6 de abril de 2012

PARA ELOY SÁNCHEZ, MI ÚLTIMO SEGUIDOR, EN AGRADECIMIENTO

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Eloy, muchísimas gracias por tu interés. Bienvenido a nuestra tertulia. Espero tus observaciones y comentarios. Ahí va el comienzo de mi última novela, Aquellos años grises (España 1950-1975), Ed. ACEN, 2012, que aún no ha salido a la venta, pero que ya está en la editorial.
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          Tampoco esta vez nos habían dejado el coche en el garaje Diana. Eran las terceras Navidades que mi hermana había deseado el regalo de sus sueños. El coche hubiera dado a nuestra familia en un periquete el mismo rango de la familia vecina. Bueno, no el mismo, incluso superior; mi hermana se pedía un Jaguar rojo y los del cuarto primera tenían un Seat 1400. Pero entre el montón de juguetes no había ningún cartel que anunciara que el Jaguar nos esperaba en el garaje de la esquina. Veía la desilusión pintada en la cara de Natalia y me preguntaba cómo podía ser tan inocente y creerse aún a pies juntillas el bulo de los reyes magos, siendo como era ella tres años mayor que yo. Desde luego no iba a ser yo quien la hiciera bajar de la nube. Hasta que nuestra hermana pequeña se hubiera puesto en la edad de escribir a sus majestades de oriente se nos hubiera cortado el suministro y no era cosa de arriesgarnos a que esto sucediera. Había que seguir manteniendo el chollo mientras se pudiera. La pobre hasta se creía el cuento de que eran los reyes magos los que daban el rebajón a los turrones y al vino dulce que dejábamos en la mesita junto al belén la noche anterior y que eran sus camellos los que se bebían el agua del cubo que poníamos al pie del árbol. Mientras ella seguía ensimismada en su desgracia yo contemplaba aquella exposición de ilusiones entre el despliegue de papeles y cintas de colores desparramados por el suelo delante de la gran ventana del comedor por la que entraba a raudales la luz de la mañana: nuestra vieja cocinita recién pintada, los cacharros de aluminio, los vestidos nuevos para las muñecas viejas, la muñeca nueva con su vestido nuevo y una caja de Juegos Reunidos con los que mis padres se empeñarían en amenizarnos las tardes de los domingos cuando ellos no tuvieran nada mejor que hacer. Dos dos seis siete cinco uno dos. -¿Está Esther? El teléfono parecía de verdad, era igual que el que papá tenía en su despacho y tenía un cable de los modernos, de los enrollados en espiral, pero el mío no era negro.
 
          Los domingos y fiestas de guardar íbamos a misa a la parroquia. No sabía muy bien por qué había que ir a la de las doce, pero era a la que había que ir. A esta hora la iglesia se ponía a rebosar y había que apretarse en las hileras de los bancos para que pudiéramos sentarnos todos. Aun así, en la parte trasera se aglomeraban los que no habían conseguido asiento o no habían querido conseguirlo para poder quedarse junto a la puerta y salir a fumar cuando les diera el apretón o a airearse cuando el sermón se hiciera demasiado largo. Casi todos los que se quedaban al fondo eran hombres. Las mujeres se las apañaban para colocarse siempre en buen lugar, sobre todo aquellas que querían lucir sus pieles o sus joyas, que eran la mayoría. Había en la disposición del público asistente una curiosa ordenación de mayor a menor en función de los abrigos de pieles y los sombreros y guantes que llevaban. Así las filas más cercanas al oficiante y al altar eran ocupadas por señoras y caballeros de la mejor sociedad cuya represen-tación iba diluyéndose entre la medianía en sentido decreciente. Con frecuencia a los niños nos tocaba por vecina una de estas peripuestas señoronas, que eran nuestro entretenimiento en aquellas largas y aburridas sesiones que habían de garantizarnos el cielo. Mis ojos quedaban justo a la altura de las manos de los adultos, que descansaban en el apoyabrazos del reclinatorio de delante. A mi lado el color rojo brillante del esmalte de uñas atraía aún más la mirada hacia lo que ya de por sí era todo un espectáculo: un muestrario de joyas cargadas de colgantes se aseguraba protagonismo con su insistente tintineo cada vez que había que persignarse, o cuando, en verano, la mano abría o cerraba repetidamente el abanico. Aún recuerdo el susto mayúsculo y la repulsión que experimenté la primera vez que, al levantar la vista, vi una pequeña cabeza de animal y unas patitas colgando de una estola de piel a un lado y a otro del cuello de una de aquellas mujeres. Pasado el tiempo, cuando en los cines estrenaron la película 101 dálmatas, sabría que aquellos personajes habían de estar directamente emparentados con Cruela de Vil.  

          Colocarse en el último tercio de la zona de los bancos tenía sus ventajas. Al terminar la misa papá era de los primeros en salir, mientras que mamá se detenía a saludar a conocidos y vecinos. Yo me alegraba de poder seguir a papá hacia la libertad. Fuera me sentía más segura y observaba en la distancia la puesta en escena final del espectáculo: el mosén rector de la parroquia, que era quien celebraba la misa de las doce, se había quitado en un santiamén el alba y en traje de faena, su sotana negra, ya estaba plantado en la salida con el cepillo apoyado en su orondo barrigón, dando la mano con sonrisa remilgada, saludando y despidiendo a sus queridos feligreses, más o menos queridos, según. Recuerdo el especial aprecio que le tenía el mosén a nuestra vecina, la señora Mistral. La señora Mistral vivía justo en el piso de encima del nuestro. Pasaba largas temporadas fuera, en su otra casa de no recuerdo qué ciudad. Que yo supiera, no era viuda, tenía marido, aunque éste debía de estar muy ocupado porque nunca aparecía por allí. La señora Mistral era una de aquellas feligresas a las que el mosén quería mucho. No estaba en el barrio el año entero, pero cuando estaba, estaba, y compensaba con creces sus prolongadas ausencias. Era además una de esas almas caritativas que cumplían con lo que había que cumplir: presidía la mesa de acción católica cuando se recogían limosnas para los pobres negritos de África y hacía entrega de los regalos de reyes a los niños del hospicio, a los que besaba en un gesto de magnánima caridad. Era verdad, salía en las fotos de la hoja dominical. Hasta tal punto era buena que no nos extrañó nada que un buen día apareciera por casa con una niña del Cottolengo, el conocido orfanato de Barcelona, a la que había adoptado. A mí me sorprendió mucho el aspecto humilde de la niña. Lo de la adopción significaba que era su hija, ¿no? Pues debía de ser que no, porque en general una madre rica tiene una niña rica y una madre pobre tiene una niña pobre. Algo no encajaba en todo aquello, pero ya se sabe que el mundo de los adultos no se acaba de entender. Poco después entendí un poco más cuando mamá comentó que nos había invitado precisamente a nosotras a jugar con la niña porque a nosotras nos tenía por más cercanas a la categoría de la huérfana que a las chicas del cuarto primera, que eran más o menos de nuestra misma edad, a las que, sin embargo, ni se le había pasado por la cabeza molestar. Por edad era yo la que le correspondía a la niña adoptada, pero no recuerdo haber jugado nunca más con ella ni tampoco haberla visto ninguna otra vez. Más tarde pensé que probablemente a la señora Mistral la niña no le había parecido lo suficientemente digna de su benevolencia, porque de todo lo que nos contó comprendí que la tenía como en período de prueba, o algo así.
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Principio de mi última novela Aquellos años grises (España 1950-1975), Ed. ACEN, 2012, pp. 7-10.)

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Portada de la novel·la d'Anna Rossell, Aquellos años grises, Ed. ACEN, 2012
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Resumen del contenido:
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Aquellos años grises (España, 1951-1975) es la historia de una niña de clase media que crece en un barrio del ensanche de la Barcelona de la posguerra y despierta a la conciencia político-social en los conflictivos años sesenta del siglo pasado. La acción de la novela se desarrolla desde los primeros años cincuenta del siglo XX hasta la muerte de Franco. Dividida en dos partes y escrita en primera persona, la voz narradora de la niña relata su vida y el ambiente social de la burguesía barcelonesa con la fina ironía característica del género de la picaresca. Las dos partes vienen diferenciadas estilísticamente: mientras que la primera está caracterizada por un registro humorístico con el que la protagonista pasa revista crítica a su entorno más inmediato, la segunda adopta un tono serio, con el que se marca la toma de conciencia social y política de la joven mujer en que se ha convertido aquella niña.  
La novela está salpicada de numerosos iconos sociopolíticos y de la vida cotidiana de aquellos años, por lo que forma parte de la historia personal de más de una generación de españoles.
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CÓMO ADQUIRIR MIS LIBROS
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1) Librería Altaïr, de BARCELONA: Gran Vía de les Corts Catalanes, 616 (entre C./ Balmes y Rbla. de Cataluña), 08007 Barcelona, Tel. (34) 933427171, Fax (34) 933427178, Horario de lunes a sábado: 10:00 - 20:30 h, Correo-e: http://www.altair.es/.
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2) Librería Laie, de BARCELONA, C./ Pau Clarís, 85, Tel. 933181739
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3) Librería Library (Lili), de EL MASNOU (BARCELONA) (pasaje delante del quiosco de prensa, ante la estación de Ocata)
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4) Librería Altaïr, de MADRID: C./ Gaztambide, 31 (entre C./ Alberto Aguilera y Princesa), 28015 Madrid, Tel. 915435300, Fax 915443498, Correo-e: altair.m@altair.es
Horario de lunes a viernes: 10:00-14:00 h i 16:30-20:30 h, sábado: 10:30-14-30 h
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5) Librería Primado, de VALENCIA, Avda. Primado Reig, 102, Tel. 963616064 (Miguel Morata)
Correo-e: libreriaprimado@hotmail.com
libreriaprimado.blogspot.com

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6) Librería Céfiro, de SEVILLA, C./ Virgen de los Buenos Libros, 1, 41002 SEVILLA, Tel. y Fax: 954 215 883, Correo-e: cefiro@cefiro-libros.com (Luis)
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7) Librería La Fuga, de SEVILLA, C./ Conde de Torrejón, 4 (al final de la C./ Amor de Dios), Alameda de Hércules, 41003 SEVILLA, Tel.: 954 382 340, Correo-e: lafuga@nodo50.org (Luis)
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8) Editorial ACEN, de CASTELLÓN: www.acencs.org
Correo-E: info@acencs.org
Tel.: 662606550
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9) Librería Argot, de CASTELLÓN, C./ San Vicente, 16, 12002 Castelló de la Plana,
Tel.: 964 250 498, Fax: 964 240 368, Correo-e: argot@argot.es
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LISTA DE PRECIOS:

Mi viaje a Togo (Libro de viajes) 18,50 Euros

La ferida en la paraula (poemario) 12 Euros

Mondomwouwé (novela) 12 Euros

Quadern malià / Cuaderno de Malí (poemario) 12 Euros

Aquellos años grises (España 1950-1975) -novela- 14 Euros

PARA ERIK FERNÁNDEZ SÁNCHEZ, MI ÚLTIMO SEGUIDOR, EN AGRADECIMIENTO

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MARCEL
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Eran ya las ocho y las tres horas que llevaba trabajando no le habían cundido apenas nada: sólo había mezclado el cemento y puesto una hilera de ladrillos. Al paso que iba, tardaría siglos en levantar las paredes de la nueva habitación que pretendía construir, con la que se había propuesto ampliar la casa. Pero él sabía que le perdía la impaciencia. Su madre tenía razón cuando le recomendaba tomarse las cosas con calma. Entonces solía recordarle a menudo aquel proverbio tamberma "El camino que da más rodeos es el que conduce al objetivo". Su madre tenía siempre a punto un dicho para la ocasión. Además de los heredados de su propia familia kabyé, conocía muchos de otras etnias del norte, y hasta algunos de las del sur. Tenía especial predilección por aquellos tesoros de la filosofía popular, como ella decía que los llamaban los sabios morabitos, y una peculiar habilidad para aplicarlos en el momento y la situación adecuados. Gracias a la machaconería de su madre, él mismo se sabía ya una buena retahíla. A menudo aquel derroche de sabiduría tradicional lo sacaba de quicio, pero debía reconocer que a veces le venía bien recordar alguno de aquellos proverbios y que lo que de pequeño le provocaba un ataque de rebeldía mayúsculo ahora hasta le empezaba a parecer útil: "El dinero llega a quien sabe esperar", "Poco es mejor que nada", "La vace que llega primero es la que bebe el agua limpia", "Mejor comer tarde que pasar hambre", o bien aquel otro "Es la hierba que te ama la que crece en tu campo". Ése, si la memoria no le fallaba, era kabyé, y ése precisamente no lograba él entenderlo. Justamente la experiencia le enseñaba un día sí y otro también todo lo contrario: el campo estaba lleno de piedras y malas hierbas que había que arrancar y como por una maldición volvían a crecer de un año para otro. Sabía de qué hablaba, le costaba Dios y ayuda extirpar de las entrañas de la tierra aquellos hierbajos cada vez que había que preparar el campo para la siembra antes de que llegaran las lluvias. El que hubiera inventado aquel proverbio a buen seguro que no había cogido una azada en su vida. Ya le hubiera gustado a él que el dicho hubiera estado en lo cierto, entonces no hubiera tenido que dejarse la piel levantando montoncitos de tierra para el iñam, entonces el iñam hubiera crecido solo, o a lo mejor es que no era el iñam el que le amaba a él, sino al revés, eso debía de ser, claro. Colocó el último ladrillo que quedaba para terminar la hilera y retrocedió unos pasos para contemplar su obra.
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(Capítulo de mi novela: Mondomwouwé, Barcelona, 2011, pp. 154-157)
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Resumen de la novela:
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Mondomwouwé surgió a partir de una estancia de la autora en Togo (África occidental) en abril de 2004. Las vivencias que experimentó allí, así como las personas que conoció, sirven a la escritora de punto de partida para seguir desarrollando, en la ficción, la vida de cada uno de sus personajes. El conjunto, producto de las perspectivas de los diferentes actores que habitan la novela, arroja una visión panorámica de aquel pequeño país y de su gente. El estilo indirecto libre que caracteriza la novela permite al lector conocer desde dentro a cada personaje y hacerse una idea de la mentalidad, la sensibilidad o la brutalidad, la visión del mundo de cada uno de ellos, así como de las costumbres y la cultura de un país del que nuestro mundo poco sabe. La lectura de Mondomwouwé supone para el lector un viaje a aquél país africano. El libro se cierra con la viva sensación de haber estado allí.
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CÓMO ADQUIRIR MIS LIBROS
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1) Librería Altaïr, de BARCELONA: Gran Vía de les Corts Catalanes, 616 (entre C./ Balmes y Rbla. de Cataluña), 08007 Barcelona, Tel. (34) 933427171, Fax (34) 933427178, Horario de lunes a sábado: 10:00 - 20:30 h, Correo-e: http://www.altair.es/.
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2) Librería Laie, de BARCELONA, C./ Pau Clarís, 85, Tel. 933181739
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3) Librería Library (Lili), de EL MASNOU (BARCELONA) (pasaje delante del quiosco de prensa, ante la estación de Ocata)
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4) Librería Altaïr, de MADRID: C./ Gaztambide, 31 (entre C./ Alberto Aguilera y Princesa), 28015 Madrid, Tel. 915435300, Fax 915443498, Correo-e: altair.m@altair.es
Horario de lunes a viernes: 10:00-14:00 h i 16:30-20:30 h, sábado: 10:30-14-30 h
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5) Librería Primado, de VALENCIA, Avda. Primado Reig, 102, Tel. 963616064 (Miguel Morata)
Correo-e: libreriaprimado@hotmail.com
libreriaprimado.blogspot.com

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6) Librería Céfiro, de SEVILLA, C./ Virgen de los Buenos Libros, 1, 41002 SEVILLA, Tel. y Fax: 954 215 883, Correo-e: cefiro@cefiro-libros.com (Luis)
*
7) Librería La Fuga, de SEVILLA, C./ Conde de Torrejón, 4 (al final de la C./ Amor de Dios), Alameda de Hércules, 41003 SEVILLA, Tel.: 954 382 340, Correo-e: lafuga@nodo50.org (Luis)
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8) Editorial ACEN, de CASTELLÓN: www.acencs.org
Correo-E: info@acencs.org
Tel.: 662606550
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9) Librería Argot, de CASTELLÓN, C./ San Vicente, 16, 12002 Castelló de la Plana,
Tel.: 964 250 498, Fax: 964 240 368, Correo-e: argot@argot.es
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LISTA DE PRECIOS:

Mi viaje a Togo (Libro de viajes) 18,50 Euros

La ferida en la paraula (poemario) 12 Euros

Mondomwouwé (novela) 12 Euros

Quadern malià / Cuaderno de Malí (poemario) 12 Euros

Aquellos años grises (España 1950-1975) -novela- 14 Euros

5 de abril de 2012

POEMA-ARTÍCULO DEL PREMIO NOBEL ALEMÁN GÜNTER GRASS SOBRE LA ACTITUD DE ISRAEL EN EL CONFLICTO CON IRÁN

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Al original alemán sigue su traducción al español
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Günter Grass warnt in der "Süddeutschen Zeitung" vor einem Krieg gegen Iran. In seinem Gedicht mit dem Titel "Was gesagt werden muss" fordert der Literaturnobelpreisträger deshalb, Israel dürfe keine deutschen U-Boote mehr bekommen.       
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WAS GESAGT WERDEN MUSS
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Warum schweige ich, verschweige zu lange,
was offensichtlich ist und in Planspielen
geübt wurde, an deren Ende als Überlebende
wir allenfalls Fußnoten sind.
Es ist das behauptete Recht auf den Erstschlag,
der das von einem Maulhelden unterjochte
und zum organisierten Jubel gelenkte
iranische Volk auslöschen könnte,
weil in dessen Machtbereich der Bau
einer Atombombe vermutet wird.
Doch warum untersage ich mir,
jenes andere Land beim Namen zu nennen,
in dem seit Jahren - wenn auch geheimgehalten -
ein wachsend nukleares Potential verfügbar
aber außer Kontrolle, weil keiner Prüfung
zugänglich ist?
Das allgemeine Verschweigen dieses Tatbestandes,
dem sich mein Schweigen untergeordnet hat,
empfinde ich als belastende Lüge
und Zwang, der Strafe in Aussicht stellt,
sobald er mißachtet wird;
das Verdikt "Antisemitismus" ist geläufig.
Jetzt aber, weil aus meinem Land,
das von ureigenen Verbrechen,
die ohne Vergleich sind,
Mal um Mal eingeholt und zur Rede gestellt wird,
wiederum und rein geschäftsmäßig, wenn auch
mit flinker Lippe als Wiedergutmachung deklariert,
ein weiteres U-Boot nach Israel
geliefert werden soll, dessen Spezialität
darin besteht, allesvernichtende Sprengköpfe
dorthin lenken zu können, wo die Existenz
einer einzigen Atombombe unbewiesen ist,
doch als Befürchtung von Beweiskraft sein will,
sage ich, was gesagt werden muß.
Warum aber schwieg ich bislang?
Weil ich meinte, meine Herkunft,
die von nie zu tilgendem Makel behaftet ist,
verbiete, diese Tatsache als ausgesprochene Wahrheit
dem Land Israel, dem ich verbunden bin
und bleiben will, zuzumuten.
Warum sage ich jetzt erst,
gealtert und mit letzter Tinte:
Die Atommacht Israel gefährdet
den ohnehin brüchigen Weltfrieden?
Weil gesagt werden muß,
was schon morgen zu spät sein könnte;
auch weil wir - als Deutsche belastet genug -
Zulieferer eines Verbrechens werden könnten,
das voraussehbar ist, weshalb unsere Mitschuld
durch keine der üblichen Ausreden
zu tilgen wäre.
Und zugegeben: ich schweige nicht mehr,
weil ich der Heuchelei des Westens
überdrüssig bin; zudem ist zu hoffen,
es mögen sich viele vom Schweigen befreien,
den Verursacher der erkennbaren Gefahr
zum Verzicht auf Gewalt auffordern und
gleichfalls darauf bestehen,
daß eine unbehinderte und permanente Kontrolle
des israelischen atomaren Potentials
und der iranischen Atomanlagen
durch eine internationale Instanz
von den Regierungen beider Länder zugelassen wird.
Nur so ist allen, den Israelis und Palästinensern,
mehr noch, allen Menschen, die in dieser
vom Wahn okkupierten Region
dicht bei dicht verfeindet leben
und letztlich auch uns zu helfen.
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(Publicado en Süddeutsche Zeitung, miércoles 4 de abril de 2012)
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Traducción al español de Miguel Sáenz
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LO QUE HAY QUE DECIR
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Günter Grass alerta en el diario "Süddeutschen Zeitung" de una guerra contra Irán. En su poema, que lleva el título Lo que hay que decir, el Premio Nobel de Literatura advierte por ello que Israel no debiera recibir más submarinos alemanes.
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Por qué guardo silencio, demasiado tiempo,
sobre lo que es manifiesto  se utilizaba
en juegos de guerra a cuyo final, supervivientes,
solo acabamos como notas a pie de página.
Es el supuesto derecho a un ataque preventivo
el que podría exterminar al pueblo iraní,
subyugado y conducido al júbilo organizado
por un fanfarrón,
porque en su jurisdicción se sospecha
la fabricación de una bomba atómica.
Pero ¿por qué me prohíbo nombrar
a ese otro paíes en el que
desde hace años -aunque mantenido en secreto-
se dispone de un creciente potencial nuclear,
fuera de control, ya que
es inaccesible a toda inspección?
El silencio general sobre ese hecho,
al ue se ha sometido mi propio silencio,
lo siento como gravosa mentira
y coacción que amenaza castigar
en cuanto no se respeta;
"antisemitismo" se llama la condena.
Ahora, sin embargo, porque mi país,
alcanzado y llamado a capítulo una y otra vez
por crímenes muy propios
sin parangón alguno,
de nuevo y de forma rutinaria, aunque
enseguida calificada de reparación,
va a entregar a Israel otro submarino cuya especialidad
es dirigir ojivas aniquiladoras
hacia donde no se ha probado
la existencia de una sola bomba,
aunque se quiera aportar como prueba el temor...
digo lo que hay que decir.
¿Por qué he callado hasta ahora?
Porque creía que mi origen,
marcado por un estigma imborrable,
me prohibía atribuir ese hecho, como evidente,
al país de Israel, al que estoy unido
y quiero seguir estándolo.
¿Por qué solo ahora lo digo,
envejecido y con mi última tinta:
Israel, potencia nuclear, pone en peligro
una paz mundial ya de por sí quebradiza?
Porque hay que decir
lo que mañana podría ser demasiado tarde,
y porque -suficientemente incriminados como alemanes-
podríamos ser cómplices de un crimen
que es previsible, por lo que nuestra parte de culpa
no podría extinguirse
con ninguna de las excusas habituales.
Lo admito: no sigo callando
porque estoy harto
de la hipocresía de Occidente; cabe esperar además
que muchos se liberen del silencio, exijan
al causante de ese peligro visible que renuncie
al uso de la fuerza e insistan también
en que los gobiernos de ambos países permitan
el control permanente y sin trabas
por una instancia internacional
del potencial nuclear israelí
y de las insstalaciones nucleares iraníes.
Solo así podremos ayudar a todos, israelíes y palestinos,
más aún, a todos los seres humanos que en esa región
ocupada por la demencia
viven enemistados codo con codo,
odiándose mutuamente,
y en definitiva también ayudarnos.
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(Publicado en El País, miércoles 4 de abril de 2012)

4 de abril de 2012

SOBRE EL ORIGEN ALEMÁN DE LA PALABRA "BRINDIS"

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Tanto la costumbre como las palabras brindar y brindis son de origen alemán -Ich bring dir's, te lo ofrezco (1)- y se introdujeron en España a mediados o finales del siglo XVI (2). A principios del siguiente eran vocablos de uso común y los recoge D. Sebastián de Cobarruvias en su Tesoro de la lengua Castellana o Española, publicado por vez primera en 1611, como brindar y brindez (3). De las palabras de Cobarruvias se deduce la procedencia germana, su reciente incorporación al castellano e incluso que también se usaba la forma francesa yo bebo a V. M., lo que ha dado pie para que algunos piensen en un origen francés.

(1) Corominas, J.: Diccionario Critico Etimológico de la Lengua Castellana.

(2) La voz brindar aparece documentada por vez primera en el año de 1592 en las Coplas del Secretario de la Academia de Villamanta. Cf. Corominas, op.. cif.

(3) Brindar: "Es solicitar y combidar al compañero con la taza en la mano, beviendo él y luego el otro, y este modo de bever se llama brindez. Es palabra tudesca, pero introducida en Francia, en Italia y en España... El francés en lugar de brindez dice: Ye bivo a vou yo os bevo". Cf. Beber, Cito por la edición facsímil de Madrid, 1979.

15 de marzo de 2012

CORRESPONDENCIA XEC MARQUÈS-ANNA ROSSELL

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CARTA D'ANNA ROSSELL AL TEÒLEG I SALESIÀ XEC MARQUÈS (15-03-2012) /
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CARTA DE ANNA ROSSELL AL TEÓLOGO Y SALESIANO XEC MARQUÈS (15-03-2012)
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Al original catalán sigue su traducción al español
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Amb el poeta Josep Anton Soldevila al jardí de l'Anteu Barcelonès (abril 2011) / Con el poeta Josep Anton Soldevila en el jardín del Ateneo Barcelonès (abril 2011)
Català

El Masnou, 15-03-2012
Estimat Xec,

tornes en la teva última carta al tema de la laïcitat, incitat per l’article de Jean-Louis Brugués, que vas llegir a l’Osservatore Romano, en el qual ell considera França com un exemple de laïcitat a seguir des que l’any 1905 va declarar oficialment la separació entre Església i Estat. Segons entenc del que tu em dius, l’autor de l’article considera aquesta separació desitjable i, a França, reeixida.

La teva percepció, però, no és la mateixa que la de Jean-Louis Brugués i planteges preguntes entorn dels dubtes que el seu article et suscita.

Tu centres les teves al·legacions entorn de dos eixos:

1)      La pèrdua de la influència de l’Església en l’estructuració espiritual i moral dels individus, la qual cosa pot causar un sentiment d’orfandat en l’Occident.
      2)     Una concepció de maduresa social i política lligada a valors universals,  superant la pròpia cultura (aculturació i capacitat per acollir valors generats per altres cultures, societats o religions).

1) Fent referència a aquest punt dius:

“Jo tinc la impressió que els termes del debat avui han canviat molt. Si és veritat, com diu l’autor, que l’Església no ha desaparegut, ni la religió ha estat reduïda a un pur sentiment subjectiu sense visibilitat social, també és veritat que ha perdut molt de la seva influència i de la seva capacitat d'estructurar espiritualment i moral els individus.”

Ja saps la meva posició respecte al tema de la laïcitat de l’Estat en el món en què vivim. Alguna vegada ha sortit a relluir aquesta qüestió de manera tangencial: jo sóc ferma partidària d’aquesta separació per vàries raons:

Un Estat confessional provoca confusió i pot ser fàcilment un focus d’injustícia: l’Estat s’ha d’ocupar de la bona convivència de la diversitat de gent d’un territori, i no ho pot fer serenament si ell mateix pren partit per una confessió determinada. Al meu entendre un Estat responsable ha de respectar i tenir en compte totes les vessants que els individus –tots els individus- dels quals ell és responsable manifesten com a necessaris per al seu equilibri físic i espiritual, i organitzar les coses en tots els àmbits per tal que tots els individus que empara la seva responsabilitat s’hi trobin acollits en convivència harmònica. En teoria el fet que un Estat es declari d’una confessió determinada no té perquè afectar un just capteniment vers altres confessions –en són un exemple, crec, molts països africans-, però només en teoria, la pràctica demostra que en moltíssims cassos passa més aviat al contrari. Per aquest motiu cal evitar aquesta possibilitat. Un Estat ha de ser equànime. Sobre tot en els nostres dies, en què les migracions són cada vegada més massives, convé que el país d’acollida manifesti aquesta equanimitat.

Crec que les teves reticències (i les de molta gent que ho sent com tu) es deuen fonamentalment al que jo crec que, de fet, és una confusió: “laic” vol dir “aconfessional” o, millor encara, “equànime amb les confessions religioses”,  i no “indiferent a les qüestions religioses” o, pitjor, “hostil a les qüestions religioses”. Aquesta és el vertader problema, crec.
També escrius:

“D’altra banda, el context de la mundialització, la visibilitat i la veu d’altres religions que la cristiana [sic] en el món Occidental, condueixen a certs sectors socials i religiosos a retrobar els fonaments i la identitat cristiana de l’Occident. Quan d’altres contexts culturals i socials, altres estats, afirmen sense vergonya ni timidesa la seva identitat islàmica, l’Occident pot viure un sentiment d’orfandat.”

No crec que Occident tingués cap sentiment d’orfandat si els respectius Estats apliquessin com cal aquesta diferència. Si ho fan, això per a mi és un signe real de gran maduresa a què s’ha arribat en el decurs de la història de la convivència humana i de la seva reglamentació.
Llavors aquesta objecció teva quan dius:

“Els radicals de la laïcitat es justificaran dient que això és justament un signe de la maduresa social i política, deixant entendre al mateix temps que les societats que encara tenen necessitat de la religió són immadures i que el camí del seu desenvolupament les ha de conduir a la plena emancipació de la religió [la negreta és meva] i trobar la seva identitat en valors republicans: socials i polítics.”

La “plena emancipació de la religió” esdevindria només una emancipació en el sentit d’una preferència per una religió concreta en detriment de les altres, però no una emancipació quan a la sensibilitat de l’Estat envers la dimensió religiosa dels creients de tota mena (totes per igual).


2)      Pel que fa al segon eix, escrius:

Trobo que els signes de la maduresa són, primer, la capacitat de superar els bloquejos socio-històric-afectius i ideològics produïts per segles de tensió entre les institucions estatals i les institucions religioses; segon, la capacitat d’alliberar els valors socials i culturals, produïts al llarg dels segles, del color de la pròpia cultura o religió (aculturació) perquè esdevinguin veritablement universals (i no occidentals, o africans o asiàtics); tercer, la capacitat d’acollir l’expressió d’aquests valors generats per altres cultures, societats o religions.”

Tu mateix dones la resposta que donaria jo a aquest segon eix: estic d’acord amb tu que, per tal d’ésser equànime, un Estat ha de alliberar-se de la inèrcia a què el porta la seva pròpia tradició cultural i religiosa, un procés que rep el nom d’aculturació, perquè els valors socials “esdevinguin veritablement universals (i no occidentals, o africans o asiàtics)”, la qual cosa el capacitarà per “acollir l’expressió de valors generats per altres cultures, societats o religions”. Estic plenament d’acord amb aquests arguments. En aquest sentit penso que té raó l’articulista de l’Osservatore Romano quan diu que alguns dirigents occidentals encara no estan del tot aculturats, perquè juren el seu càrrec sobre la Bíblia, per posar un exemple.

D’altra banda, aquest Estat laic, en el sentit de “respectuós amb el fet religiós en totes les seves manifestacions”, tal com jo l’entenc, en ser una font de pau i bona convivència, caldria que l’interioritzessin els representants oficials de totes les religions. Els de la religió catòlica, al menys a Espanya –que és la que a mi em pertoca com a més propera-, han d’aprendre molt en aquest sentit, perquè no paren de pressionar l’Estat i de fer manifestacions en els moments més sensibles (prop de les eleccions, per exemple, o la seva intromissió en allò de la introducció als programes escolars de l’assignatura “Educació per a la ciutadania”) en el sentit que a ells i només a ells els interessa (que d’altra banda tampoc no representa el sentir de tot@s els / les catòlics). Aquí em repeteixo jo (això ja ho havíem parlat en alguna ocasió). Si les demés religions representades a l’Estat espanyol fessin com ells, ens trobaríem enmig d’una guerra de credos, de la qual en sortirien mal parats totes perquè penso que l’espectacle que donarien els faria perdre creients.

Si faig un esforç de fantasia i reculo en el temps als anys en què Crist va viure i predicar, jo m’imagino la seva figura com algú que de cap manera es plantejava (ni es plantejaria mai) que l’Estat es fes càrrec de la qüestió religiosa (“Doneu al Cessar el que és del Cessar i a Déu el que és de Déu”, només és una cita, n’hi ha d’altres més clares en el Nou Testament que ara no recordo). Crist, predicava amb l’exemple discret i humil, mai no pontificava (com tan plàsticament diu la paraula que es va encunyar després per definir justament l’actitud contrària), mai no me l’imagino intentant “estructurar espiritualment i moral els individus”; ell parlava i era conseqüent amb el que deia, però no organitzava políticament res ni ho desitjava. Vertaderament penso que si Crist tornés avui dia entre nosaltres i veiés on ha fet cap el seu missatge, encarnat per la jerarquia oficial de l’Església Catòlica, se’n faria creus i abominaria de la seva organització i capteniment. Penso que moriria de dolor i tristesa (i ara no pas a la Creu) en veure fins a quin punt l’han traït, en veure que en el seu nom han construït precisament el contrari del que ell pretenia.

El sentiment religiós pertany a l’àmbit més íntim i privat de les persones, crec fermament que cap Estat ha de tenir capinfluència” ni cap “capacitat d'estructurar espiritualment i moral els individus”, això s’acosta molt al que jo en diria manipulació, si és que no ho és directament. L’Estat, al meu entendre, ha de vetllar únicament i exclusiva perquè els creients de totes les religions que li ho demanin tinguin les infraestructures necessàries per poder practicar convenientment la seva religió en bona i harmònica convivència amb les altres, i ha d’evitar qualsevol acció coaccionadora i/o afavoridora en una determinada direcció.

Hem de recuperar aquella distinció de què fa uns dies parlàvem, Xec, la diferència entre religió i religiositat.

I aquí ho deixo fins a la propera.

T’envio una forta abraçada,
Anna
*
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CARTA DE ANNA ROSSELL AL TEÓLOGO Y SALESIANO XEC MARQUÈS (15-03-2012)
Traducción al español de Anna Rossell
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El Masnou, 15-03-2012
Querido Xec,

vuelves en tu última carta sobre el tema de la laicidad, incitado por el artículo de Jean-Louis Brugués, que leíste en el Osservatore Romano, donde el considera a Francia como un ejemplo de laicidad a seguir desde que en el año 1905 declarase oficialmente la separación entre Iglesia y Estado. Según entiendo de lo que tú me dices, el autor del artículo considera esta separación deseable y, en Francia, conseguida.

Sin embargo tu percepción no es la misma que la de Jean-Louis Brugués y planteas preguntas entorno de las dudas que su artículo te suscita.

Tu centras tus alegaciones en torno a dos ejes:

 1) La pérdida de la influencia de la Iglesia en la estructuración espiritual y moral de los individuos, lo cual puede causar un sentimiento de orfandad en Occidente.

2) Una conepción de madurez social y política ligada a valores universales, superando la propia cultura (aculturación y capacidad para acoger valores generados por otras culturas, sociedades o religiones).

1) Haciendo referencia al primer punto dices:

“Yo tengo la impresión de que los términos del debate hoy día han cambiado mucho. Si bien es verdad, como afirma el autor, que la Iglesia no ha desaparecido ni la religión ha sido reducida a un puro sentimiento subjetivo sin visibilidad social, también es cierto que ha perdido mucho de su influencia y de su capacidad de estructurar espiritual y moralmente a los individuos."

Ya conoces mi posición respecto al tema de la laicidad del Estado en el mundo en que vivimos. Alguna vez ha salido a relucir esta cuestión de manera tangencial: yo soy firme partidaria de esta separación por varias razones:

Un Estado confesional provoca confusión y puede ser fácilmente un foco de injusticia: el Estado debe ocuparse de la buena convivencia entre la diversidad de la gente de un territorio, y no lo puede hacer serenamente si él mismo toma partido por una confesión determinada. A mi entender un Estado responsable debe respetar y tener en cuenta todas las vertientes que los individuos -todos los individuos- de los cuales él es responsable, manifiestan como necesarias para su equilibrio físico y espiritual, y organizar las cosas en todos los ámbitos para que todos los individuos que ampara su responsabilidad se sientan acogidos en armónica convivencia. En teoría el hecho de que un Estado se declare de una confesión determinada no tiene por qué afectar un comportamiento justo hacia otras confesiones -ejemplo de ello lo son, creo, muchos países africanos-, pero esto sólo sucede en teoría; la práctica demuestra que en muchísimos casos, ocurre más bien lo contrario. Por este motivo debe evitarse esta posibilidad. Un Estado debe ser ecuánime. Sobre todo en nuestros días, en que las migraciones son cada vez más masivas, conviene que el país de acogida manifieste esta ecuanimidad. Creo que tus reticencias (y las de mucha gente que lo siente como tú) se deben fundamentalmente a lo que yo creo que, de hecho, es una confusión: "laico" significa "aconfesional" o, mejor aún, "ecuánime en el trato hacia las confesiones religiosas", y no "indiferente a las cuestiones religiosas" o, peor, "hostil a las cuestiones religiosas". Éste es el verdadero problema, creo.

También escribes:
 
"Por otro lado, el contexto de la mundialización, la visibilidad y la voz de otras religiones distintas a la cristiana [sic] en el mundo Occidental, conducen a ciertos sectores sociales y religiosos a redescubrir los fundamentos y la identidad cristiana de Occidente. Mientras que otros contextos culturales y cociales, otros Estados, afirman sin rubor ni timidez su identidad islámica, Occidente puede vivir un sentimiento de orfandad."

No creo que Occidente tuviera ningún sentimiento de orfandad si los respectivos Estados aplicaran con debieran esta diferencia. Si lo hacen, esto para mí es un signo real de gran madurez a la que han llegado en el curso de la historia de la convivencia humana y de su reglamentación.

Entonces esta objeción tuya cuando dices:

“Los radicales de la laicidad se justificarán diciendo que esto es justamente un signo de la madurez social y política, dando a entender al mismo tiempo que las sociedades que aún tienen necesidad de la religión son inmaduras y que el camino de su desarrollo las ha de conducir a la plena emancipación de la religión [la negrita es mía] y a encontrar su identidad en valores republicanos: sociales y políticos."

La "plena emancipación de la religión" significaría entonces una emancipación en el sentido de una preferencia por una religión determinada en detrimento de las otras, pero no una emancipación en cuanto a la sensibilidad del Estado hacia la dimensión religiosa de los creyentes de todas las religiones (todas por igual).

La“plena emancipació de la religió” esdevindria només una emancipació en el sentit d’una preferència per una religió concreta en detriment de les altres, però no una emancipació quan a la sensibilitat de l’Estat envers la dimensió religiosa dels creients de tota mena (totes per igual).

2) En cuanto al segundo eje escribes:

“Pienso que los signos de la madurez son, primero, la capacidad de superar los bloqueos socio-histórico-afectivos e ideológicos producidos por siglos de tensión entre las instituciones estatales y las instituciones religiosas; segundo, la capacidad de liberar los valores sociales y culturales, producidos a lo largo de los siglos, del color de la propia cultura o religión (aculturación) para que se conviertan realmente en universales (y no sean occidentales, o africanos o asiáticos); tercero, la capacidad de acoger la expresión de estos valores generados por otras culturas, sociedades o religiones."

Tú mismo das la respuesta que daría yo a este segundo eje: estoy de acuerdo contigo en que, para ser ecuánime, un Estado debe liberarse de la inercia a que lo conduce su propia tradición cultural y religiosa, un proceso que recibe el nombre de aculturación, para que los valores sociales "se conviertan realmente en universales (y no sean occidentales, o africanos o asiáticos)", lo cual lo capacitará para "acoger la expresión de valores generados por otras culturas, sociedades o religiones". Estoy plenamente de acuerdo con estos argumentos. En este sentido pienso que tiene razón el articulista del Osservatore Romano cuando dice que algun@s dirigentes occidentales aún no están del todo aculturad@s porque juran su cargo sobre la Biblia, por poner un ejemplo.

Por otro lado, este Estado laico, en el sentido de "respetuoso con el hecho religioso en todas sus manifestaciones", tal como yo lo entiendo, al ser una fuente de paz y de buena convivencia, sería conveniente que lo interiorizasen los representantes oficiales de todas las religiones. Los de la religión católica, al menos en España -que es la que a mí me afecta como más cercana-, deben aprender aún mucho en este sentido, porque siguen presionando al Estado y haciendo manifestaciones en los momentos más sensibles (cuando se acercan las elecciones, por ejemplo, o cuando se entrometieron en la introducción en los programas escolares de la asignatura "Educación para la ciudadanía") en el sentido que a ellos y sólo a ellos interesa (que por otro lado tampoco representa el sentir de tod@s los católic@s). Aquí me repito yo (esto ya lo habíamos hablado en alguna ocasión). Si las demás religiones representadas en el Estado español hicieran como la católica, nos encontraríamos en medio de una guerra de credos, de la cual sadrían malparados todos porque pienso que el espectáculo que darían les haría perder creyentes.

Si hago un esfuerzo de fantasía y retrocedo en el tiempo a los años en que vivió y predicó Cristo, yo me imagino su figura como alguien que de ningún modo se planteaba (ni se plantearía nunca) que el Estado se hiciera cargo de la cuestión religiosa ("Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios" es sólo una cita, hay en el Nuevo Testamento otras más claras que ahora mismo no recuerdo). Cristo predicaba con el ejemplo discreto y humilde, nunca pontificaba (como tan plásticamente expresa la palabra que se acuñó después para definir justamente la actitud contraria), nunca me lo imagino intentando "estructurar espiritual y moralmente a los individuos"; él hablaba y era consecuente con lo que decía, pero no organizaba políticamente nada ni lo deseaba. Verdaderamente pienso que si Cristo regresara hoy en día entre nosotr@s y viera a donde ha ido a parar su mensaje, encarnado por la jerarquía oficial de la Iglesia Católica, se escandalizaría y abominaría de su organización y de su comportamiento. Pienso que moriría de dolor y de tristeza (y ahora no en la cruz) al ver hasta qué punto le han traicionado, al ver que en su nombre han construido precisamente lo contrario de lo que él pretendía.

El sentimiento religioso pertenece al ámbito más íntimo y privado de las personas, creo firmemente que ningún estado debe tener ninguna "influencia" ni ninguna "capacidad de estructurar espiritual y moralmente a los individuos", esto se acerca mucho a lo que yo llamaría manipulación, si es que no lo es directamente. El Estado, a mi entender, debe velar única y exclusivamente para que l@s creyentes de todas las religiones que se lo pidan tengan las infraestructuras necesarias para poder practicar convenientemente su religión en buena y armónica convivencia con las otras, y debe evitar cualquier acción coaccionadora y/o favorecedora en una determinada dirección.
     
Debemos recuperar aquella distinción de la que hablábamos hace poco, Xec, la diferencia entre religión y religiosidad.

Y lo dejo aquí hasta la próxima.

Te mando un fuerte abrazo, 

Anna

10 de marzo de 2012

PERFORMANCE POESÍA-DANZA-MÚSICA

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con:

Rosa Abuchaibe (improvisación poética)

Mireia Zantop (danza)

Hanneke Ilse (trompeta)
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Día: 23 de marzo 2012

Hora: 18:00 h

Lugar: Ateneo barcelonés, 5ª planta, C./ Canuda, 6, Barcelona (España)

Presenta: Anna Rossell


TEXTO DE PRESENTACIÓN 
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por Anna Rossell
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Conocí la creación poética de Rosa Abuchaibe aquí en este aula del Ateneo, hace casi dos años, un día en que, para conmemorar Sant Jordi, nos reunimos algun@s amig@s del Laberinto a leer poemas de nuestr@s autores más venerados. Al final de la sesión, Felipe nos desveló la inaudita cualidad de Rosa: la de improvisar poéticamente. Aquello me dejó atónita. Y más atónita me quedé cuando, ante la insistencia de Felipe, Rosa accedió a dedicarnos una pequeña muestra de su arte, a pesar de que –como advirtió- nunca lo había hecho ella sola, pues en sus improvisaciones siempre contaba con la colaboración de Mireia Zantop, quien con su movimiento danzante servía de impulso e inspiración a sus palabras. Era la primera vez que Rosa improvisaba poesía “a capella”, es decir, sin el soporte gestual de las formas sugerentes que iba dibujando su compañera Mireia. Sin embargo, estoy convencida de que Rosa imaginaba mentalmente aquellos movimientos en algún paisaje plástico que ella pienso que se crea mentalmente cuando cierra los ojos en un esfuerzo de agotadora concentración, la que exige todo acto realmente creador, del que Rosa despierta siempre extenuada.
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Con el tiempo las he visto actuar varias veces a las dos juntas; ellas advierten al público que la actuación de una no puede desligarse de la de la otra, y que no hay que entender una actuación como fuente de inspiración de la otra, sino que ambas se alimentan y retroalimentan mutuamente, que la palabra no surge siempre a partir del movimiento ni el movimiento se crea a partir de la palabra, sino que se alternan espontáneamente en la toma de iniciativa, ora acción, ora reacción. De este modo podría decirse que en determinados trazos del lenguaje gestual de Mireia está encerrada la poesía de Rosa y que la poesía de Rosa transporta en sí los movimientos que sugiere Mireia. Se desdibujan así los límites entre lo que llamamos las distintas formas de la expresión artística y lo que vemos y oímos deviene un único acto creador. Un acto en el que se altera la racional comprensión del espacio y del tiempo, del mundo creador compartimentado, para remitirnos al mucho más primigenio en el que se origina la vida, donde los sentidos se activan todos de una vez –porque todos se aúnan en el ser humano- y la imaginación se nutre del inconsciente más recóndito. Rosa y Mireia saben del crisol donde se fragua el verdadero arte, que no puede llamarse poesía o danza o pintura o escultura o música, porque por definición no hay ninguna manifestación verdaderamente artística que nazca aislada de las demás. Y porque ellas lo saben, han añadido a su creación también la música de Hanneke Ilse –trompetista en varios conjuntos musicales- que, en sintonía con esta misma concepción de obra de arte, aporta su música a la acción de Rosa y Mireia, música con la que se enriquece desde hace algún tiempo su creatividad.
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Así, hablar del arte de cualquiera de las tres es hablar de cada una de ellas y de todas.
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En el tiempo que me une a Rosa la amistad trabada en El Laberinto de Ariadna, en nuestras conversaciones, he sabido que Rosa es extremadamente autocrítica con sus textos, que depura con exquisita destilación lo que ella considera publicable. Llama pues mucho la atención que cultive precisamente la improvisación poética, algo que, a primera vista, podría parecer una contradicción.
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Sin embargo, en los textos escritos de Rosa –aquellos que no son fruto de la improvisación- se hace ya bien visible la fuente intersensorial de la que bebe el gesto creador de su poesía. Al igual que sucede con su poesía espontánea, que se nutre de impulsos de otras artes difuminando las fronteras entre las diversas manifestaciones artísticas, sus relatos y sus poemas escritos dan fe de que Rosa rehúye el encorsetamiento al que obliga la ortodoxia de los géneros: sus relatos -inéditos por lo que sé-, escritos entre 1980 y 2008, y que ella ha tenido la amabilidad de cederme para que pudiera conocerlos, son testimonio de que Rosa crea desde la profundidad de su entraña, el lugar donde se fraguan sentimientos y pasiones que adoptan la forma de palabras –paradógicamente sin pasar por el logos-, un lugar que no conoce distinciones entre poesía, prosa o dramaturgia, sino un único y hermoso lenguaje universal, un lenguaje nacido y apto únicamente para expresar las vertientes sensibles de la vida y sólo las sensibles. Según yo lo percibo en mi lectura, los relatos de Rosa, incluso aquellos que más se acercan a la prosa tradicional –como los que llevan por título Caracolas o Bolero respectivamente-, dan fe de la extrema impresionabilidad de su autora, de su exacerbada cualidad de observación emocional: con muy pocas pinceladas –pues se trata de relatos cortos si bien no son microrelatos-, Rosa construye con precisión ambientes, situaciones y caracteres, y lo logra con discreción y sencillez porque sabe dónde está el detalle significativo, la magnitud de una mirada fugaz, la importancia de un gesto casi imperceptible. Y en otros, que se acercan más al registro poético o incluso al dramatúrgico –como en los titulados Crisol, El viaje, un sueño intenso… o Canto a los Océanos-, alterna voces en las que a veces nos parece percibir ecos del coro de las tragedias griegas o donde un personaje sustituye de pronto a la voz narradora para dar expresión inmediata al lamento de su dolor. Tanto en unos como en otros se tiene a menudo la sensación de que Rosa pinta o dibuja con palabras en vez de hacerlo con pincel. Ya en estos relatos hay implícita una intención pictórica, quizá inconsciente, de la misma manera que estoy segura de que había determinados paisajes en la mente de Rosa aquel día en que yo oí por primera vez su improvisación poética sin acompañamiento alguno. El acompañamiento visual se formaba en su mente y ella creaba verbalmente a partir de aquél y la creación verbal retroalimentaba a su vez su fantasía visual.
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Precisamente por esta naturaleza de hibridación artística que ya apuntaba en los textos de Rosa antes de que se uniera a Mireia Zantop primero y además a Hanneke Ilse después, creo que es un feliz acierto la conjunción de estas tres creadoras que crean a la vez para producir en su interacción una única obra de arte.
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En al año 2010 Rosa Abuchaibe dio un paso en el sentido de la interactuación artística, si bien entonces se trataba de crear poemas a partir de impulsos pictóricos: en una exposición titulada Las artes y las letras, que tuvo lugar aquel año en Barcelona, Rosa plasmó en lenguaje poético la obra plástica de Javier Quintanilla, la obra pictórica de María Gloria Andrade y también de Mireia Zantop, que entonces mostraba su faceta de pintora.
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En los versos que en aquel entonces le inspiraba a Rosa la obra plástica de estos artistas se manifiestan ya muchas imágenes que aparecen de modo recurrente en sus improvisaciones poéticas y que conforman el magma concentrado del que extrae las metáforas que va moldeando, la materia prima universal de la que se deriva la vida. Sus poesías son en este caso descripciones de la obra artística que ella contempla –a veces breves aunque intensas, otras no tan breves-, en las que echa mano de distintos registros, ora impresionista, ora surrealista, ora a caballo entre uno y otro:
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Por ejemplo, entre las descripciones breves:
*



Obra plástica de Javier Quintanilla

*
“Cristales, nieva en el aire
volátil mar, va y viene
torbellino de sueños disipándose…”
*
O bien:

Obra plástica de Javier Quintanilla

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“Entre cristales atrapan los versos
ese instante en la mirada
tamiza el iris en capas azules…
se desvanece en el cerebro, pinta, despinta,
azul piel, azul sueño, azul rabia.”
*

O este otro, en formato de haiku:

Obra pictórica de María Gloria Andrade

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“Ramaje en sombra
tronco anudado en florido pubis
entre los dedos…”
*

Por ejemplo, entre las descripciones más extensas:
Obra pictórica de María Gloria Andrade

Aire
“Caramba amor, el viento envolvió tu alma,
los valles y los cañones te vieron pasar convertida en aire,
mi puerta golpeó con rabia tu despedida y mi alma voló contigo al
infinito…
vientos alisios soplaron desde los trópicos hasta el ecuador, emergiendo
árboles…
tu juego arremolinado cálido y candente hizo susurrar las ramas.
Recorrimos la selva entre pelajes rojizo gris y blanco,
ríos de agua dulce se ondulaban con tu vestido de vientos,
musgos crecían en las orillas… los caimanes alzaban sus cabezas al
vernos pasar, sombras húmedas de los árboles nos cobijaban a ras del
suelo…
jugueteaba tu aire con el siseo del mío coloreando tus pechos.
Envueltas en el follaje de las orquídeas esparcimos silbidos cálidos,
revestidas de brisa marina, vientre azul florido a la luz de la luna,
soñaban las algas que volábamos a la nada planetaria… Aire…”
*

O bien esta otra, que surge de la contemplación de un cuadro de Mireia Zantop:


Obra pictórica de Mireia Zantop
*
“Se viste de seda
vuela al infinito
con la danza de sus pies…
embriaga el aire…
la luna en el mar
ilumina, su cuerpo vaporoso
fragilidad de movimiento
círculos de fuego enredado
en el fino hilo de su cintura…
diamante su ombligo
ondulado el viento
labios de sal
besan el sonido…
sus pasos se difuminan
en el sueño de la noche…”
*
Pero lo que hoy veremos y oiremos es aún otro paso más: ya no se trata de la inspiración poética a partir de una contemplación estática, sino de tres impulsos artísticos distintos que, en continuo movimiento y devenir interactúan entre ellos para ofrecernos una única obra.
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Mis felicitaciones a las tres, y bienvenidas a El Laberinto de Ariadna.

© Anna Rossell

CORRESPONDENCIA XEC MARQUÈS-ANNA ROSSELL (07-03-2012)

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CARTA DEL TEÒLEG I SALESIÀ XEC MARQUÈS A ANNA ROSSELL (07-03-2012) /
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CARTA DEL TEÓLOGO Y SALESIANO XEC MARQUÈS A ANNA ROSSELL (07-03-2012)
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Al original catalán sigue su traducción al español
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Xec Marquès amb els seus nens (amb l'amic Messi) / Xec Marquès con sus niños (con el amigo Messi)

Catalán
Conakry, 07 març 2012
Benvolguda :
Et deia en el darrer correu ràpid que havia llegit un article a l’Osservatore Romano que havia esperonat la meva reflexió. El tema és la laïcitat en la cultura francesa. L’autor, que deu ser conegut com intel·lectual per la gent del gremi, és Jean-Louis Brugués. Fa veure als primers paràgrafs del seu article que França té una idea de la laïcitat i una idea de ella mateixa que la fa portadora de valors universals. Segueix fent veure la idea de la laïcitat [a França] des del 1905 (data de la llei francesa que determina la separació de l’Estat i de l’Església) citant el primer ministre en exercici (era el Raffarin) 100 anys enrere:

“La laïcité est un élément structurant de la société française. Elle ne signifie évidement pas que la religion est exclue. Elle est la grammaire avec laquelle les religions doivent conjuguer les valeurs républicaines. Elle nous appelle tous à assumer clairement rôle et les valeurs de l’identité républicaine de la France”.

L’autor segueix fent l’anàlisi de la llei del 1905 i conclou que hi ha tres éléments essencials: “liberté de conscience, liberté de culte, séparation entre l’État et l’Église”.
La segona part de l’article (som a l’Osservatore) desenvolupa dos arguments: el primer afirma que els cristians no tenen cap problema amb els termes del contracte del 1905, però els promotors del text pensaven que “la séparation inaugurait à leurs yeux, une nouvelle ère dans laquelle les religions finiraient par s’épuiser jusqu’à ne pas former que des résidus sociaux de petite importance”. En el context de la “lumières” [la llum, la il·lustració] es podia pensar que, en un nou regne de la raó i de l’ordre social garantit per l’Estat, la religió aniria perdent terreny fins perdre tota influència social. L’autor acaba afirmant que aquestes previsions no s’han realitzat. Fins i tot dóna alguna referència per fer veure que als estats occidentals els costa de tractar la institució de l’Església i la religió cristiana com una opció que no té transcendència pública o com una més de les referències religioses. Cita:

“les responsable americains continuent à prêter serment sur la Bible et à échanger des billets portant la mention In God We Trust, que la télévision italienne glisse une information sur l’Église catholique dans chacun de ses journaux, que le Chef de l’Etat Britanique reste le Chef de l’Église nationale et qu’une bonne vingtaine d’évêques sont toujours membres de la Chambre des lords sont de évêques...”

L’Església no té cap dificultat a acceptar i a viure la separació, cita una encíclica de Benet XVI (Deus caritas est) :
“La distinction entre l’État et l’Église ou, comme le dit le concile Vatican II, l’autonomie des réalités terrestres, appartient à la structure du christianisme. L’État ne peut imposer la religion, mais il doit garantir la liberté, ainsi que la paix entre les fidèles des différentes confessions. De son côté, l’Église comme expression sociale de la foi chrétienne a son indépendence et, en se fondant sur sa foi, elle vit sa forme communautaire que l’État doit respecter. Les deux sphères sont distinctes, mais toujours en relation de réciprocité”.
Jo tinc la impressió que els termes del debat avui han canviat molt. Si és veritat com diu l’autor que l’església no ha desaparegut, ni la religió ha estat reduïda a un pur sentiment subjectiu sense visibilitat social, també és veritat que ha perdut molt de la seva influència i de la seva capacitat d'estructurar espiritualment i moral els individus.

D’altra banda, el context de la mundialització, la visibilitat i la veu d’altres religions que la cristiana [sic] en el món Occidental, condueixen a certs sectors socials i religiosos a retrobar els fonaments i la identitat cristiana de l’Occident. Quan d’altres contexts culturals i socials, altres estats, afirmen sense vergonya ni timidesa la seva identitat islàmica, l’Occident pot viure un sentiment d’orfandat.
Els radicals de la laïcitat es justificaran dient que això és justament un signe de la maduresa social i política, deixant entendre, al mateix temps, que les societats que encara tenen necessitat de la religió són immadures i que el camí del seu desenvolupament les ha de conduir a la plena emancipació de la religió i trobar la seva identitat en valors republicans: socials i polítics.

Trobo que els signes de la maduresa són, primer, la capacitat de superar els bloquejos socio-històric-afectius i ideològics produïts per segles de tensió entre les institucions estatals i les institucions religioses; segon, la capacitat d’alliberar els valors socials i culturals, produïts al llarg dels segles, del color de la pròpia cultura o religió (aculturació) perquè esdevinguin veritablement universals (i no occidentals, o africans o asiàtics); tercer, la capacitat d’acollir l’expressió d’aquests valors generats per altres cultures, societats o religions.
Veig que torno a repetir alguns arguments d’altres reflexions, vol dir que es un tema que m’esperona.

Tinguin vostès un bon dia.
Xec
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CARTA DEL TEÓLOGO Y SALESIANO XEC MARQUÈS A ANNA ROSSELL (07-03-2012)
Traducción al español de Anna Rossell

Estimada Anna :

Te decía en mi último correo rápido que había leído un artículo en el Osservatore Romano que había propiciado mi reflexión. El tema es la laicidad en la cultura francesa. El autor, que debe de ser conocido como intelectual entre la gente del gremio, es Jean-Louis Brugués. Explica en los primeros párrafos de su artículo que Francia tiene una idea de la laicidad y una idea de sí misma que la hace portadora de valores universales. Sigue explicando que la idea de laicidad [en Francia] arranca wn 1905 (fecha de la ley francesa que determina la separación de Estado e Iglesia) citando al primer ministro en ejercicio (era Raffarin) cien años atrás:

“La laïcité est un élément structurant de la société française. Elle ne signifie évidement pas que la religion est exclue. Elle est la grammaire avec laquelle les religions doivent conjuguer les valeurs républicaines. Elle nous appelle tous à assumer clairement rôle et les valeurs de l’identité républicaine de la France”.


El autor sigue analizando la ley de 1905 y concluye que hay tres elementos esenciales: “liberté de conscience, liberté de culte, séparation entre l’État et l’Église”.
La segunda parte del artículo (estamos en el Osservatore) desarrolla dos argumentos: el primero afirma que los cristianos no tienen ningún problema con los términos del contrato de 1905, pero los promotores del texto pensaban que la séparation inaugurait à leurs yeux, une nouvelle ère dans laquelle les religions finiraient par s’épuiser jusqu’à ne pas former que des résidus sociaux de petite importance”.
En el contexto de las “lumières” [las luces, la ilustración] se podía pensar que, en un nuevo reino de la razón y de un orden espiritual garantizado por el Estado, la religión iría perdiendo terreno hasta perder toda influencia social. El autor acaba afirmando que estas previsiones no se han cumplido. Incluso da alguna referencia para hacer entender que en los estados occidentales les cuesta tratar a la institución de la Iglesia y a la religión cristiana como una opción que no tiene trascendencia pública o como una más de las referencias religiosas. Cita:

 “les responsable americains continuent à prêter serment sur la Bible et à échanger des billets portant la mention In God We Trust, que la télévision italienne glisse une information sur l’Église catholique dans chacun de ses journaux, que le Chef de l’État Britanique reste le Chef de l’Église nationale et qu’une bonne vingtaine d’évêques sont toujours membres de la Chambre des lords sont de évêques...”

La Iglesia no tiene dificultad alguna en aceptar y vivir la separación, cita una encíclica de Benedicto XVI (Deus caritas est):
“La distinction entre l’État et l’Église ou, comme le dit le concile Vatican II, l’autonomie des réalités terrestres, appartient à la structure du christianisme. L’État ne peut imposer la religion, mais il doit garantir la liberté, ainsi que la paix entre les fidèles des différentes confessions. De son côté, l’Église comme expression sociale de la foi chrétienne a son indépendence et, en se fondant sur sa foi, elle vit sa forme communautaire que l’État doit respecter. Les deux sprhères sont distinctes, mais toujours en relation de réciprocité”.
Yo tengo la impresión de que los términos del debate hoy en día han cambiado mucho. Si bien es verdad, como afirma el autor, que la Iglesia no ha desaparecido ni la religión ha sido reducida a un puro sentimiento subjetivo sin visibilidad social, también es cierto que ha perdido mucho de su influencia y de su capacidad de estructurar espiritual y moralmente a los individuos.

Por otro lado, el contexto de la mundialización, la visibilidad y la voz de otras religiones distintas a la cristiana [sic] en el mundo Occidental, conducen a ciertos sectores sociales y religiosos a redescubrir los fundamentos y la identidad cristiana de Occidente. Mientras que otros contextos culturales y sociales, otros estados, afirman sin vergüenza ni timidez su identidad islámica, Occidente puede vivir un sentimiento de orfandad.

Los radicales de la laicidad se justificarán diciendo que esto es justamente un signo de la madurez social y política, dando a entender al mismo tiempo que las sociedades que aún tienen necesidad de la religión son inmaduras y que el camino de su desarrollo las ha conducido a la plena emancipación de la religión y a encontrar su identidad en valores republicanos: sociales y políticos.

 Yo pienso que los signos de la madurez son, primero, la capacidead de superar bloqueos socio-histórico-afectivos i ideològicos, producidos por siglos de tensión entre las instituciones estatales y las instituciones religiosas; segundo, la capacidad de liberar los valores sociales y culturales, producidos en el transcurso de los siglos, del color de la propia cultura o religión (aculturación) para que se hagan verdaderamente universales (y no occidentales, o africanos o asiáticos); tercero, la capacidad de acoger la expresión de estos valores generados por otras culturas, sociedades o religiones.

Veo que repito algunos argumentos de otras reflexiones, significa que éste es un tema que me ocupa.
Que tengáis un buen día, señores.
 Xec

PARA el regalo de tu presencia, ÚLTIMO SEGUIDOR DE ESTA TERTULIA, ESTE MICRORRELATO DE BIENVENIDA ("PESADILLA")

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PESADILLA

Sintió de repente una fuerte presión en la parte trasera superior del cráneo. Golpeaba una y otra vez contra una cavidad dura, pero era ella misma quien se provocaba los golpes tomando impulso, como en un arrebato incontrolable. Al dolor se sumaban gritos ensordecedores, que llegaban a sus oídos, primero amortiguados y después cada vez más agudos e insoportables. Una luz cegadora le hirió las pupilas y otros gritos, ahora los suyos propios, dieron rienda suelta al espanto que había ido acumulando. “¡Es una niña!”, informó el médico a los padres.

© Anna Rossell

8 de marzo de 2012

PARA, FERNANDO GARCÍA ORTUÑO Y JACACOS, MIS ÚLTIMOS SEGUIDORES, ESTE MICRORRELATO EN AGRADECIMIENTO ("ENFERMEDAD CRÓNICA")

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ENFERMEDAD CRÓNICA

Abrió y cerró la puerta tras de sí. El cuerpo encogido, casi acurrucado, en un rincón sombrío del comedor y la mirada de espanto de su mujer le revelaron que el terror la había vuelto a poseer, como sucedía tan a menudo desde hacía años. Los episodios de pánico habían empezado en seguida, casi inmediatamente después de casarse, y eran cada vez más frecuentes. Él seguía queriéndola, pero debía reconocer que aquella enfermedad había alterado sustancialmente su relación. Ella se había convertido en un ser asustadizo e inútil, no hacía nada del derecho y él tenía que soportar aquella carga que ya empezaba a pesarle demasiado. Sintió un golpe seco y contundente en la nuca y se desplomó como un saco. En la ambulancia, camino del hospital, retumbaba en su cabeza la voz cargada de odio de su hija: “¡Nunca más volverás a ponerle una mano encima! ¡Nunca más volverás a maltratarla! ¡Nunca!”

© Anna Rossell

7 de marzo de 2012

RECITAL POÈTIC D'ANNA ROSSELL, UN VIATGE PER LA SEVA OBRA / RECITAL POÉTICO DE ANNA ROSSELL, UN VIAJE POR SU OBRA

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QUAN? / ¿CUÁNDO?

Dissabte, 10 de març 2012 / Sábado, 10 marzo, 2012, 20:00 - 21:00 h
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ON? / ¿DÓNDE?

Associació Cultural La BiblioMusiCineteca, Vila i Vilà 76 baixos / bajos, Barcelona
(prop d'El Molino  d'El Paral·lel, s'ha de trucar un timbre dels baixos, s'entra per la porteria del costat /
cerca de El Molino del Paralelo). Hay que llamar a un timbre de los bajos, se entra por la portería de al lado.

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Recital poètic d'Anna Rossell. Un viatge per la seva obra
Preu: 4 euros
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Recital poético de Anna Rossell. Un viaje por su obra
Precio: 4 euros