de los fanatismos que hacen sucumbir a la ciudad y al mundo. Pero ella y su Escuela serán un obstáculo para la ambición insaciable del patriarca cristiano Cirilo...
*
*
A MODO DE PRESENTACIÓN DEL PROFESOR JOSÉ CARLOS FERNÁNDEZ
(texto de presentación del acto)
*
por Anna Rossell
*
Buenas tardes amigas y amigos de El Laberito de Ariadna.
*
Es para mí un gran honor poder presentar hoy aquí a José Carlos Fernández, este gran erudito e intelectual, a quien, en nombre de todo El Laberinto de Ariadna, quiero dar las gracias por compartir con nosotros, y la bienvenida. Ello ha sido posible por la impagable intermediación de nuestro amigo y poeta Juan José Romero Montesinos –Terly-, también aquí entre nosotros, que nos ha facilitado su contacto y ha hecho las gestiones necesarias. También a él deseo expresarle nuestro agradecimiento. Gracias, Terly.
*
No quiero extenderme en la presentación de José Carlos Fernández -ni debo-, pues no se trata hoy de presentar un libro sino a la persona, y la dificultad que ello entraña para una figura de su intensa y profunda andadura intelectual y humanística hace vano el intento de glosar su recorrido. De modo que me aproximaré torpemente a su biografía profesional sólo con algunas pinceladas para esbozar brevemente su perfil y acercarlo a todos aquellos que  no hayan tenido la ocasión o el tiempo de conocerle o informarse sobre él:
*
Autor del libro Córdoba Eterna y de la novela histórica El Viaje Iniciático de Hipatia,  una magna obra que, de la mano de su personaje principal, la filósofa alejandrina Hipatia -defensora de la Sabiduría Antigua, cuya esencia busca intensamente para conocerse a sí misma y una de sus últimas representantes, nos descubre un estudio profundo de las logias en las que se formaban los filósofos, nos permite sumergirnos en el vastísimo mundo cultural del Antiguo Egipto y asistir al desmoronamiento del Imperio Romano. Una obra muy bien documentada históricamente. El propio autor se refiere a ella diciendo que quiso “profundizar en el significado que tenía para los discípulos de la filosofía alejandrina la Matemática y la Geometría sagradas como medio de comprender verdades inefables, de vivir una realidad que es permanente”.
*
José Carlos Fernández es también coordinador de las ediciones Grecia Mágica, La Atlántida - mito o realidad, Los Templarios y El Camino de Santiago, Valores Eternos y de las exposiciones El Egipto Secreto y Don Dinis, el rey civilizador. Es, además, autor de guiones documentales sobre la 'Córdoba Omeya y Romana', el 'Simbolismo en la Pintura de Julio Romero de Torres' y el 'Simbolismo del Arte Tibetano'. Imparte cursos de Historia de la Filosofía, Psicología, Simbolismo del Arte, Oratoria y Dialéctica. Ha dado cerca de mil conferencias de más de un centenar de temas científicos, literarios, artísticos e históricos. Gracias a él conocemos a la poeta portuguesa Florbela Espanca, de la que hoy nos hablará. Sus estudios e investigaciones dan testimonio (cito una fuente de Internet) de una labor incansable de búsqueda y exposición de los pilares de la cultura que son los pilares del alma humana.
Reside en Portugal desde 2004, y actualmente en concreto en Lisboa, donde dirige las revistas Acropole y Conócete a ti mismo.

*
Esta breve exposición de datos es ya suficiente como para poder afirmar que José Carlos Fernández es uno de los pocos ejemplares de aquella valiosísima especie cuyos últimos representantes puros fueron los románticos europeos, aquellos sabios eruditos que reunían en su persona un saber universal y del universo, que constituía el eje cohesionador de su vida y de su obra –concebidas como un todo único-,  sabios en un vastísimo campo del saber, un saber humanístico global –por utilizar una palabra en auge que me hace especial ilusión aplicar a otro contexto en el que tiene auténtico y hondo significado-. De él podría decirse lo mismo que del personaje de su novela histórica, Hipatia, como reza el resumen que puede leerse en Internet: El ejemplo de [su] vida y [sus] enseñanzas […] son como la alegre luz de una llama que, en las tinieblas de la razón, convoca a los últimos idealistas y enamorados de la verdad, más allá de los fanatismos que hacen sucumbir […] al mundo. Me congratulo pues de su presencia, de poder conocerlo personalmente y de tener el privilegio de aprender de sus enseñanzas.
*
Anna Rossell

29 de diciembre de 2011

COMUNICADO DE INCOMUNICACIÓN (RELATIVA) DURANTE QUINCE DÍAS

*
Querid@s contertuli@s. Sólo deciros que estaré ausente desde hoy hasta el día 15 de enero, inclusive. Estaré en Malí (África del oeste), por lo que me conectaré sólo si puedo y muy de vez en cuando.

Que tengáis una buena entrada en el nuevo año. Y hasta la vuelta.

Un abrazo.

PARA mery larrinua, LA ÚLTIMA SEGUIDORA DE ESTA TERTULIA (Lección de teología)

*
Este microrrelato, a modo de bienvenida:
*

LECCIÓN DE TEOLOGÍA

 -La creación del ser humano, su obra más sublime, prueba irrefutable de la existencia de Dios, dijo el teólogo.

-La única criatura capaz de perversión, replicó el campesino.

© Anna Rossell

28 de diciembre de 2011

CORRESPONDENCIA XEC MARQUÈS-ANNA ROSSELL

*
CARTA D'ANNA ROSSELL AL TEÒLEG I SALESIÀ XEC MARQUÈS (28-11-2011) /
*
CARTA DE ANNA ROSSELL AL TEÓLOGO Y SALESIANO XEC MARQUÈS (28-11-2011)
*
Al original catalán sigue su traducción al español
*

 Anna Rossell (dreta), amb Felipe Sérvulo i Inma Arrabal (novembre, 2011) /Anna Rossell (derecha), con Felipe Sérvulo e Inma Arrabal (noviembre, 2011)
*
(Catalán)

El Masnou, 28-11-2011
Estimat Xec,

gràcies per les teves reflexions, dius que “només” toques un dels punts que jo et suggeria: que el destí d’Àfrica l’han de decidir només els / les african@s i que el que en diem “occident” hauria d’abstenir-se, però, de fet, tot el que jo deia girava en torn d’aquest eix, i tu desgranes tot un seguit d’arguments que van donant llum i matisos.

Voldria començar partint d’aquesta observació teva:

[...], trobo que s’han creat espais de reflexió i de trobada i agermanament, gent de tot horitzó capaç de definir polítiques d’acció i de transformació comunes i acceptades per tots; això tant en els espais de la societat civil com en les estructures internacionals fonamentades en la realitat dels Estats. Els primers més que els segons produeixen una reflexió que té valor universal i no es pot deixar que el capritxós que ostenta el poder per mor de la seva independència i de la seva autonomia i dels valors culturals del seu poble, que ell encarna, decideixi en contradicció amb aquests principis

Sé que el que jo proposo és, avui i tal com estan les coses, impossible; és, com tu dius, una utopia, però crec que cal formular-ho així de radical per tal que s’acompleixi en la realitat allò que a mi em sembla que s’hauria d’acomplir mínimament. De la teva cita es desprèn que vols subratllar el fet que deixar parlar només els / les african@s podria resultar una injustícia més que flagrant, perquè possiblement els caps d’Estat més tirants s’arrogarien el dret de representació dels seus respectius pobles i farien passar els seus mandats com opinió generalitzada de la seva gent. Evidentment tinc molt present aquest perill: quan dic que és la gent africana i només ella la que ha de parlar, em refereixo a la reivindicació del dret del poble a rebel·lar-se contra els seus tirans, siguin blancs o negres –crec que ja t’ho havia dit en alguna altra carta-. És la societat civil la que ha de parlar i organitzar la seva convivència. I n’estic segura de que, si això passés, aquesta mateixa societat civil buscaria vies de diàleg amb occident. Això ja seria una altra cosa. Si ell@s demanen diàleg, cal entrar en aquest diàleg. I m’il·lusiona que una persona com tu, tant implicada socialment i que fa tants anys que vius a l’Àfrica de l’oest, creguis que s’han creat espais de reflexió i de trobada i agermanant, gent de tot horitzó capaç de definir polítiques d’acció i de transformació comunes i acceptades per tots [...].

Tu coneixes la realitat des de l’experiència dels anys i la bona observació, jo, en canvi, des de la distància, encara que amb cert coneixement de les polítiques dels Estats occidentals d’ “Ajut al desenvolupament” (ho poso entre cometes perquè no hi crec massa o gens). La societat civil ha de parlar, però per parlar de veritat cal llibertat i la llibertat no es dóna quan no hi ha les mínimes infraestructures per organitzar una mínima subsistència. El diàleg no serà mai d’igual a igual –com hauria de ser- quan les condicions físiques i materials entre les parts que dialoguen són tan desiguals. En aquest sentit et dono la raó en això que dius, que la meva postura és utòpica; perquè aconseguir la igualtat dels fronts per dialogar és realment utòpic, donada la desigualtat abismal que els caracteritza ara per ara, i no veig que el futur ho faci pas canviar. El diàleg no pot ser mai vertader diàleg si una de les parts és depenent de l’altra. I “occident” no només ha fet depenent tot el continent africà, sinó que cada vegada el fa més depenent. L’antiga esclavitud ha estat substituïda per la dependència, però, ben mirat, no sé què és pitjor. Perquè l’esclavitud és una injustícia flagrant, que es veu a simple vista; la dependència, en canvi, queda amagada als ulls menys crítics i es pot confondre amb qualsevol altra cosa.

Jo crec que aquests arguments són axials, essencials; per a mi són un postulat: sense que es donin aquestes condicions no pot haver-hi vertader diàleg.

Tu parles d’africans occidentalitzats: Entre ell@s [els / les african@s] n’hi ha que aprendran a fer negoci i entraran en aquest món de la finança liberal, sabran fer fortuna i esdevenir, també ell@s, capitalistes i de occidentals de bona voluntat: També en vindran d’altres [occidentals, blancs] de bona voluntat, sense altre interès que fer el bé. Ells se n’adonaran d’altres coses: els nens no van a l’escola i es moren fàcilment, l’aigua que beuen no sempre és neta i sana....

No dubto en cap moment que això és així, i és bo que així sigui, que els diferents móns i les diferents cultures es comuniquin entre si i que cada individu decideixi si vol seguir pertanyent a la cultura que li ha donat el seu naixement o si vol adoptar-ne una altra, això és magnífic. Però torno a l’argument d’abans: per decidir l’individu ha de ser lliure i cal que la llibertat individual s’avingui amb la llibertat social; és per això que la societat civil ha de reaccionar i fer el que calgui per organitzar raonablement i pacífica la seva convivència sense intervencions –interessades o de bona voluntat- externes. Un cop això és una realitat, llavors es pot buscar el diàleg, no abans.

Perquè de gent occidental “de bona voluntat” n’hi ha molta que s’hi autoanomena (jo mateixa, per exemple), i pot ser que fins i tot pensi honradament que la té, la bona voluntat; però malgrat això la seva mirada és una altra, malgrat això cal la humilitat de tenir consciència que en terres estrangeres molt probablement la seva mirada s’equivoca, confon les claus d’interpretació, se li escapa el sentiment arrogant d’aquell@ que porta més anys “civilitzat / civilitzada”... .

M’agrada molt l’observació que fas quan parles de la necessitat de diàleg i dius que el necessitem tots per a poder superar els complexes que ens paralitzen i ens fan témer els uns als altres. El callar massa podria ser només expressió i aliment del complex d’opressor i el xerrar massa, del de víctima mai redimida.

Crec que pots tenir raó en aquesta interpretació del callar o del xerrar massa. Però jo no associo tant el callar massa amb el complex d’opressor, com amb el fet de ser aliè a una cultura. Tanmateix, ni que fos com tu dius, crec que és una fase que tot individu / poble ha de passar per madurar i fer-se autònom. Des de la psicoanàlisi Freud d’aquesta fase de maduració personal en deia “matar el pare”; és una fase necessària, sense la qual un individu / un poble –la seva societat civil- esdevé un etern subordinat i el seu cor cultiva i reprimeix la llavor de l’odi cap a aquest “pare” o “tutor”, que –contràriament- fomenta els respectius rols indefinidament.

I aquí ho deixo, Xec, fins a la propera.
Una forta abraçada,

Anna
*
CARTA DE ANNA ROSSELL AL TEÓLOGO Y SALESIANO XEC MARQUÈS (28-11-2011) Traducción al español de Anna Rossell


El Masnou, 28-11-2011
Querido Xec,

gracias por tus reflexiones, dices que "sólo" tocas uno de los puntos que yo te sugería: que el destino de África lo deben decidir únicamente l@s african@s y que lo que llamamos "occidente" debería abstenerse, pero, en realidad, todo lo que yo decía giraba en torno de este eje, y tú desgranas un rosario de argumentos que van dando luz y matices.

Quisiera comenzar partiendo de esta observación tuya:

 [...], creo que se han creado espacios de reflexión y de encuentro y hermanamiento, gente de todo tipo de horizonte capaz de definir políticas de acción y de transformación comunes y aceptadas por tod@s; esto tanto en los espacios de la sociedad civil como en las estructuras internacionales fundadas en la realidad de los Estados. Los primeros más que los segundos producen una reflexión que tiene valor universal y no se puede dejar que el caprichoso que ostenta el poder por mor de su independencia y de su autonomía y de los valores culturales de su pueblo, que él encarna, decida en contradicción con estos principios...

Sé que lo que yo propongo, es hoy y tal como están las cosas, imposible; es, como tú dices, una utopía, pero creo que debemos formularlo así, radicalmente, para que se cumpla en la realidad lo que a mí me parece que debería cumplirse mínimamente.

De tu cita se desprende que quieres subrayar el hecho de que dejar hablar sólo a l@s african@s podría resultar una injusticia más que flagrante, porque posiblemente los jefes de Estado más tiranos se arrogarían el derecho de representación de sus respectivos pueblos y colarían sus órdenes como opinión generalizada de su gente. Evidentemente tengo muy presente este peligro: cuando digo que es la gente africana y sólo ella la que ha de hablar, me refiero a la reivindicación del derecho del pueblo a rebelarse contra sus tiranos, sean estos blancos o negros -creo que ya te lo había dicho en alguna otra carta-. Es la sociedad civil la que ha de hablar y organizar su convivencia. Y estoy segura de que, si esto sucediera, esta misma sociedad civil buscaría vías de diálogo con occidente. Esto ya sería otra cosa. Si ell@s piden diálogo, es necesario entrar en este diálogo. Y me ilusiona que una persona como tú, tan implicada socialmente y que hace tantos años que vive en África del oeste, crea que se han creado espacios de refleción y de encuentro y hermanamiento, gente de todo tipo de horizonte, capaz de definir políticas de acción y de transformación comunes y aceptadas por tod@s [...].

Tú conoces la realidad desde la experiencia de los años y la buena observación, yo, en cambio, desde la distancia, si bien con cierto conocimiento de las políticas de los Estados occidentales de "Ayuda al desarrollo" (lo pongo entre comillas porque no creo mucho en ello, o nada). La sociedad civil debe hablar, pero para hablar de verdad es necesaria la libertad, y la libertad no se da cuando no se disponde de las mínimas infraestructuras para organizar una mínima subsistencia. El diálogo no será nunca de igual a igual -como debiera ser- cuando las condiciones físicas y materiales entre las partes que dialogan son tan desiguales. En este sentido te doy la razón en lo que dices de que mi postura es utópica; porque conseguir la igualdad de los frentes para dialogar es realmente utópico, dada la abismal desigualdad que los caracteriza hoy por hoy, y no veo que el futuro lo cambie. El diálogo no puede ser nunca verdadero diálogo si una de las partes depende de la otra. Y "occidente" no sólo ha hecho dependiente a todo el continente africano, sino que cada vez lo hace más dependiente. La antigua esclavitud ha sido substituida por la dependencia, aunque, en realidad, no sé qué es peor. Porque la esclavitud es una injusticia flagrante, que se ve a simple vista; la dependencia, en cambio, queda escondida a los ojos menos críticos y se puede confundir con cualquier otra cosa.

Yo creo que estos argumentos son axiales; para mí son un postulado: sin que se den estas condiciones no puede haber verdadero diálogo.

Tú hablas de africano@s occidentalizados: Entre ell@s [l@s african@s] l@s hay que aprenderán a hacer negocio y entrarán en este mundo de las finanzas liberales, sabrán hacer fortuna y convertirse, también ell@s, capitalisstas y de occidentales de buena voluntad: También vendrán otr@s [occidentales, blanc@s] de buena voluntad, sin otro interés más que hacer el bien. Ell@s se darán cuenta de otras cosas: l@s niñ@s no van a la escuela y mueren fácilmente, el agua que beben no siempre es limpia y sana...

No dudo ni un momento de que es así, y es bueno que así sea, que los diferentes mundos y las diferentes culturas se comuniquen entre sí y que cada indiviuduo decida si quiere seguir perteneciendo a la cultura que le dio su nacimiento o si quiere adoptar otra, esto es magnífico. Pero vuelvo al argumento de antes: para decidir el individuo debe ser libre y es necesario que la libertad individual se lleve bien con la libertad social; por esta razón la sociedad civil debe reaccionar y hacer lo necesario para organizar razonable y pacíficamente su convivencia sin intervenciones -interesadas o de buena voluntad- externas. Cuando esto sea una realidad es cuando puede buscarse el diálogo, no antes.

Porque gente occidental "de buena voluntad" hay mucha, mucha que se autodenomina así (yo misma, por ejemplo), y puede que hasta piense honradamente que tiene buena voluntad; pero a pesar de ello su mirada es otra, a pesar de ello se necesita la humildad de tener conciencia de que en tierras extranjeras muy probablemente su mirada se equivoca, que confunde las claves de interpretación, y se le escapa el sentimiento arrogante de aquél / aquella que lleva más años "civilizad@".

Me gusta mucho la observación que haces cuando hablas de la necesidad de diálogo y dices que lo necesitamos tod@s para poder superar los complejos que nos paralizan y nos hacen sentir temor l@s unos hacia l@s otr@s. Callar demasiado podría ser sólo la expresión y el alimento del complejo de opresor@ y hablar demasiado, del de víctima nunca redimida.

Creo que puedes tener razón en esta interpretación del callar o hablar demasiado. Pero yo no asocio tanto el callar mucho con el complejo de opresor@ com con el hech de ser ajen@ a una cultura. Sin embargo, aunque fuera como tú dices, creo que es una fase que todo individuo / pueblo ha de pasar para madurar y hacerse autónomo. Desde el psicoanálisis, Freud llamaba a esta fase de maduración personal "matar al padre"; es una etapa necesaria, sin la cual un individuo / un pueblo -su sociedad civil- deviene un eterno subordinado y su corazón cultiva y reprime la semilla del odio hacia este "padre" o "tutor", que -contrariamente- fomenta los respectivos roles indefinidamente.

Y aquí lo dejo, Xec, hasta la próxima.

Un fuerte abrazo,

Anna

PROYECTO DE CONAKRY (APADRINADO POR LAS DELEGACIONES DE VOLS -VOLUNTARIADO SOLIDARIO- DE MATARÓ, BADALONA, SABADELL Y SANT BOI

*
De part d'en Xec Marquès, director del Projecte del Casal de Nen@s i Joves de Conakry, aquesta felicitació de Nadal, que ell ha enviat per a tot@s vosaltres:
*

BON NADAL

FELIÇ ANY NOU

2012


Gràcies a tots voltros hem pogut

construir

Construint junts

anirem endavant

Nadal i Any Nou

ens omplen d’esperança

 Xec Marquès i tots ets al·lots i al·lotes de donboscoyah Conakry.

20 de diciembre de 2011

HA SALIDO A LA VENTA "QUADERN MALIÀ / CUADERNO DE MALÍ", MI ÚLTIMO POEMARIO

*
El domingo pasado, 18 de diciembre de 2011 se presentó en el local de copas Vins i Divins de El Masnou (Barcelona, España) mi último poemario Quadern malià / Cuaderno de Malí, fruto de mi estancia en este país africano.

La presentación corrió a cargo del filólogo y poeta Jordi Jané i Lligé

El cantautor leridano-senegalés Aluspear amenizó la velada con su música
*
Portada de Quadern malià / Cuaderno de Malí (diseño de portada: Gerard Àvila)
*
El cantautor leridano Aluspear

*
CÓMO ADQUIRIR MIS LIBROS
*

1) Librería Altaïr, de BARCELONA: Gran Vía de les Corts Catalanes, 616 (entre C./ Balmes y Rbla. de Cataluña), 08007 Barcelona, Tel. (34) 933427171, Fax (34) 933427178, Horario de lunes a sábado: 10:00 - 20:30 h, Correo-e: http://www.altair.es/.
*
2) Librería Laie, de BARCELONA, C./ Pau Clarís, 85, Tel. 933181739
*
3) Librería Library (Lili), de EL MASNOU (BARCELONA) (pasaje delante del quiosco de prensa, ante la estación de Ocata)
*
4) Librería Altaïr, de MADRID: C./ Gaztambide, 31 (entre C./ Alberto Aguilera y Princesa), 28015 Madrid, Tel. 915435300, Fax 915443498, Correo-e: altair.m@altair.es
Horario de lunes a viernes: 10:00-14:00 h i 16:30-20:30 h, sábado: 10:30-14-30 h
*
5) Librería Primado, de VALENCIA, Avda. Primado Reig, 102, Tel. 963616064 (Miguel Morata)
Correo-e: libreriaprimado@hotmail.com
libreriaprimado.blogspot.com

*
6) Librería Céfiro, de SEVILLA, C./ Virgen de los Buenos Libros, 1, 41002 SEVILLA, Tel. y Fax: 954 215 883, Correo-e: cefiro@cefiro-libros.com (Luis)
*
7) Librería La Fuga, de SEVILLA, C./ Conde de Torrejón, 4 (al final de la C./ Amor de Dios), Alameda de Hércules, 41003 SEVILLA, Tel.: 954 382 340, Correo-e: lafuga@nodo50.org (Luis)
*
8) Editorial ACEN, de CASTELLÓN: www.acencs.org
Correo-E: info@acencs.org
Tel.: 662606550
*
9) Librería Argot, de CASTELLÓN, C./ San Vicente, 16, 12002 Castelló de la Plana,
Tel.: 964 250 498, Fax: 964 240 368, Correo-e: argot@argot.es
*
10) Envía un correo a la dirección annarossell@masnou.jazztel.es con tu nombre y tu domicilio postal. Lo recibirás en tu casa, previo el pago de su precio (más los correspondientes gastos de envío -España-) al número de cuenta:

Titular: Anna Rossell
Cuenta nº: 2100 1341 24 0200171951
*
*
LISTA DE PRECIOS:

Mi viaje a Togo (Libro de viajes) 18,50 Euros

La ferida en la paraula (poemario) 12 Euros

Mondomwouwé (novela) 12 Euros

Quadern malià / Cuaderno de Malí (poemario) 12 Euros

Aquellos años grises (España 1951-1975) (novela) 14 Euros

19 de diciembre de 2011

CORRESPONDENCIA XEC MARQUÈS-ANNA ROSSELL

*
CARTA DEL TEÒLEG I SALESIÀ XEC MARQUÈS A ANNA ROSSELL (06-12-2011) /
*
CARTA DEL TEÓLOGO Y SALESIANO XEC MARQUÈS A ANNA ROSSELL (06-12-2011)
*
Al original catalán sigue su traducción al español
*
(Catalán)
* 
Xec Marquès en un acte, a Terrassa (desembre 2010) / Xec Marquès en un acto, en Terrassa (diciembre 2010)
*
Conakry, 6 de desembre 2011

Fa tres dies, un jove estudiant em presentava el tema d’un exercici de redacció que el professor els havia demanat. El títol era “La colonisation est la cause du sous-développement de l’Afrique” ["La colonització és la causa del subdesenvelopament de l'Àfrica"]. Un tema provocador, sobretot per a un ciutadà de Guinea, que té com a pare fundador de la república el Sékou Touré, aquell que va dir a De Gaulle “mieux vaut être pauvre dans la liberté que riche dans l’opression” ["millor ser pobre en la llibertat que ric en l'opressió"].

Vàrem estar reflexionant junts durant uns vint minuts. Jo el volia conduir a una reflexió que anés més enllà dels tòpics i afirmacions reduccionistes. El vaig conduir a fer un recorregut per la història. No es pot negar que fa un centenar d’anys es van trobar front a front estats europeus (França i Anglaterra) amb un poder militar, econòmic i cultural eficaç i unes col·lectivitats més o menys unificades per arrels culturals, de clans i en procés de constitució d'unitats més grans per pactes i guerres (els regnes i imperis que els blancs es van trobar i que en alguns llocs els van oposar forta resistència). Els països invasors estaven creant una economia i una riquesa fonamentada en l’explotació de terres i de gents descobertes i dominades des de feia alguns anys. Durant anys la primera riquesa que l’Àfrica va exportar varen ser els seus fills i filles, introduïts en el circuit econòmic com a mà d’obra esclava.

Grans capitals es van poder constituir i els països dominadors disposaven de recursos per enfortir la seva posició i capacitat de dominació, fins i tot en les qüestions humanes de la llibertat i de la dignitat de la persona, fins adonar-se’n que l’esclavatge no tenia raó de ser i s’havia d’acabar amb ell. Entre ells van fer guerres i quan feien la pau es posaven d’acord sobre qui i com governava una part del món. Van dibuixar fronteres i establir països, i així van néixer els estats africans. Uns i altres se n’adonaven que la cosa no podia durar massa, cada poble tenia el dret de governar-se, hi va haver guerres i revoltes; amb més o manco violència van venir les independències. Era fa una cinquantena d’anys.

Els estats nous arribaven a les independències en un món que ja havia fet el dibuix de la distribució del poder i del “conjunt de les nacions”. S’integraven en la màquina de la política i de l’economia mundial, dominada fins fa uns vint anys per la política dels blocs: un sota l’influencia dels EEUU, l’altre, de la URSS. Els grans es varen arribar a posar d’acord i nous equilibris es van anar constituint. La política es moria per deixar tot l’espai a l’economia que es diu capitalista. Avui és això que domina el món. Fins i tot els que han creat aquesta màquina en viuen espantats.

Quan algú vestit d’una manera sofisticada, viatjant en vaixells i altres màquines, manipulant eines que maten amb molta eficàcia, quan aquest té necessitat d’alimentar la seva economia i el seu confort i és a casa teva on troba el que li cal, aviat el nou arribat es creu desenvolupat i et mira des de dalt. La teva nuesa, la teva simplicitat de vida, l’absència de màquines i d’eficàcia se n’anomenarà des d’aleshores subdesenvolupament.

També en vindran d’altres de bona voluntat, sense altre interès que fer el bé. Ells se n’adonaran d’altres coses: els nens no van a l’escola i es moren fàcilment, l’aigua que beuen no sempre és neta i sana.... ; algun@s d'ell@s tindran la sort de viatjar i coneixeran (molts amb ocasió de les guerres entre els grans) el món d'on vénen aquests estrangers, veuran les seves cases i el seu confort, aprendran alguns dels seus valors i fins i tot prendran consciència de la seva opressió i de la seva dignitat de negre, des de segles negada.

Entre ell@s n’hi ha que aprendran a fer negoci i entraran en aquest món de la finança liberal, sabran fer fortuna i esdevenir, també ell@s, capitalistes.

Anna, des de la meva perspectiva, em costa definir la frontera entre el que s’ha d’abstenir de proposar i el que ha de gaudir de tota la llibertat i autonomia per a comandar l’acció.

La teva proposició em sembla utòpica o, millor, que fa abstracció de la història i de les dinàmiques concretes del poder de decisió en els països d’Àfrica.

Al mateix temps, trobo que s’han creat espais de reflexió i de trobada i agermanant, gent de tot horitzó capaç de definir polítiques d’acció i de transformació comunes i acceptades per tots; això tant en els espais de la societat civil com en les estructures internacionals fonamentades en la realitat dels estats. Els primers més que els segons produeixen una reflexió que té valor universal i no es pot deixar que el capritxós que ostenta el poder per mor de la seva independència i de la seva autonomia i dels valors culturals del seu poble, que ell encarna, decideixi en contradicció amb aquests principis (casos n’hem viscut en el tema de la lluita contra la SIDA).

Això per a les grans línees d’acció.

Desprès ve el tema de la gestió concreta de programes i de plans d’acció. Estic d’acord en que cal una participació més eficaç dels beneficiaris d’aquesta acció. Però al mateix temps cal una implicació més gran de la societat civil i de la base en la gestió de l’administració de l’Estat que gestiona aquesta “ajuda”.

Sí que és veritat que, amb l’esclavatge, la colonització i la  imposició d’una mundialització capitalista i liberal, els poderosos han fet desastres (i en són els principals protagonistes) i entre les víctimes alguns han sabut aprofitar-se'n.

Sí que és veritat que, en la lluita per l’abolició de l’esclavatge, per a les independències de les colònies i contra la mundialització contemporània, les víctimes són el primer front de batalla i hi ha també un front (una quinta columna) en els estats opressors.

No tot és blanc ni tot és negre.

Cal callar i escoltar, però també cal dialogar. Crec que aquests espais de diàleg existeixen.

Ho necessitem tots per a poder superar els complexes que ens paralitzen i ens fan témer els uns als altres. El callar massa podria ser només expressió i aliment del complex d’opressor i el xerrar massa, del de víctima mai redimida.

El que proposes fa déu o vint anys era necessari: calia callar i deixar parlar l'altre. Avui, si això encara és veritat en alguns llocs i en alguns àmbits, en d’altres (la gran majoria) ja està, em sembla, superat.

Hi ha una mena de reacció que vaig sentir l’altra dia a casa del francès que treballa a Rio Tinto (et vaig parlar de casa seva), que consisteix a dir cadascú tranquil a casa seva. Si vénen a França que callin si anem a casa seva també sabrem callar. L’estranger ha de saber callar per aprendre i la seva saviesa serà de dosificar silenci i paraula perquè de la trobada tots n'aprenem una mica més.

Al final em sembla que només he tocat un punt que es refereix a la teva proposta d'abstenir-se de decidir res.

Xec
*
Annex:

El sentit dels moviments immigratoris:

Quan un “blanc” treballa en una empresa implantada a l’Àfrica se li diu un expatrié [expatriat]; quan un negre viatja al país dels blancs per trobar feina se li diu un immigrant.
El primer adjectiu comporta salaris més alts, primes de desplaçament, habitacions i espais més o menys reservats (fins i tot escoles per als / a les nen@s).

El segon comporta lleis persecutòries i restrictives, marginalització i exclusió.
El primer viatja a partir d'un contracte, que troba sovint el seu fonament en alguna mena de convenció de cooperació.

El segon viatja a partir de la necessitat.
Darrera el primer hi ha un agosarat ben diplomat i ambiciós amb ganes, tolvegada, d’aventura.

Darrera el segon hi ha un miratge i molta voluntat.
El primer viatge amb primera i a un ritme definit per contracte.

El segon en pastera i pagant sovint amb la pròpia sang.
Si és així no hi pot haver trobada.
*
*
CARTA DEL TEÓLOGO Y SALESIANO XEC MARQUÈS A ANNA ROSSELL (06-12-2011)
Traducción al español de Anna Rossell
*
Conakry, 6 de diciembre 2011
*
Hace tres días, un joven estudiante me presentaba el tema de un ejercicio de redacción que el profesor les había encargado. El título era "La colonisation est la cause du sous-développement de l'Afrique" ["La colonización es la causa del subdesarrollo de África"]. Un tema provocativo, sobre todo para un ciudadano de Guinea, que tiene como padre fundador de la república a Sékou Touré, aquel que le dijo a De Gaulle "mieux vaut être pauvre dans la liberté que riche dans l’opression” ["mejor ser pobre en la libertad que rico en la opresión"].

Estuvimos reflexionando juntos durante unos veinte minutos. Yo quería conducirlo a una reflexión que fuera más allá de los tópicos y afirmaciones reduccionistas. Lo incité a hacer un recorrido por la historia. No se puede negar que hace un centenar de años se encontraron frente a frente estados europeos (Francia y Gran Bretaña) con un poder militar, económico y cultural eficaz y unas colectividades más o menos unificadas por raíces culturales, de clan y en proceso de constitución de unidades mayores por pactos y guerras (los reinos e imperios que los blancos se encontraron y que en algunos lugares les opusieron resistencia). Los países invasores estaban creando una economía y una riqueza fundamentada en la explotación de tierras y de gentes descubiertas y dominadas desde hacía algunos años. Durante años la primera riqueza que África exportó fueron sus hij@s, introducid@s en el circuito económico com mano de obra esclava.

Grandes capitales pudieron constituirse y los países dominadores disponían de recursos para fortalecer su posición y capacidad de dominación, incluso en las cuestiones humanas de la libertad y de la dignidad de la persona, hasta que se dieron cuenta de que la esclavitud no tenía razón de ser y que había que acabar con ella. Entre ellos hicieron guerras y cuando hacían la paz se ponían de acuerdo sobre quién y cómo había que gobernar una parte del mundo. Dibujaron fronteras y establecieron países, y así nacieron los estados africanos. Unos y otros se dieron cuenta de que la cosa no podía durar mucho, cada pueblo tenía derecho a gobernarse, hubo guerras y revueltas; con mayor o menor violencia llegaron las independencias. Esto sucedía hace cincuenta años.

Los nuevos estados llegaban a la independencia en un mundo que ya había hecho el dibujo de la distribución del poder y del "conjunto de las naciones". Se integraban en la máquina de la política y de la economía mundial, dominada hasta hace unos veinte años por la política de los bloques: uno bajo la influencia de los EEUU, el otro, de la URSS. Los grandes se pusieron de acuerdo y fueron constituyéndose nuevos equilibrios. La política moría para dejar todo el espacio a la economía llamada capitalista. Hoy es ella la que domina el mundo. Incluso los que han creado esta máquina se horrorizan.

Cuando alguien que viste de manera sofisticada, que viaja en barcos y otros aparatos, que manipula herramientas que matan con mucha eficacia, cuando este alguien tiene necesidad de alimentar su economía y su confort y enbcuentra en tu casa lo que le hace falta, pronto este recién llegado se siente desarrollado y te mira por encima del hombro. Tu desnudez, la simplicidad de tu modo de vivir, la ausencia de máquinas y de eficacia, todo vendrá a llamarse entonces subdesarrollo.

También llegarán otr@s de buena voluntad, sin otro interés más que el de hacer el bien. Ell@s se darán cuenta de otras cosas: l@s niñ@s no van a la escuela y mueren fácilmente, el agua que beben no siempre el limpia y sana...; algun@s de ell@s tendrán la suerte de viajar y conocerán (much@s con motivo de las guerras) el mundo de donde vienen estos extranjeros, verán sus casas y su confort, aprenderán algunos de sus valores e incluso tomarán conciencia de su opresión y de su dignitat de negr@, negada durante tantos siglos.

Entre ell@s los habrá que aprenderán a hacer negocio y entrarán en este mundo de la finanza liberal, sabrán hacer fortuna y convertirse, también ell@s, en capitalistas.

Anna, desde mi perspectiva, me cuesta definir la frontera entre quien debe abstenerse de proponer y quien debe gozar de toda libertad y autonomía para liderar la acción. 

Tu propuesta me parece utópica, o mejor, creo que hace abstracción de la historia y de las dinámicas concretas del poder de decisión en los países africanos.

Además creo que se han creado espacios de reflexión y de encuentro en los que confraterniza gente de horizontes distintos capaz de definir políticas de acción y de transformación comunes y aceptadas por tod@s; esto tanto en los espacios de la sociedad civil como en las estructuras internacionales fundamentadas en la realidad de los estados. Los primeros más que los segundos producen una reflexión que tiene valor universal y no se puede dejar que el caprichoso que ocupa el poder por mor de su independencia y de su autonomía y de los valores culturales de su pueblo, que él encarna, decida en contradicción con estos principios (hemos vivido casos así en el tema de la lucha contra el SIDA).

Esto en cuanto a las grandes líneas de acción.

Después viene el tema de la gestión concreta de programas y de planes de acción. Estoy de acuerdo en que es necesaria una participación más eficaz de l@s beneficiari@s de esta acción, pero al mismo tiempo es necesaria una mayor implicación de la sociedad civil y de la base en la gestión de la administración del Estado que gestiona esta "ayuda".

Sí que es verdad que, con la esclavitud, la colonización y la imposición de una mundialización capitalista y liberal, l@s poderos@s han hecho desastres (y son l@s principales protagonistas) y entre las víctimas algun@s han sabido sacar provecho de ello.

Sí que es verdad que, en la lucha por la abolición de la esclavitud, por las independencias de las colonias y contra la mundialización contemporánea, las víctimas son el primer frente de batalla y hay también un frente (una quinta columna) en los estados opresores.

No todo es blanco ni todo es negro.

Es necesario callar y escuchar, pero también es necesario dialogar. Creo que estos espacios de diálogo existen.

Lo necesitamos tod@s para poder superar los complejos que nos paralizan y nos hacen temer l@s un@s a l@s otr@s. Callar demasiado podría ser tan solo expresión y alimento del complejo del opresor y hablar demasiado, el de víctima nunca redimida.

Lo que propones era necesario hace diez o veinte años: era necesario callar y dejar hablar al otro. Hoy, si esto es verdad aún en algunos lugares y en algunos ámbitos, en otros (la gran mayoría) ya está, creo, superado.

Hay un tipo de reacción que escuché el otro día en casa de aquel francés que trabaja en Rio Tinto (te hablé de su familia), que consiste en que cada un@ se comporte con tranquilidad en su casa: si vienen a Francia que callen, y si vamos nosotros a su casa también hemos de saber callarnos nosotr@s. El / la extranjer@ ha de saber callar para aprender y su sabiduría consiste en dosificar el silencio y la palabra para que del encuentro tod@s aprendamos un poco más.

Al final creo que sólo he tocado un punto, el que se refiere a tu propuesta de abstenerse de tomar decisiones.

Xec
*
*
Anexo:

El sentitdo de los movimientos immigratorios:

Cuando un "blanco" trabaja en una empresa implantada en África se le llama expatrié [expatriado]; cuando un negro viaja al país de los blancos para encontrar trabajo recibe el nombre de inmigrante.



El primer adjetivo comporta salarios más altos, primas de desplazamiento, habitaciones y espacios más o menos reservados (incluso escuelas para l@s niñ@s).
El segundo comporta leyes persecutorias y restrictivas, marginalización y exclusión.
 
El primero viaja partir de un contrato, que a menudo encuentra su fundamento en algún tipo de convención de cooperación.

El segundo viaja a partir de la necesidad.

Detrás del / de la primer@ hay un@ lanzad@ bien diplomado y ambicioso con ganas, quizás, de aventura. Detrás del / de la segund@ hay un espejismo y mucha voluntad.
El / la primer@ viaja en primera clase y a un ritmo definido por contrato.
El / la segund@, en patera y pagando a menudo con la propia sangre.
Si es así, no puede haber encuentro.